Cristiano Ronaldo y sus lágrimas de oro

Messi se iba a llevar el Balón de Oro, pero luego de aparecer con un traje de color rojo chillante, mejor decidieron dárselo a Ronaldo.

La espera terminó para Cristiano Ronaldo, quien a gritos pedía que le dieran el Balón de Oro de la FIFA, tanto así, que hasta un escándalo armó luego de un comentario inocente de Joseph Blatter, lo que, de cierta manera, influyó en los votos de la gente --así como futbolistas y periodistas, quienes también votan en dicha premiación--, y fue así que por fin el lusitano se adjudicó el premio a mejor jugador del mundo.

De esta manera, el portugués Cristiano Ronaldo consigue su segundo Balón de Oro de la FIFA (el primero lo obtuvo en el 2008). Además, con dicho premio, termina con la hegemonía de Lionel Messi, quien había comprado conseguido los últimos cuatro Balones de Oro. Mientras tanto, del francés Frack Ribéry, nadie se acordó; ¿sí fue a la entrega? Porque yo no lo vi.

Efectivamente, el desliz del presidente de la FIFA, provocó que Ronaldo estuviera en el ojo del huracán, que fuese el centro de atención, que estuviera en todas las portadas, y por ende, que la gente le diera más atención a su actividad en la cancha, aunado al tenue momento futbolístico que vivía Messi. De igual manera, los pocos reflectores de Ribéry, hicieron que Ronaldo fuese el único en la mira de los votantes.

Desde meses atrás, ya sabíamos que Ronaldo llevaba cierta ventaja sobre los demás; tal vez por el escándalo con los comentarios de Blatter, tal vez porque Messi ya había ganado tantas veces o tal vez porque en el ambiente se respiraba mucho sospechosismo. Al final, un premio merecido pero con sus bemoles; por todo lo que rodeó al jugador portugués, por cómo el premio y las nominaciones se vieron envueltas en polémicas, y por por supuesto, por los comentarios de Blatter afirmando que prefería a Messi por encima de Ronaldo. Digamos que fue una competencia no tan pulcra; fue un camino desnivelado, con muchas piedras.

El premio es merecido, claro que lo es, igual de merecido si el ganador hubiera sido Messi o Ribéry. Los tres jugadores tenían argumentos suficientes para llevarse dicho premio, pero si somos exigentes, Ronaldo era ligeramente superior a los demás, pues, como dijimos, la poca actividad mediática de Messi y Ribéry, así como el mejor cierre de temporada de Ronaldo, hicieron que el madridista se llevara el premio a Mejor jugador del mundo --y éste cierre de Ronaldo, de alguna manera, hizo que la gente se olvidara un poco de lo que Ribéry y Messi hicieron con sus respectivos equipos, aunque el francés hizo más que Messi--.

Además, siendo realistas, la gente elige al ganador por su popularidad (sobretodo por parte del aficionado, el público que no es experto ni nada por el estilo), no tanto por lo que hacen en la cancha, por su talento futbolístico, si así fuera, entonces el ganador hubiese sido Ribéry, pues me parece que tuvo un mejor año que el resto, además de que posee otros talentos que los demás no.

¿Estoy mal cuando digo que el comentario irónico de Blatter hace unos meses no tuvo mucho que ver? No decidió el premio, pero de que le dio un empujoncito a Cristiano, sí que lo hizo. Messi, apesar de no haber tenido un cierre relevante en la temporada 2012-13, y no haber iniciado bien la presente temporada, así como la lesión que lo dejó fuera varias semanas, tenía el plus de ser jugador del Barcelona, de haber ganado cuatro veces el premio, de ser argentino, y de ser querido por medio mundo. Pero el gran escándalo pudo más que lo antes mencionado, y Ronaldo terminó siendo el ganador.

Y vaya que lo disfrutó, pues lloró como nunca, tanto que ni podía hablar. Por supuesto, las lágrimas no son sólo por el simple hecho de haber ganado el premio, sino por todo lo que venía arrastrando; tanta frustración, tantas derrotas, y tantos golpes a su enorme ego, eso sí que te hace llorar --sobretodo lo último mencionado--.

Ahora, esta entrega del Balón de Oro, más que llamar la atención por saber quién sería el futbolista ganador, captó la atención de casi todo el mundo por el morbo de ver a Ronaldo y Blatter, por si saber si le daban el premio a CR7 para perdirle perdón, por saber si Messi se lo llevaba para que dejase abierta la puerta del sospechosismo, etc. Es decir, la gala la vimos por puro morbo. Por ver si Ronaldo y Blatter se saludaban, o por ver si Blatter saludaba a Cristiano como comandante (poniéndose la mano en la frente).

Ronaldo medio saludó a Blatter, y medio lo volteó a ver. Blatter tenía muchas pero muchas ganas de estrecharle la mano. Todo el tiempo se la pasó intentando hacer contacto visual con Cristiano, pero éste lo ignoraba, no sabemos si porque estaba nervioso y contento, o porque no quería ni ver a Sepp. De hecho, al final del agradecimiento de Cristiano (que en realidad no dijo nada), Blatter intentó nuevamente buscar a Cristiano, quizás quería abrazarlo o algo así, pero ni eso, Ronaldo seguía ignorándolo.

Esto fue lo que ocurrió en la entrega del Balón de Oro, donde el morbo se apoderó del evento, opacando un poco lo que sucedió en el resto del show. Por ejemplo, algo a destacar fue el reconocimiento que la revista France Football y la FIFA le hicieron al astro brasileño Pelé, a quien le entregaron un Balón de Oro a mejor jugador, ya que antes sólo los que jugaban en Europa podían ganarlo, y de alguna manera se lo debían. Las lágrimas de Pelé lo decían todo.

También sobresale el merecidísimo premio a Jupp Heynckes, quien se llevó el galardón como Mejor Entrenador del año, y esto sí fue merecido, además de que no había más quien le hiciera sombra.

En otras categorías, el sueco Zlatan Ibrahimovic se llevó el Premio Púskas a Mejor Gol del Año, por aquel memorable golazo ante Inglaterra en el 2012. En cuanto al futbol femenil, la alemana Sylvia Neid, se llevó el premio a Mejor Entrenadora del Año.

Otras de la curiosidades del evento, es que es una gala bastante acartonada, no tanto por la conducción o el contenido, sino por los invitados, que de veras no se ríen ni aunque les paguen; son fríos, aburridos y rápidamente hacen que cualquier comentario "chistoso" se convierta en un momento incómodo. Lamentable.

Eso sí, el programa como tal --porque también es un programa de televisión-- es aburridísimo. Durante más de una hora y media no pasa nada; en serio que es una pérdida de tiempo.

Y qué me dicen de Messi, que en serio esto de los trajes ya lo hace nomás por molestar. Pues resulta que ahora nos salió con un traje espantoso de color rojo. Qué bueno que es futbolista, porque como diseñador de modas se muere de hambre. Aunque, insisto, ya lo hace nomás para burlarse de sí mismo --o eso quiero pensar--.

Reiteramos, lo que llamó más la atención fue la última categoría, donde los tres mejores jugadores del momento se peleaban el premio. Al final, el evento se trató sobre Cristiano y si le daban o no el mentado Balón de Oro. Y se lo dieron, y ahora ya es el mejor del mundo, sólo bastaba el premio que lo constatara.

Foto | Getty Images