Peca y sobrevivirás

Según la ignorancia que domina al mundo, la llamada religión, nos "enseñó" que los pecados son errores que no debemos repetir. Pero parece existir una razón científica por la que a veces nos salen cuernitos en la cabeza y una cola terminada en flecha.

Científicos de la Universidad de Northwestern de Ilinois llegaron a la conclusión, tras estudiar varios casos, que cuando vemos porno nuestro cerebro activa áreas especiales que tienen que ver con el instinto de supervivencia. De esta forma, la lujuria estimula nuestro instinto por procrear y, en ese sentido, por preservar la especie.

Los mismos estudios llegaron a la conclusión de que la gula funciona de manera similar, pues al encontrar placer en comer, el ser humano se encuentra programado para seguir haciéndolo. El problema, al igual que con el pecado anterior, es que en ocasiones no sabemos controlar nuestros impulsos.

La pereza se relaciona con la necesidad de economizar energías, tomando en cuenta que para el hombre de las cavernas no resultaba sencillo encontrar comida para reponer sus fuerzas.

Investigaciones del Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Japón realizaron un experimento en el que varios individuos debían leer los perfiles de personas con los mismos objetivos que ellos, pero con más éxito en la vida. Así, se descubrió que la envidia es útil para la superación. Algo muy similar pasa con la soberbia, que alimenta la autoestima.

Pero como dijimos antes, en ocasiones el ser humano no sabe controlar esos impulsos y termina abusando de ellos y en ocasiones haciéndose daño. Pero si todo está bien controlado, las cosas resultan bien.