La semana que termina es una de aquellas para enmarcarse y luego venderlo al mejor postor. La Liguilla del futbol mexicano nos ha regalado otro de sus muchos enigmas, y no ha dejado perplejos ante su poderío futbolístico; dejando en claro que no por nada es la mejor liga del mundo.
El futbol mundial está de luto, el América no pudo acceder a la Final del Clausura 2012 del futbol mexicano, al no poder vencer, y ni siquiera hacerle un rasguño, al Monterrey en el partido de vuelta de las Semifinales.
Además de exhibidos, mojados y eliminados
Pues sí, como era de esperarse, el América no pudo llegar a la tan soñada Final del Clausura 2012 del futbol mexicano, la liga más fantástica del mundo.
Y no pudo conseguirlo gracias a su poca actitud ganadora en el partido de vuelta, gracias a la ineficacia de sus delanteros y, por consiguiente, de sus individualidades; Las Águilas, cuando parecía que habían adquirido un cierto nivel competitivo, se quedaron a la mitad de su máxima capacidad futbolística. Y más si en frente tenían al que, si no pasa nada raro, será el nuevo Campeón del futbol mexicano: Monterrey.
A diferencia del partido de ida en el Azteca --la casa que Paul McCartney destruyó--, en esta ocasión vimos a un América arrancando el juego un tanto retraído y sin proponer el partido, ya que se suponía que ellos eran los necesitados, en cambio vimos a un América precabido y cuidando que no les hicieran el primero porque todo se vendría abajo; esperando y estudiando al rival para ver qué traían y qué tramaban. Pero para mala fortuna del americanismo, el gol tempranero sería a favor de Monterrey, con un gol de cabeza de Basanta al 9', y después de éste gol, cuando creíamos que América se iría con todo al frente arriesgando un poco más, pues no. El equipo de Coapa fue incapaz, como en toda la Liguilla, de responder a los ataques de un Rayados que salió a mil revoluciones, a matar y acabar con el enemigo, además de que Christian Benítez siguió haciendo el ridículo hasta el Final de esta Liguilla, porque se fue sin hacer gol; el ecuatoriano, en esta Liguilla, se vio más ridículo que un hombre cantando la canción "Qué bello".
La escuadra americanista dio un partido sin convicción, nunca se notó que estaban peleando por la Final, pues parecía que esperaban algún error del Monterrey o del árbitro, y ya ni el estado de la cancha (que parecía playa artificial de la Ciudad de México) les sirvió a los pupilos de Miguel Herrera, que hizo lo que pudo, porque no había más qué hacer con un equipo así.
América se queda in albis, y de esta manera termina otra temporada que, al inicio y a la mitad, pintaba y prometía para más.
Lo de Rayados sigue siendo admirable y ejemplar; un equipo realmente sólido (no como otros que tienen resuelto un partido y al final les terminan eyaculando en la cara) en todos los aspectos, además de que ya cuenta con mucha experiencia en Liguillas y Finales, y nada más hay que ver quién es su flamante técnico, que por cierto, si Vucetich fuera argentino o brasileño ya estaviera en Europa levantando la Europa League o "La Orejona".
Monterrey es el digno finalista y aspirante directo, favorito, total y absoluto para levantar la Copa, aunque su rival, Santos, siga festejando como si ya fueran Campeones. Aunque, si Chucho Benítez se las vio negras (pues porque es negro), "Chupete" Suazo anda más o menos igual de peleado con el gol, ya que en lo que va de la Liguilla no ha podido anotar, sí ha aparecido y colaborado, pero nomás no puede mojar, haber si en la Final por fin despierta.
Cuando todo parecía perdido
Y para los que no creían que el futbol mexicano es un proyecto más de la Iniciativa Dharma, pues el partido de vuelta entre Santos y Tigres nos lo demostró, y además comprobamos que el balompié nacional es más inestable e impredecible que cualquier gobierno de Medio Oriente.
