América y su cruz de olvido

América y otra historia, otro Torneo, otra campaña para el olvido.

Así termina un Torneo más para el América, decepcionante a más no poder, ahora viene la famosa reconstrucción, renovación o depuración, en donde se supone que tienen que volar varias cabezas, nalgas y piernas; los jugadores serán los primeros en probar la guillotina, van a tener que agarrar sus chivas (válgame la expresión) e ir buscando otro rumbos, y en el caso de algunos, otros rubros.

El problema de todo esto, como hemos dicho muchas veces, es que si piensas erradicar el problema de una vez por todas, hazlo de raíz; si va a ver una reconstrucción (como tanto andan amenazando), entonces tiene que ser parejo y sin excepciones: jugadores, técnicos y por supuesto DIRECTIVOS.
Sí, los tan mentados y adorados directivos, esos que casi nunca son criticados por que a la gente le gusta irse por la más fácil y cargarle todo el muertito a los futbolistas y técnicos. No, en el caso del América, la directiva tiene mucho que ver, es igual de culpable que los demás.

Sólo hay que preguntarnos, ¿qué ha hecho Bauer desde que llegó? El sonrisitas sólo es bueno para hacer homenajes y presentar jugadores con esa carita de niño con cara "no me trajeron nada San Claus". Michel Bauer y compañía también tienen que ir preparando el equipaje, meter dentro la malaria que cargan e irse por donde vinieron.

Pero ese cuento yo no me lo trago, la dizque reconstrucción completo del plantel, ¿cuántas veces hemos escuchado esto? Esto se ha venido diciendo desde aquel 2006 cuando el declive americanista comenzó a gestarse en los campos sagrados de Coapa.

América sufre de todo, lo cual lo ha llevado hasta estas instancias, como el mal momento del 90% de sus jugadores, la indiciplina y las malas decisiones para escojer a un entrenador, y además, las malas decisiones del mismo entrenador a la hora de dirigir. A todo esto hay que sumarle todo esa mala racha que viene arrastrando desde torneos atrás, y claro, el mal manejo por parte de sus ilustres directivos.

Y ni hablar del baby Emilio Azcárraga, ahora sale diciendo que tiene que haber cambios radicales en el equipo, ¿y desde cuándo le preocupa y se ocupa de SU equipo?.

América y sus bochornosos torneos lo han llevado ha tocar fondo, y por si eso fuera poco, el fantasma del descenso le anda echando uno que otro coqueteo. La penuria americanista no parece tener fin, o mejor dicho nadie tiene la capacidad de solucionarlo.

Y debemos terminar con la frase que ya es una constante en el América y que lo sigue a todas partes: ¡Hasta cuándo América, hasta cuándo!.