El cinismo de las barras deportivas y la sumisión de la Liga MX

Porra, aficionados, barras Sangre Azul del Cruz Azul | Ximinia Aficionados de la barra Sangre Azul, porra del Cruz Azul, irrumpiendo en los entrenamientos del equipo en La Noria, Clausura 2015 del futbol mexicano Liga MX | Ximinia

"Lo evidente es que a quienes nos gusta el futbol no queremos esto. Son situaciones que no pueden continuar, hay que hacer algo y alejar a quienes no compartan lo que desea la mayoría, que es pasarla bien": Decio de María, argumentando que no pretenden desaparecer las barras, sino sólo "alejarlas".

Supongamos que unos ladrones entran a tu casa a robar, tú intentas detenerlos y los golpeas. Luego, esos mismos ladrones, después de huir, van con la policía a denunciarte porque tú los agrediste cuando intentaban robar tu casa. ¿Cuál sería tu reacción?

Suena absurdo. Irreal... Pues algo parecido ocurrió de verdad. ¿Dónde? ¿Dónde más? Por supuesto que en México, el país donde todo es posible. Y para colmo, la sede de éste evento fue nada menos y nada más que el mismísimo futbol mexicano, donde también ya cualquier cosa es posible.

Resulta que seudoaficionados del Cruz Azul, miembros de la barra Sangre azul, hicieron acto de presencia en las instalaciones del equipo cruzazulino, ¿para qué? Para reprocharle al equipo su desempeño futbolístico --o eso es lo que decían éstos vándalos--. Afuera de las instalaciones, este grupo gritaba consignas en forma de cánticos (con un raro y extraño acento sudamericano). Hasta cierto punto, no había nada fuera de lo normal. Ya habíamos visto en el futbol mexicano a estas barras asistiendo a las instalaciones de otros equipos para apoyarlos, con cánticos, porras y toda la cosa, así que escuchar lo mismo para en forma de reclamo, no era tan extraño.

Pero luego la cosa se volvió anormal. Cuando parecía que la barra ya había dicho lo que tenía que decir y después de haber posado para los medios de comunicación ahí presentes, alguien --del personal del equipo del Cruz Azul-- abrió las puertas de las instalaciones para que dicho grupo de animación entrara e hiciera ahí su desmadre. Cuando entran, los jugadores se encontraban entrenando, y entonces el grupo de individuos comenzó a hacer lo suyo.

Primero, ¿en qué estaba pensando el que dejó entrar a estas personas? ¿Acaso pensó que dentro de las instalaciones éstas personas se iban a comportar? ¿Que no sabe esta persona que los barristas carecen de todo tipo de educación?

Y segundo, ¿cuál era la idea al dejarlos pasar? ¿Qué se pretendía? ¿Dialogar con ellos? ¿Demostrarle a ellos y a todo mundo que Cruz Azul sí escucha a sus aficionados? ¿Hacer que los jugadores se motivaran con los cánticos de "apoyo"?

Sea cual sea la razón por la que dejaron entrar a éstos tipos, fue una estupidez nunca antes vista en el futbol mexicano. En lugar de cuidar el lugar para que éstos barristas no entraran y agredieran verbal o físicamente a los jugadores, hicieron exactamente lo contrario.

También ha pasado que algunos equipos dejan entrar a sus barras para que sean parte del entrenamiento con sus porras, pero con la Sangre azul era distinto, porque dicha barra llegó con otras intenciones, así que lo normal hubiese sido que no les permitiesen la entrada.

Ya dentro de La Noria, los dizque aficionados comenzaron a hacer lo mismo que hacían afuera: insultar a los jugadores, según ellos como "una forma de reclamo" por el pobre nivel mostrado en la cancha, ya que además éstos "aficionados" creen que tienen derecho de ir a los entrenamientos, entrar e insultar a todo el equipo por el simple hecho de ser aficionados.