Un juego de vuelta que parecía ofrecernos poco, terminó convirtiéndose en el mejor partido de todo el Clausura 2012, y no tanto por el agónico y dramático final, sino por cómo se jugó y cómo se fue desarrolando el encuentro a lo largo de los 90 minutos, y porque ya todos dábamos por hecho que la Final sería el Clásico regio entre Rayados y Tigres, lo cual al final se vino abajo de manera estrepitosa e inpensable.
Desde el inicio, Tigres mostró más gallardía y rápidamente, sin pensarla dos veces y sin medir al rival, se fue al frente a buscar el partido, que es a lo que fue, y no como otros que salen a especular y esperar que el rival te ataque primero. Esto al equipo felino le dio frutos apenas al minuto 6', en un fino remate de cabeza del chileno Héctor Mancilla que batió a Oswaldo Sánchez, que como siempre, el portero santista nunca aparece en los partidos importantes. Éste gol encendía las alarmas en Torrión,Cuagüila, pero la calma en Santos aún continuaba, ya que después de eso gol equilibraron el partido, esto con la complaciencia de Tigres que después del gol se relajó (algo típico del futbol mexicano) y ya no buscó con más ímpetu el segundo; Santos parecía que quería despertar, y con aproximaciones al área felina comenzaba a esbozar alguno que otro disparo, pero sin ningún daño para los palos de Palos.
Luego de que Tigres ano-tara el primero, y Santos tomara las riendas del juego por un gran lapso, llegaría un valde, no de agua fría, sino de cemento, porque al 26', nuevamente Mancilla, en una jugada al estilo de la gran mentira llamada Neymar, se quita a Jelipe Baloy y sólo ante ante el errático Oswaldo se la mete todita hasta el fondo, y sin vaselina, marcando así el 2-0 que estaba sentenciando la serie, ya que Santos mostraba un juego decadente y sin ningún resultado. El gol sorprendio hasta los propios Tigres, que nunca pensaron que hiba a ser tan fácil anotar dos goles en menos de 30 minutos al siempre peligroso Santos Laguna.
En Monterrey, donde las gotas de lluvia son de chocolate, ya se estaban preparando psicológicamente, porque hiban a tener el Clásico Norteño en una Final, nada menos y nada más. Pero así como el sueño del Clásico y la Final se simentaba, de igual forma se iría, ¡Aww...!
Luego de un interesante y entretenido primer tiempo, era momento de que Tigres completara la obra. Ya con un Santos que comenzaba a ser víctima de la desesperación y la incertidumbre, la escuadra regia hizo el partido que tenía que hacer; después de conseguir los dos goles que le daba el pase y cuyo resultado los llevó a tener un partido cómodo y casi sin complicaciones, se echó para atrás a cuidar el partido y el marcador, comenzando a jugar al contragolpe. Y cuando pensábamos que Santos arrancaría el segundo tiempo echando todo al frente, el que salió con ganas de más fue Tigres, que no dudo en buscar el tercero, gol que ya nunca llegó.
Tigres era ineluctible, mientras Santos seguía luchando consigo mismo; más allá del minuto 70, la Final ya parecía tener a sú último invitado, pero nadie contaba con la hazaña que Santos haría minutos más tarde.
Antes de que esto ocurriera, Lucas "El anoréxico" Lobos, al minuto 78', tuvo el tercer gol, el que mataba y acababa con todo, pero, como cualquier ser humano en el mundo, la falló; sólo ante la portería, simplemente tenía que empujarla, pero el destino tenía puesta la camiseta de Santos (que pésimos gustos tiene el destino).
Y si tampoco creen que el 21 de diciembre se acabará el mundo, pues entonces ¡chequea esto!.
