Real Madrid, tricampeón de la Champions League

Villano y víctima, en eso terminó convertido el arquero del Liverpool que cometió dos errores que sentenciaron la Final.

Una Final inaudita, casi sui géneris, la que protagonizaron Real Madrid y Liverpool. Inesperada a más no poder, la Final de Kiev iba por un lado y terminó yéndose por otro; Real Madrid estaba perdido, no sabía por dónde ir, entonces apareció el Liverpool y le enseñó el camino hacia la gloria.

Previo a la Final, Dua Lipa se encargó de inaugurar el encuentro con su estilo insípido y aburrido. Dua Lipa no sólo no sabe de futbol, sino que además no sabe cantar; siempre me ha parecido una cantante superficial y desabrida. Ni invitando a Sean Paul pudo con su tedioso espectáculo. Eso sí, de que es preciosa, es preciosísima.

Tras el exabrupto de Dua Lipa, daba inicio el partido.

Efectivamente, el Real Madrid estaba siendo presa fácil del Liverpool, quien estaba jugando como debe jugarse toda Final: propositivo, encarador, ofensivo y decidido. Madrid lucía inerme, y se asemejaba más al Madrid que perdió ante la Juventus en las Semifinales pero donde avanzó gracias a un polémico penal. Pero aquí no hubo penales, hubo errores, errores garrafales y cruciales, todos ellos del Liverpool, que comenzó a colapsarse al 31', cuando su gran estrella Mohamed Salah saldría lesionado. Fue al 31' cuando el Real Madrid vio la luz al final del túnel.

Pero los errores del Liverpool tenían nombre y apellido: Loris Karius. Villano y víctima, en eso terminó convertido el arquero del Liverpool que cometió dos errores que sentenciaron la Final. Al 51', un saque con las manos es interceptado por Karim Benzema, quien envía la pelota hacia las redes; se trataba de uno de los fiascos más emblemáticos del futbol, que además pasará a la historia por tratarse de una Final de Champions League. Al 55' Sadio Mané empata el partido, y Karius respira, pero más tarde las cosas empeorarían y Karius terminaría de grabar su nombre con letras de oro en la historia del futbol europeo.

Al 64', Gareth Bale, bañado en la magia del Real Madrid, anota uno de los mejores goles de la Champios League; Madrid 2-1 Liverpool. Karius no sólo había cometido una de las pifias más grandes en la historia del futbol, sino que encima era antagonista de uno de los goles más impresionantes de la competición. ¿Qué más podría sucederle?

Al 83', nuevamente Gareth Bale, inspiradísimo, saca un disparo desde fuera del área, al balón se dirige hacia las manos de Karius, pero éste no sabe si rechazarla, tomarla, desviarla o desaparecerla, y entonces la pelota le dobla las manos y el alma, y la pelota se incrusta dramáticamente en la portería. ¿Qué más podría sucederle a Karius? Nada; ya todo le había sucedido.

Real Madrid gana el partido 3-1 y, ante la incredulidad de todo mundo, se convierte en tricampeón de la UEFA Champions League.

Con tantos errores de por medio, resulta un tanto complicado analizar el partido y el triunfo del Real Madrid. No sé si la lesión de Salah fue lo que desató la hecatombe de los Reds, pero a partir de la salida del egipcio, el Madrid se adueño del partido y mostró mejores argumentos colectivos y, sobre todo, individuales; no sólo fue beneficiado por los errores del Liverpool, sino que además se impuso futbolística y anímicamente.

Real Madrid sabe cómo jugar y ganar las finales, y 13 títulos lo corroboran. Liverpool se midió ante uno de los grandes de Europa que además vive una gran época, pero para su mala fortuna en la Final se cayó, cometió errores, pero no supo cómo sobrellevarlos ni cómo levantarse.

Foto | Getty Images