El camión del optimismo

México, Campeón del Mundo - Solo un sueño | Ximinia

Antes de cada justa mundialista, la ficción es algo casi inherente a la Selección Mexicana, y lo es porque los medios, los dueños, los dirigentes y los intereses así lo han decidido

En el futbol mexicano, es muy fácil caer en la trampa del ilusionismo, y más si se trata de la Selección Mexicana, un producto netamente comercial que se basa (y que está estructurado) principalmente en el ilusionismo, en el arte de engañar y hacerle creer a la gente cosas que no son o que simplemente no existen.

Argumentos nacionalistas sobre el futbol, pasiones fingidas, críticas que tienen de todo menos crítica; críticas modificadas según los intereses... Comerciales, campañas, promociones, publicidad al máximo, etc., etc., y un largo etc.. Las televisoras y los anunciantes (patrocinadores que tienen contratos con el futbol mexicano y la Selección), quienes prácticamente manejan el destino del futbol mexicano, nos invitan a anular nuestra percepción de la realidad, y como si se tratara de una guerra por la patria, nos dan boletos para subirnos al camión del optimismo, o lo que es lo mismo, nos invitan a que creamos todas las mentiras que ellos nos dicen a diestra y siniestra.

El negocio grande del futbol mexicano es el Mundial. Qué mejor momento, qué mejor evento que una Copa Mundial, donde la atención mediática del pueblo abunda, para vender un producto que no es lo que dice ser, pero que cumple perfectamente con su función: vender, vender y vender. ¿En base a qué? En base al poco/nulo criterio del mexicano y el optimismo desbordado y exagerado del mismo mexicano.

México, en el Mundial, posiblemente pierda todos sus partidos. Posiblemente gane 3-0 ante Camerún, o empate por la misma cantidad de goles (o empate a 2, a 1 o a 0), o posiblemente pierda por la mínima (0-1) o por goleada (0-3, 0-4...). ¿Y qué es todo esto? Nada menos y nada más que el reflejo del nulo nivel futbolístico de la Selección Mexicana. Tan mal está el equipo, tan perdido está el cuadro tricolor, tan mal armado se encuentra, tanta incertidumbre hay, que no sabemos a ciencia cierta cuál será el funcionamiento del equipo mexicano en el Mundial. Nadie se atreve a pronosticar nada porque es imposible.

Si tú no sabes cuál podría ser el rendimiento de una Selección, por mínima que sea la certeza, entonces algo anda mal. O mejor dicho, nada anda mal, porque en realidad no existe un equipo de futbol.

Miguel Herrera, Director Técnico de la Selección Mexicana de Futbol en conferencia de prensa 2014 | Ximinia
El chofer del camión.

En los Mundiales pasados sabíamos lo que iba a ocurrir, y hasta sabíamos que México iba a avanzar a la Segunda Fase, pero ahora para Brasil 2014 todo es incierto. Nadie sabe nada, nadie sabe cuál es el verdadero nivel de México y nadie sabe cuál será el resultado final en el Mundial. Ni Miguel Herrera lo sabe; dice que tiene algunas cosas claras, pero que no hay mucho tiempo y que por eso hay que ser mesurados, dice que todavía observa jugadores y trata de buscar complementos para un equipo que se encuentra en un 90% definido. Dice muchas cosas, pero lo único que dice es que está más confundido que nosotros.

En donde sí hay certezas es en el negocio que no se perdió, pues el equipo mexicano calificó al Mundial, lo más importante para el negocio que representa el futbol mexicano, y lo único por lo cual el futbol azteca se encuentra 100% satisfecho.

¿Cuál es el punto aquí? El punto es que estamos viviendo lo mismo de siempre, el punto es que estamos viendo delante de nuestro ojos --por enésima ocasión-- uno de los males del futbol mexicano (y quizás el principal problema): la prioridad del negocio sobre lo deportivo. Esto es lo que nos tiene donde estamos, es el círculo vicioso de siempre, la causa de todos los fracasos de México en los mundiales, la razón por la cual la liga mexicana es mediocre al punto de ser una característica de la misma. El creer que con dinero se puede comprar el nivel futbolístico, es el problema del futbol mexicano.