Los vándalos cantaban y cantaban porras llenas de insultos y groserías, mientras que los jugadores ni se inmutaron. Y de hecho, nadie se inmutó; las autoridades del lugar nomás veían cómo estos seudoaficionados se daban vuelo después de que los dejaran irrumpir en el inmueble. Nada más faltó que los policías se les unieran.

Otra vez, ¿en qué estaba pensando la gente del Cruz Azul al dejar entrar a estos maleantes? ¿Y si éstos tipos hubiesen estado armados? Porque no creo que los hayan revisado a la entrada, ¿verdad?

No hubiera sido tan irreal ver a estos seudoaficionados dentro de las instalaciones si, por ejemplo, hubieran entrado a la fuerza, pero les abrieron las puertas y les dijeron que podían acceder a las gradas y gritar cómodamente. Esto fue lo más bizarro de todo, que los dejaran entrar, que les dieran lugares para insultar y que les dieran espacio y tiempo, mucho tiempo para saciar su sed de incitación a la violencia.

Luego, la cosa adquirió otra dimensión aún más anormal. Después de este alucinante episodio --auspiciado por los encargados de dejar entrar a la emblemática Sangre azul--, después de que el Cruz Azul hiciera el ridículo, uno esperaría que los vándalos hubiesen sido arrestados, pero ni eso sucedió. De hecho, el Cruz Azul no presentó cargos, y ni siquiera reproches por la actitud de la barra (condenaron el hecho pero a secas), pero los que sí se sintieron ofendidos y agredidos ¡y hasta enviaron un comunicado oficial! fueron los de Sangre azul. ¡Hágame usted el pambolero favor!

Lo primero que tendríamos que preguntar es: ¿Los barristas saben leer y escribir? ¿Algunos de sus integrantes habrá asistido a la escuela? ¿Y desde cuándo los barristas envían comunicados? ¿Quién demonios creen que son? ¿Desde cuándo están tan organizados como para poder enviar comunicados? ¿Quién escribió ese comunicado? ¿Quién lo redactó? ¿De qué mente salió el contenido de ese comunicado? ¿Quién es el integrante de la barra con la capacidad intelectual como para poder escribir un comunicado? ¿De quién fue la idea de enviar un comunicado? ¿Cuál era la intención del comunicado? ¿Qué querían o quieren lograr con un comunicado?

Aunque parezca un chiste, la barra Sangre azul en verdad envió un comunicado a los medios --como si de una organización respetable se tratase--, donde se ¡quejaban! y ¡acusaban! a algunos jugadores del Cruz Azul de haberlos ¡agredido! Dicen que el portero Guillermo Allison los golpeó, que el "Maza" Rodríguez los escupió y otras agresiones más. ¡Pobrecitos! Si los de Sangre azul nada más fueron a insultar a los jugadores y a violentarlos y a gritarles en su cara que sus madres son unas putas. Solamente pretendían hostigar a los jugadores, nada más. ¿Acaso la noble barra Sangre azul se merecía ese trato humillante por parte de los jugadores?

Qué injusticia para los barristas: elementos del Cruz Azul no dejaron que los agredieran a gusto, que los encararan y los intimidaran. Los vándalos se sientieron ofendidos porque cuando salían de las instalaciones, los agredieron física y verbalmente...

Este tipo de eventos tan surrealistas son el reflejo de nuestra sociedad mexicana. Una sociedad con una escasa educación y una capacidad increíble para anular el sentido común. Personas agreden y luego salen diciendo que ellos fueron los agredidos. Sólo en México.

¿Acaso piensan los barristas que ir a insultar a los jugadores es algo digno de aplaudirse? ¿Acaso creen que ellos que lo que hicieron fue una especie de apoyo moral? Lo más indignante de todo es que estos descerebrados ni siquiera pisaron y ni pisarán la cárcel, que es lo que se merecen. Y al rato van a estar de vuelta en el estadio como si nada hubiera sucedido. Típico de una liga comandanda por una bola de inéptos que no saben lo que hacen. Una bola de burócratas que prefieren cuidar sus intereses en ves de cuidar la imagen de Liga, la integridad de los jugadores y la afición, la afición de verdad.

