La suspensión de Cristiano Ronaldo y la doble moral de la Liga española

A pesar de que pude haber dado un golpe de autoridad, no lo hice porque preferí cuidar mi negocio, en lugar de hacer valer el juego limpio.

Después de la agresión hacia un jugador del Córdoba, en un partido de Liga, y una burla descarada hacia la afición del mismo equipo por parte de Cristiano Ronaldo, uno hubiera esperado una suspensión ejemplar por parte de la Liga, pero no fue así, al contrario, la impresión que la Liga nos dejó fue de "protejan a la estrella, porque de eso vivimos".

Primero, cuando decimos "ejemplar" nos referimos a que la Liga no debió tomar en cuenta si era Cristiano o era Fulanito, siemplemente aplicar las reglas y la sanción que se merecía el portugués, sin tentarse el corazón. Pero, ¿qué pasó? Que la Liga, con tal de cuidar el espectáculo, su imagen y su negocio redondo, sólo suspendió a Ronaldo dos partidos, cuando a todas luces se merecía como mínimo tres partidos de suspensión. Y da la "casualidad" que en dos partidos será el derbi madrileño entre el Real Madrid y el Atlético, donde CR7 podrá estar sin problema alguno.

El protegido.

Por supuesto que esto llama mucho la atención también por la cercanía del Clásico de verdad, entre el Real Madrid y el Barcelona, y por lo que representa Cristiano Ronaldo, no sólo para el Real Madrid, sino para toda la Liga, es por eso que una suspensión tan floja, de tan pocos partidos, se presta para el sospechosismo. Está más que claro que Ronaldo metió la pata no sólo por agredir físicamente a un jugador rival (que lo hizo en más de una ocasión antes y después de que el árbitro se percatara), sino que además se burló de la autoridad (árbitro) y del equipo rival y de la afición local, al salir "limpiándose" el escudo de Campeón del Mundo, como diciendo "ustedes no son nada, y la expulsión no significa nada para mí, ya verán..."

Aquí la liga española, en mi muy particular punto de vista, queda como una liga que está más empeñada en vender su nombre como producto que como deporte --más de lo normal, pues cabe resaltar que hoy en día todas las ligas son productos comerciales--, pues al alejar a Cristiano de las canchas se crea un vacío muy grande en la imagen comercial de la Liga, y más si el partido más importante de la temporada, que es la columna vertebral de todo el futbol español, está a la vuelta de la esquina.

Hasta pareciera que la Liga se puso a analizar las consecuencias mercadotécnicas de echar a Ronaldo más de dos partidos; ¿Dos Clásico sin Cristiano Ronaldo en su mejor momento? Eso es algo que se piensa detenidamente, pero cuando se trata de aplicar la justicia y el Fair Play, me parece que no hay nada qué analizar. A Ronaldo no le dieron más partidos porque es Ronaldo, porque representa mucho para el Madrid y para la Liga, y esto lo dice la propia Liga al darle tan sólo dos partiditos.

Ahora, aquí también hay otro punto importante. ¿Qué hubiera pasado si en lugar de Cristiano, el que agrede y se burla de la fición es un desconocido? Por ejemplo, si un jugador del Éibar agrede a otro jugador y sale del campo haciendo un gesto de menosprecio hacia el equipo y la afición rival, ¿le hubieran dado dos partidos? ¡Por favor! Dejen eso si le dan dos o más partidos. Si en lugar de Cristiano, el agresor es otro, nadie se da cuenta, ni la Liga ni el aficionado. Aquí todos estamos encima de Cristiano Ronaldo porque es Cristiano Ronaldo, pero que sea Cristiano, que tenga una fama global, no justifica la dizque sanción de dos partiditos por parte de la Liga.

Es más, a mí se me hace que si el protagonista es otro, le dan más partidos porque se trataría de un desconocido que se merece todo el peso de la ley. Así o más absurdo.

Lo que ocurrió en el futbol de España, es una muestra de que muchas veces el negocio está por encima del juego limpio. Aquí la prioridad es la imagen, no importa que se tenga que defender a tramposos y manipular las reglas como se te antoje. Es lamentable que una liga con tanto prestigio envíe este tipos de mensajes; es un pésimo ejemplo. "El espectáculo ante todo", es el lema que nos deja este episodio de la liga española.

La Liga terminó por exhibir su doble moral y el poco respeto que tiene hacia el resto de los clubes y jugadores.

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