Después de ver el Preolímpico 2012 de la CONCACAF (Torneo donde 8 selecciones se disputan dos boletos a Juegos Olímpicos), los equipos, los juegos y resultados... queda claro que la zona de CONCACAF sigue siendo una de las peores del mundo, quizás alguna que otra asiática le compita, pero la CONCACAF es única en su nivel.
Luego de que la Selección Mexicana de Futbol ganara su pase a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 --algo que consiguió caminando, aunque en la Final tuvo que trotar un poco--, al ganarle casi por goleada a todos sus rivales y en la Final 2-1 a Honduras (en tiempos extras), se corroboró y nos quedó muy, muy claro que el nivel futbolístico que se despliega en Concacaf es casi amateur, casi semiprofesional.
Aún sabiendo todo esto, los periodistas y directivos no hicieron otra cosa que hacer uso de la mentalidad perdedora y mediocre de los mexicanos, alegando que México tenía la obligación (una palabra bastante peyorativa para la Selección Mexicana) de ganar el Torneo y conseguir el pase a Londres 2012, pero que esto sería muy complicado, ya que la última ocasión nos quedamos en el camino por no hacer un Torneo como se debió de hacer y no ganarle a equipos de una mediocre calidad como ¡Guatemala! (por poner un ejemplo), y porque los rivales que esta vez El Tri enfrentaría no serían nada fácil, ya que eran Selecciones con un nivel competitivo y que harían complicada la competición para el equipo tricolor, las selecciones a las que se referían eran Trinidad y Tobago, Honduras, Panamá y Canadá, y no, no es chiste.
Por el lado de los periodistas, éstos no hicieron más que engrandecer a estos mismos equipos, como Trinidad y Tobago, Panamá, El Salvador, Honduras y Canadá; antes de cada partido los comentaristas, analistas y demás, se agasajaban diciendo que El Tri tendría un partido complicado y que no sería nada sencillo ganar hoy --hasta les papaloteaba la trompa cuando decían eso--, al final el equipo mexicano terminaba bapuleando a su rival, pero no contentos con esto, al siguiente partido continuaban con sus argumentos derrotistas y sin fundamentos futbolísticos.
Créanlo o no, esto era lo que se decía, comentaba y fomentaba antes y durante el Torneo donde México no tuvo rivales en la cancha.
Antes y durante el Preolímpico se vivió del recuerdo; en la edición del Preolímpico del 2008, México no pudo conseguir su pase a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, ya todos saben por qué, pues de esto se comentaba una y otra vez: que si México no podrá anotarle a Trinidad y Tobago, que si México empatará ante Panamá; que si Honduras dará la sorpresa,
Además, como si éste famoso Preolímpico fuera la gran cosa; el nivel que se maneja es de tercermundo; el torneo es tan malo y tan mediocre que ni siquiera debería de televisarse, pero claro, las televisoras (que son como pirañas) no hiban a dejar ir tremendo paquete.
Pero todo esto no era o es lo peor, lo realmente terrorífico era la forma de ver al equipo de Estados Unidos. A los estadounidenses se les veía como España en la Euro del 2008, como Alemania en el Mundial de 2002, como a Brasil en el Mundial del 1998; a Estados Unidos se le veía como el mejor de todo el continente americano, y cuando nos enfrentaríamos a ellos (porque se decía que, primero, Estados Unidos accedería a la Final sin problemas, y que México también estaría en la Final, pero a la vez también se decía que contra Trinidad y Tobago el equipo mexicano no podría, para que vean en qué zona estamos), sería el partido más complicado del año, y que seguramente ellos tendrían 80% de probabilidades de ganar.
En pocas palabras, éste Torneo fue una especie de masoquismo deportivo, porque se decía que México no estaba bien, no jugaba bien y que el equipo era una vergüenza, pero a la vez, se decía que El Tricolor demostraría por qué es el mejor de la zona al ganarle sin dificultades a sus respectivos rivales. Un verdadero circo.
Después, Estados Unidos quedó eliminado, no por sus rivales, sino por su pésimo rendimiento en la cancha (no se confundan), mientras que México goleaba cómodamente, y todo se fue aclarando en las mentes de los periodistas, directivos y también algunos aficionados que fueron traumados por la televisión, y se dieron cuenta que México juega en Concacaf y ante selecciones con un nivel muy, muy alejado del que posee la Selección Mexicana. De hecho, hasta los directivos de la FMF aceptaron que habían exagerado en cómo habían tomado y tratado el Torneo y a la propia Selección Preolímpica, cosa que los perdiodistas no hicieron y ni harán.
México, en todas las categorías varoniles, sigue siendo el mandón, el jefe, el gigante, pero no tanto por méritos propios --y sino hay que ver cuando sale de casa y se mide ante equipos de verdad-- sino por el nivel de la zona; alguna vez unos atarantados se atrevieron a decir que "las distancias en Concacaf comenzaban a acortarse", refiriéndose a que los equipos de la zona han adquirido cierto nivel como para competirle a México y Estados Unidos, y no, no fue un chiste sarcástico e irónico, y mucho menos una burla fría y despiadada, lo dijeron en serio.
Claro que no es más que una mentirota; en Copa Oro , Concachampions y Preolímpico se sigue exhibiendo el nivel y las carencias de Concacaf. Nada más hay que ver las patadas al estilo Randy Orton que algunos equipos aplican, basta con ver algunas inocentadas de jugadores, y nada más basta ver a México prácticamente teniendo partidos de entrenamiento.
Cuando pensábamos, cuando suponíamos y cuando creíamos que las patadas habían quedado en el pasado... pues resulta que aún siguen dando de qué hablar.
Éste es el nivel de la Concacaf, las distancias siguen siendo las mismas, el nivel no ha mejorado, al contrario, parece estar empeorando; quien diga que Concacaf está en proceso de crecimiento... está mintiendo; todo sobre un supuesto nivel competitivo es falso.
We are Concacaf
Reviewed by José L. Bravo
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9:01 p.m.
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