Horas antes del Santos vs. Tigres, en la ciudad de Manchester, Inglaterra, ocurría un verdadero milagro futbolístico que sólo vemos en la serie animada Los Súpercampeones, ya que el Manchester United y Manchester City se peleaban el título de la Premier League 2011-2012 (la segunda mejor liga del mundo, sólo por debajo del futbol mexicano). El Man City tenía que ganar su partido ante el Queens Park Rangers (que créanlo o no, es un equipo escocés) para ser Campeón (sin importar lo que el Man UTD hiciera), mientras que Manchester United también tenía que ganarle al Sunderland y esperar a que los Citizens no lo hicieran. Pues eso se estaba dando, los Red Devils ya tenían el juego resuelto, y el Man City se las estaba viendo negras al ver cómo se le hiba el título, ya que el marcador era de 1-2 en contra, a poco menos de 10 minutos para que ambos partidos se acabaran.
En el partido del United se agregan 3 minutos, y en juego del City se gregan 5 (para que vean que no sólo en México el Monterrey tiene palanca en el arbitraje); y cuando el United ya se veía Campeón, el Man City, en tan sólo dos mugrosos minutos, anota dos goles para darle vuelta al marcador y coronarse Campeón, aunque usted no lo crea. La incredulidad se apoderó del United, que vio como les arrebataban el Bicampeonato en tan sólo 180 segundos (90+90=180, por si fueron a escuela de gobierno), y no sólo la forma en que el City fue Campeón es de llamar la atención, sino que además Los Ciudadanos no eran Campeones desde 1968, hace 44 (2012-1968=44), cuando todavía los Beatles dominaban el mundo. Así que este Campeonato significa más que una voltereta.
Esto, que fue cardiaco y una verdadera hazaña, parecía que no lo volveríamos a ver en mucho tiempo, pero no. Cuando creíamos, cuando pensábamos y cuando dábamos por finalista a Tigres, pues que los astros se alínean y resulta que, también en menos de 5 minutos, el Santos Laguna (que se caracteriza por tener una afición regionalista e inmadura) hace la proeza de empatar el partido a 2 goles y conseguir así el pase a otra Final, que de seguro también la van a perder, pero la hazaña estaba hecha y había que festejarlo; nadie lo podía creer, ni ellos y ni los propios Tigres, es más, hasta los propios aficionados de Rayados sintieron feíto al ver cómo eliminaban al odiado rival. Todos nos sentimos mal, tanto así, que Tigres debería presentar una queja ante la FIFA por daño psicológico y moral, esto no se vale, y no se va a quedar así.
¿Y quién anotó los goles? quién más sino Luke Skywalker, también conocido como Oribe Peralta, el Elegido de Nazaret para salvar al mundo y enviar al Santos a la Final. Lo curioso de los dos goles, es que los hicieron cuando quiesieron, el equipo felino se quedó estático y como anesteciados, sin ninguna reacción ante el inminente empate. Tigres, apesar del traumante empate, fue en busca del tercer gol, pero ya lo hacía más con la sangre y las lágrimas que con la cabeza.
Éste sí fue partido de Liguilla y de Semifinal; desde aquel América vs. Necaxa de la Final de vuelta del Verano 2002 (donde América es Campeón gracias a un gol de Hugo "El Misionero" Castillo), no habíamos presenciado un partido de esta magnitud.
Así, con todo y un inesperadísimo final, el Santos, una vez más, está en otra Final. Tigres, qué podemos decir de Tigres, pudo haber resuelto el partido desde antes, ya que tuvo varias jugadas que pudieron haber terminado en gol, y si le meten más presión al asunto lo consiguien sin problemas, pero el futbol es así; el sueño del Bicampeonato se ha esfumado, bienvenidos a la realidad, Tigres.
De esta forma concluye una atípica Liguilla más del futbol mexicano, donde vimos casi toda la escencia del futbol mexicano. Ahora falta la cereza en el pastel: la Final, donde, si no pasa nada realmente extraño y fuera del contexto del futbol mexicano, Monterrey se alzará con otro Campeonato más, y Santos terminará de una vez por todas por conseguir el mote de Subcampeonísimo para siempre.
Fotos | Mexsport
Hazañas y Campeonatos que dejan sueños rotos
Reviewed by José L. Bravo
on
8:51 p.m.
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