Decio de María Serrano, director general de la Liga MX futbol mexicano | Ximinia
Decio de María, experto vendedor de humo.

Al quedarte sin hacer nada, estás dando el visto bueno para que otros hagan lo mismo, para que otros desadaptados también quieran tomar las instalaciones y hacer suyo el lugar. Es el vivo reflejo de lo que sucede hoy en día en México, donde las instituciones ya son pisoteadas por cualquier persona que lo pida. Al quedarte con los brazos cruzados, estás dándole la oportunidad para que calañas como éstas personas de la Sangre azul conviertan al futbol mexicano en una liga sin ley, como el futbol sudamericano, donde los que mandan son las barras.

No estamos justificando la reacción de los jugadores del Cruz Azul. La violencia nunca es justificable, claro, a menos que sea en defensa propia; si alguien insulta tu persona (y además en tu cara), ¿acaso te vas a quedar callado? Cual sea el caso, ignoras al atacante o tratas de dialogar con él para luego alejarte. Pero aquí los vándalos disfrazados de aficionados se metieron hasta las instalaciones (o mejor dicho, los dejaron entrar), buscaron a los jugadores y los insultaron; nadie se quedaría callado cuando alguien te grita en tu cara que eres un hijo de la chingada y que son mejor que tú.

Lo triste y lamentable es que nadie hizo nada. Y al final nos dejan con la idea de que no pasó nada, cuando en realidad pasó mucho. La incapacidad de respuesta de la Liga MX y sus dirigentes es lo peor; Decio de María salió diciendo que "es algo que no quisieran ver", pero nunca dijo si están haciendo algo para evitar estos numeritos. Y además ni siquiera dijo si iban a tomar cartas en el asunto. Básicamente no dijo nada. Solamente lamentó el hecho, pero no dijo si la Liga suspendería de por vida a los inmiscuidos.

En España, un aficionado del Real Madrid fue suspendido de por vida por haber insultado a jugadores cuando éstos salían de los entrenamientos, luego de que perdieran ante el Barcelona. ¿Ya vieron? Allá sí tienen sentido común y sí existen y sí se aplican las reglas. En México, como que las autoridades y la liga están esperando a que suceda algo extraordinario para reaccionar y evitar que este tipo de asuntos sean cosa de todos los días. ¿O es que acaso lo sucedido con el Cruz Azul no les llamó la atención? Al rato, barristas secuestrarán a jugadores, y Decio saldrá a decir que es algo que no quisiera que ocurriera, y no sé si ahí sí tomarían decisiones serias.

Una vez más, se presenta una gran oportunidad para dar un golpe de autoridad --si es que la Liga sabe lo que significa la palabra "autoridad"--: sancionar de por vida a los vándalos de Sangre azul, que los equipos se pongan de acuerdo (que dejen de lado sus prioridades económicas) y eliminen a todas las barras que existen en el futbol mexicano, y punto. ¿Que no se puede? Chivas lo hizo una vez, y el Omnilife parecía un estadio familiar. Si Chivas pudo, ¿por qué los demás no? Si una vez se pudo tener un partido sin barras, ¿por qué no se pueden erradicar de una vez por todas las barras? Además, no he visto, no he escuchado que la Liga esté haciendo algo para acabar con este foco de violencia como lo son las barras seudodepotivas.

Sí se pueden desaparecer las barras, el problema es que nadie lo ha intentando seriamente.



Foto | Mexsport


El cinismo de las barras deportivas y la sumisión de la Liga MX El cinismo de las barras deportivas y la sumisión de la Liga MX Reviewed by José L. Bravo on 9:50 p.m. Rating: 5

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