"Canelo" no peleó... aprendió

Si quería demostrar algo, lo logró: demostró que no pertenece al nivel más alto del boxeo, demostró que no le había ganado a nadie; demostró que todavía le falta mucho para medirse ante rivales de gran calibre, y demostró que Televisa lo había alejado de su realidad (estamos hablando del "Canelo", por cierto).

Pregunta para "Canelo": "¿Se le puede vencer a Mayweather?, la respuesta del "Canelo": "Sí, seguramente hay alguna manera de vencerlo". Y evidentemente él no conocía ésa manera.

Éstas y otras preguntas recaen ahora mismo sobre Saúl "Canelo" Álvarez, quien la noche del sábado 14 de septiembre, perdió contundentemente ante Floyd Mayweather Jr., en pelea de 12 rounds. 12 rounds donde el estadounidense hizo lo que quiso con la figura de Álvarez; fue un día campo para Mayweather, pues el TMT estuvo ante un oponente estático que nunca lanzó un golpe que llamara la atención, y que nunca hizo o intentó nada para sacar algo más del combate.

Lecciones de boxeo
La tan esperada y súper promocionada pelea entre el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez y el estadounidense objetivista Floyd Mayweather Jr., había llegado. Dos boxeadores en su mejor momento, uno mejor que el otro. La fecha estaba marcada, y el final de la historia ya era por todos conocido.

"Canelo" Álvarez fue vencido de gran manera por Mayweather, no sólo de manera clara y contundente, sino que además de forma vergonzosa, dando pena ajena. No es que "Canelo" tuviera oportunidad ante tremendo pugil, no lo tenía, pero por lo menos hubiera mostrado esas cosas que ante peleadores anteriores había enseñado (independientemente de que eran boxeadores inferiores). En cambio, vimos a un Saúl tenso, lento y prácticamente como estatua. De hecho, éste es uno de los puntos claves de la pelea, y éstos puntos son los siguientes:

1. "Canelo" era una estatua.
2. La impactante velocidad de Floyd.
3. La inexperiencia y el poco oficio de "Canelo".
4. La inteligencia y la fuerza de Floyd.
5. Al "Canelo" lo lanzaron al ruedo demasiado pronto.

Si juntamos todo lo anterior, el resultado es la pelea del sábado; un boxeador mexicano inpacaz de salir de su "estrategia", incapaz de lanzar golpes certeros e incapaz de buscar arriesgarse en una pelea donde no tenía nada que perder, pero sí mucho que ganar.

Al final, faltó esa convicción, esa garra y utilizar a tu favor la psicología del momento. Pero "Canelo" nunca hizo nada de lo anterior; se encerró, esperó a Floyd y terminó siendo bapuleado de fea manera.

Desde los primeros rounds, la cosa no pintaba bien para el tapatío; no iba al frente, no presionaba, no buscaba al rival, lanzaba golpes con precaución (aunque sin poder alguno), pero siempre cuidando que no le derribaran de un sólo tiro en los primeros espisodios; este "miedo" hizo que el "Canelo" se mostrara pasivo a más no poder, temeroso de ser noqueado. Mientras tanto, Mayweather esperaba y atacaba, y cuando lo hacía era un verdadero rayo; un relámpago de golpes, y hablamos de golpes sólidos y efectivos. Y esto no es tanto de experiencia, sino de talento.

De nada le sirvió al "Canelo" sus 23 años, pues Floyd (con 36) le dio lecciones de cómo pelear en un combate de verdad y ante un peleador hecho y derecho, y no de plástico y prefabricados como los que previamente había vencido.

Conforme los episodios iban avanzando, la desesperación del mexicano era más que evidente; comenzó a ponerse nervioso, entró en una especie de pánico; sus golpes eran cada vez más lentos y débiles, ni siquiera le hacían cosquillas a Mayweather.

Mientras "Canelo" luchaba ante la adversidad, el moreno Floyd parecía que estaba en el gimnasio dándole golpes al costal. "Canelo" nunca intentó algo diferente para poder causarle daño al local, al contrario, Mayweather era quien se avalanzaba con espectaculares golpes que en verdad hacían daño.