Este mal del futbol mexicano lo vemos todos los días, pero se magnifica en proporciones inimaginables cada cuatro años --seguramente usted ya se habrá percatado de ello, porque está por todos lados y en todas partes--. Vender, esa es la principal meta del futbol mexicano; vender ilusiones, alimentar un falso optimismo. Vender falsas promesas es la función principal de la Selección Mexicana, si juega mal o si no juega a nada, pasa a segundo plano. El futbol como tal no vende, pero hacerle creer a la gente que éste futbol es grande y que es capaz de todo, sí que vende.

Apesar de lo obvio, apesar de lo que vemos en la cancha, apesar de las carencias, apesar de todo, los que manejan el futbol mexicano quieren que creamos que México tiene la capacidad de hacer el Mundial más grande de su historia: "Hagamos el Mundial más grande de nuestra historia", dice uno de los tantos anuncios publicitarios, ¿y cómo se logra eso? ¿Con la imaginación? Claro, con la imaginación todo es posible. ¿Con el optimismo? Con el optimismo lo único que logras es engañarte a ti mismo, y más si se trata de un equipo mexicano que no sabe a lo que juega.

Sí, el optimismo del mexicano es la mejor herramienta para vender el producto nacional. ¿Cuántos mexicanos creen que México avanzará a la Segunda Fase? Muchos, quizás más de la mitad, ¿por qué? ¿Cómo es que creen eso después de lo ocurrido recientemente? Porque el pueblo mexicano, primero, no tiene memoria, y segundo, es optimista, pero no hablamos del "optimismo saludable", ese que siempre hay que tener como personas, sino de una especie de creencia sobre algo que en verdad creen que va a suceder, es decir, los mexicanos "optimistas" creen que México jugará los 8vos. de Final como decir que México jugará el Mundial. Osea, es todo un hecho, cuando en realidad nadie sabe qué va a ocurrir. Lo más probable es que México se regrese luego de tres partidos, pero los que se encargan de decir lo contrario y cambiar la realidad de la gente son demasiados, y están por todas partes, y entonces el optimismo acapara la atención.

Antes de cada justa mundialista, la ficción es algo casi inherente a la Selección Mexicana, y lo es porque los medios, los dueños, los dirigentes y los intereses así lo han decidido. Lo peor del caso, es que el aficionado, el país se deja ilusionar, cae fácilmente en el truco de magia, y entonces cree que todo es posible, cree que su Selección puede hacer el mejor Mundial de su historia. Es fácil, muy fácil vender ilusiones en un país que confía más en su optimismo que en la realidad de las cosas.

En el imaginario colectivo, la imagen de la Selección que más preponderancia tiene es la que los medios nos han vendido, parece ser la más aceptada, quizás porque es una irrealidad que nos hace soñar, y si hay algo que al mexicano le gusta es soñar. Soñar que se puede apesar de las carencias.

¿Hasta cuándo vamos a continuar con las falsas ilusiones? ¿Hasta cuándo vamos a despertar de una vez por todas? ¿Hasta cuándo vamos a seguir tomando muestro optimismo como parámetro de nuestra realidad? Es momento de decidir qué queremos: una Selección de fantasía o una Selección de verdad.

El camión del optimismo es equivalente al camión del engaño, pero mientras éste camión imaginario nos haga soñar y creer que sí se puede, entonces seguiremos engañándonos cada cuatro años (y de paso seguiremos manteniendo de pie el engocio del futbol mexicano).



Foto | Mexsport


El camión del optimismo El camión del optimismo Reviewed by José L. Bravo on 10:06 p.m. Rating: 5

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