Tan fácil que ni el propio América se lo esperaba

En una Final que se esperaba más cerrada, América demostró de lo que es capaz y Tigres de lo que ya no es capaz.

De manera muy ligera, casi discreta, Tigres era favorito para ganar, al menos, el partido de ida de la Liga de Campeones de la Concacaf 2016, pero lejos estuvo de conseguir la victoria, y no sólo eso, sino que además evidenció un precario funcionamiento futbolístico que lo aleja de toda posibilidad para el juego de vuelta.

Final de ida de la Concachampions. Tigres venía de ganar y América de perder en la liga doméstica. Ninguno parecía levantar la mano para decir "yo voy a ganar sin ninguna dificultad"; previo al choque, ambos equipos compartían similitudes futbolísticas, y así llegaban a una Final donde la incertidumbre sobre el funcionamiento de ambos era el plato principal del encuentro.

Todo se vino abajo después de 90 minutos. América aplastó con un gran despliegue futbolístico a un Tigres cedado. Los felinos nunca despertaron; cayeron con la cara a las estrellas. Ahora ya teníamos el panorama más claro: América sabía lo que hacía en la cancha, mientras que Tigres se perdió en el abismo de la incapacidad; ni atacó bien y ni defendió bien. Se quedó estático ante un América que sabía a lo que iba.

Todo lo que favorecía a Tigres --su localía, su afición, su plantel, etc.-- se fue diluyendo junto con el resto del equipo. Fueron arrastrados por un América que jugó tan bien que hasta lucía irreconocible. El parado táctico de América le funcionó a la perfección, y yo diría que hasta superó sus expectativas: no recibieron gol y ganaron el partido. En una Final donde no eran tan favoritos, Las Águilas terminaron casi sentenciando la Final.

Se esperaba mucho más de Tigres y no se esperaba tanto del América. En 90 minutos, Tigres mostró una gran cantidad de carencias que lo dejan casi sin posibilidades para el juego de vuelta; tuvo mucho tiempo la pelota, llegaba al área (con la complacencia del medio campo americanista) pero nunca pudo definir, nunca pudo encontrar los espacios y además le faltó ser más creativo en el área rival. Gignac estuvo desaparecido, un jugador que es prácticamente el motor del aparato ofensivo. El resto tampoco estuvo en su mejor noche. La más clara del partido para Tigres la tuvo Aquino, y la terminó volando por encima del portero azulcrema. A pesar de que América salió a esperar, Tigres se vio bastante débil en la zona defensiva; otro equipo con más propuesta ofensiva, lo termina goleando.

Tigres vs. América, Final de ida de la Liga de Campeones de la Concacaf 2016 | Ximinia

Lo más preocupante de Tigres es su nula respuesta, su opoca capacidad de reacción, algo que le terminó costando el triunfo. Este equipo no mostró ni garra ni coraje ni determinación, cosa que en una Final es fundamental. El que sí mostró pundonor fue el América, un equipo que se vio pulcro y bien trabajado, lo cual me deja pensando, ya que no sé si se debe en gran parte a Ambriz y compañía o al rival anestesiado que tenían enfrente.

Lo que sí es cierto es que América dio un partido digno de una Final. América entendió cómo debía jugar el partido y cómo llevar a cabo el planteamiento. Básicamente, América salió a esperar y a contragolpear, y lo hizo de manera impecable. Una defensa ordenada y que nunca se perdió en las marcas, fue la clave del triunfo americanista. Tuvo que ver también el débil ataque felino en la victoria azulcrema, pero la mayor parte del mérito, al parecer, se lo lleva el América, quien mostró un mejor juego colectivo e individual que su adversario.

Poco a poco, a lo largo de los 90 minutos, Las Águilas fueron tomándole la medida a un Tigres que no culminaba sus aproximaciones y que nunca fue un equipo realmente peligroso, y al final el América le terminó ganando con un lapidario 0-2, un resultado justo y que hasta se queda corto por lo mostrado por ambos equipos.

A pesar de que hombre por hombre Tigres supera al América, en cuanto a planteamiento el América le pasó por encima, y por mucho.

Todo parece indicar que para el juego de vuelta, los azulcremas saldrán a jugar como lo hicieron en El Volcán. No creo que se tiren tan atrás, pero con el buen futbol defensivo que mostraron y los contragolpes letales, es más que suficiente para darle la estocada final a un equipo felino que dejará muchos espacios y que, sobre todo, se ha metido en un bache del cual no sabe cómo salir. Claro, si la irregularidad no se hace presente, América no tendrá problemas para obtener el Bicampeonato de la Concacaf.

Lo que podría pasar en el juego de vuelta de la Concachampions es lo siguiente: América, jugando de manera similar al partido de ida, manejando el encuentro ante un Tigres luchando contra sus propias carencias... Pero como estamos hablando de dos equipos mexicanos, algo me dice que lo que veremos en el juego de vuelta, en nada se parecerá al juego de ida, donde cualquiera podría ser Campeón.



Foto | Mexsport


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