Luego, los doce asaltos se habían ido, a la pelea no le pasó nada; no fue grande, no fue llamativa, simplemente vimos al mejor libra por libra cumplir con el negocio. Pero en donde si pasaba cosas era con el "Canelo", quien cayó en la desesperación por no conseguir nada, pues por más que lo intentó no pudo hacerle daño a su oponente. Mayweather nunca se despeinó.

Aunque claro, no podían faltar los sustos, ya que cuando se está anunciando al ganador, el vocero nos dice que uno de los jueces había registrado un empate a 114, mientras que el resto le daba ventaja a Mayweather por diferencia de 5. Y los fantasmas regresaban al boxeo, pues todo parecía a puntar a un robo descarado en Las Vegas, pero afortundamente para la reputación del boxeo, sólo fue un juez el que enloqueció.

De esta manera, el "Canelo" se lleva una golpiza que se supone tiene que servirle de aprendizaje, pero ya veremos cómo lo asimila. Tiene mucho futuro, de esto tendrá que aprender, pero también hay otra cosa que tiene que tomar en cuenta, al igual que las personas que lo manejan: una cosa es ganarle a peleadores inferiores, y otra muy pero muy distinta medirte ante rivales como Mayweather, donde una televisora te limpió el camino, en lugar de haber llegado hasta ahí por cuenta propia, es decir, en base a resultados reales, y no maquillados.

Días antes de la pelea, Mayweather, en una entrevista, decía: "...Simplemente le estoy cumpliendo el deseo al muchacho de pelear conmigo, y yo decidí darle la oportunidad... En realidad no es un rival que me vaya a exigir demasiado". Que razón tenías, Floyd, bastante soberbio, pero que razón tenías. Para Floyd esta pelea fue una especie de entrenamiento, un combate para reafirmar (por si faltara) su poderío y para decirle al mundo que es uno de los mejores de todos los tiempos --lástima que su humildad lo contradiga--.

Por increíble que parezca, Mayweather no tiene debilidades, no se le ve por dónde; tiene algunos detalles, pero son mínimos, son invisibles para cualquier boxeador. Sí, es el mejor del mundo. Y seguramente muchos se preguntan, ¿y dónde estaba antes? Pues detrás de la sombra de Pacquiao, otro fenómeno del cuadrilátero, aunque que no sabemos si era de verdad o sólo estaba viviendo un buen momento.

Acerca del tema televisivo. El "Canelo" tiene que tener una cosa muy clara, si quiere sobresalir en este medio, tiene que comenzar por rodearse de personas que sepan lo que mejor le conviene deportivamente, y no comercialmente. Televisa ha hecho un negocio con él, y para muestra lo que acabamos de ver en Las Vegas; a Saúl tuvieron que llevarlo poco a poco, me parece que esta pelea con Floyd fue demasiado precipitada, el "Canelo" no estaba listo, y además ante qué rival lo pones. El "Canelo" no debió estar ahí en Las Vegas ante Mayweather; algo o alguien lo forzó, adelantó su carrera. Esto debió de haber llegado con el tiempo, no de esta manera.

Televisa infló al "Canelo", lo envolvió en un papel mercadotecnico y lo lanzó al mercado como un producto boxístico real. No, el "Canelo" no es una realidad, es una promesa. La única realidad es que al "Canelo" lo maquillaron demasiado.

El "Canelo" tiene que ir de escalón en escalón; pelear ante boxeadores de su categoría, pero sin consentirlo --como ponerles boxeadores de un nivel inferior como lo venían haciendo--, y luego medirlo ante boxeadores de un nivel más competitivo, y ya cuando esté preparado, cuando haya adquirido el suficiente conocimiento, entonces lo pones ante monstruos como Mayweather. Pero no ahorita que apenas está iniciando.

"Canelo" demostró que tiene mucho que aprender, demostró que ha sido explotado y sobrevalorado por la empresa quien lo maneja (al igual que Golden Boy Promotions [que ya no sé quien es el que manda en todo esto]), y sobretodo nos dejó claro que todavía no está y que no pertenece al nivel de Mayweather.

La prisa, la necesidad de otros, hicieron que "Canelo" sucumbiera terriblemente ante el mejor del mundo. Cuando no tenía que ser así. ¿Cuál era la necesidad de hacer esta pelea? ¿Qué se quería demostrar? ¿Qué se quería lograr?

Este día ya se veía venir, pero llegó auspiciado por Televisa, dueños de la imagen y la carrera del "Canelo".

Foto | Getty Images