Un partido que ha quedado en la historia, un juego trepidante y emocionante hasta el final, ¿qué más podía faltar en la despedida de Alex Ferguson?
Un encuentro completo. Hubo de todo, goleada y voltereta, un partido inesperado y espectacular, así se tenía que despedir a un histórico. Como sólo en el futbol inglés suele suceder.
La historia de Alex Ferguson en el Manchester United, en las canchas del futbol, ha llegado a su fin, para dar comienzo a la leyenda.
De visitante, ante el West Bromwich, el entrenador escocés Alex Ferguson se despidió, hizo oficial su retiro, el retiro definitivo. Con un empate, que pudo haber sido derrota, el histórico estratega deja el banquillo de una manera inolvidable, emotiva y única. Un momento que quedará en la memoria de todos los aficionados.
Después de una semana de haber anunciado que se retiraba del futbol, Ferguson se despidió de manera definitiva de la dirección técnica del cuadro rojo. Y aunque muchos pensaban que se iría con un triunfo, el West Bromwich dijo no pensaba igual.
Muchos suponían que Sir Alex se iba a retirar con una victoria en éste su último partido, ante un West Bromwich que tuvo una excelente e inesperada campaña, pero que al final se descompuso, y así se estaba dando, el Manchester United estaba cumpliendo y le estaba dando un repaso al pequeño equipo de Albion. Hasta que en la segunda mitad a los "Red Devils" les daría un ataque de soberbia, dejando que el WB se acercara en el marcador, los empatara y casi terminara sacando la épica victoria.
El juego comenzaría con el pasillo del West para el Campeón, así como para Ferguson. Como que no queriendo la cosa, los jugadores del Albion aplaudían con cierta timidez --y envidia de la buena, por qué no--. Ferguson saludaba a todos, y algo nos decía que estábamos a punto de ver un partido muy especial y sorprendente.
Todo comenzó desde el minuto 5', cuando el japonés Kagawa abría el marcador. Luego, al 9', un autogol estaba poniendo en ridículo al local; al 30', el United aumentaba la ventaja y estaba aplastando al Bromwich. Sólo había un equipo en la cancha, el West no existía; el United estaba jugando una verdadera cascarita. Y Sir Alex estaba como niño en feria, estaba feliz, contento y satisfecho; la despedida ideal, el retiro perfecto.
Al 40', los locales despertaban y daban señales de vida. Pero para la segunda mitad, se armaría un verdadero circo. El marcador se coloca 2-4. Al 62', el hondureño Javier "Chicharito" Hernández, aumentaría la ventaja poniendo el juego 2-5; el United estaba humillando al West con un marcador contundente, y aquéllo ya era un festín rojo. Pero luego, casi cual Final de la Champions League del 2005, el West sacaría fuerzas de flaquesa e igualaría los cartones. Increíblemente, los locales, en menos de 10 minutos, le aguadarían la fiesta a don Alex.
Al 80', Lokaku marca el 3-5, pero un minuto después, el mismo Lokaku anotaría el cuarto. Y al 86', el estadio temblaba, se caía, se colapsaba a pedazos cuando nuevamente el belga Lokaku marcaba el gol del empate, 5-5 y el partido era una locura; toda una fiesta de despedida. Lokaku estaba haciendo un "Hat-Trick" de la manera menos esperada, en el momento menos esperado; ante el Manchester United y en la despedida de Sir Alex. Más impresionante, imposible.
Y el rostro de Ferguson lo decía todo, su equipo estaba haciendo el ridículo; una vergüenza lo del Manchester que se dejó empatar, creyendo que el local ya no respondería. La soberbia les salió muy caro. Y Sir Alex estaba molesto y confundido, no hallaba qué hacer; el West casi le estaba dando vuelta al partido. Pero el Bromwich tuvo la oportunidad de remontar desde mucho antes del empate, pero se cansó de fallar.
Terminaba el partido, el resultado no era el esperado, no era la mejor manera de despedir a un grande, pero los excesos de confianza cobraron factura.
Y con el final del partido, toda una era terminaba; es el momento en que Alex Ferguson se dirige al campo, felicita (o tal vez regaña) a los jugadores, y se va con los aficionados que hicieron el viaje, los despide y les agradece. Entonces, el momento más emotivo de todos: los jugadores le dicen a Ferguson que sea él quien salga primero, y lo hace, con un caminar semilento y un rostro lleno de felicidad y emoción, sale del campo, una imagen, un momento inolvidable. Ferguson entraba al túnel y todo había terminado.
Así, uno de los entrenadores más exitosos dejaba la dirección técnica. En un partido que tuvo un resultado que nadie esperaba, pero emocionante, atractivo y dramático, Manchester United se despedía de una parte de su historia. Así de grande fue Alex Ferguson.
Foto | Getty Images
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