Copa Confederaciones 2013, porque el pueblo se lo merecía

Por si la cómoda posición social de la élite no fuera suficiente, todavía se dan el lujo de hacer un torneo como la Copa Confederaciones, un evento estrafalariamente millonario que le quita lo poco que el pueblo tiene. Y espérense, que ahí viene el Mundial y los Juegos Olímpicos; dinero invertido en el capitalismo y la globalización, mas no en la población que se muere en las carencias brasileñas.

Ha llegado a su fin la Copa Confederaciones 2013, un torneo de futbol organizado por Brasil, quien dejó de lado la miseria y las necesidades de su gente para darle rienda suelta a su capitalismo, olvidándose de su realidad. Ante esto, el pueblo brasileño, que no ignora su realidad, se reveló ante su gobierno por la realización de dichos eventos, dejando en claro que Brasil tiene cosas más importantes en que invertir y en que preocuparse, poniendo además en duda la realización del Mundial del 2014 y las Olimpiadas del 2016, lo cual sería lo ideal, que dichos eventos no se llevaran acabo en Brasil.

La Copa Confederaciones 2013, así como el Mundial de 2014 y, estamos más que seguros, los Juegos Olímpicos del 2016, serán más recordados por las protestas, que por lo ocurrido en ellos. Estas protestas, no son por el evento en sí, sino por la millonada que se han invertido en los mismos.

Sin más ni más, vámonos al grano. Latinoamérica no puede organizar este tipo de eventos, no puede, no debería, simplemente es frívolo y, si somos muy radicales, es estúpido; Latinoamérica es una región donde las carencias son tantas, que hasta ya son parte de la cultura latinoamericana, como la pobreza, que es un rasgo característico.

Países como Brasil tienen otras prioridades más importantes que un Mundial o unos ostentosos y elitistas Juegos Olímpicos --que hace mucho perdieron su finalidad y su espíritu--. Brasil se arriesgó... y ahí están las consecuencias, reclamos del pueblo por la absurda decisión del gobierno brasileño de organizar tres eventos que se llevarán gran cantidad de recursos que deberían de ir a otro lado.

Las protestas ante el despilfarro del gobierno
Desde que Brasil buscó organizar los Juegos Olímpicos, comenzaron las protestas; y cuando se dio a conocer que organizaría el Mundial, ni les cuento. Ya con la Copa Confederaciones en marcha (un torneo que viene siendo un ensayo para el Mundial), comenzaron las protestas a todo lo que da, y el resto es historia.

Antes, durante y después de los partidos, no falta una protesta en cada ciudad de Brasil. ¿Y por qué las protestas? La gente estaba molesta por el aumento del precio del transporte, así como el pobre servicio que éstos brindan, pero no sólo por esto la gente salía a la calle, sino que es un tema que va más allá.

Brasil, como cualquier país latinoamericano, sufre de una gran cantidad de carencias sociales, entre las principales se encuentran la salud, la educación, la economía, etc. (sólo por poner algunos ejemplos), ante esto, el gobierno brasileño, ¿qué hace? Se da el lujo de organizar un Mundial y unos Juegos Olímpicos, ¿para qué? Es lo mismo que todos se preguntan. ¿Acaso esto resolverá las necesidades del pueblo? No, al contrario, en dichos eventos ya se han invertido --y se invertirán aún más-- millonadas en construcción y remodelación de estadios, así como inmuebles que a la sociedad brasileña no le traerá ningún beneficio.

Carreteras, hoteles y aeropuertos, también son parte de la organización de dichos eventos, pero habría que preguntar a quién le beneficiará más estas construcciones, ¿al pueblo o al gobierno?

He ahí la razón de las protestas; "nos estamos muriendo de todo, de hambre, de pobreza, de enfermedades, nuestra educación es pésima, la violencia abunda, cuando te pedimos ayuda dices que haces lo que puedes, pero luego sales con estas tarugadas de eventos deportivos donde inviertes dinero con el que podrías hacer muchas cosas por tú gente que de verdad lo necesita", ese es el reclamo del pueblo brasileño hacia su gobierno que ha ignorado sus necesidades para darle prioridad a la Conederaciones, el Mundial y los J.O.

Por si fuera poco, Brasil también es un país que sufre de corrupción, y por eso las protestas son enormes, si ya de por sí la política se caía a pedazos... la Confederaciones, el Mundial y los J.O. fueron las gotas que derramaron el vaso.

Es absurdo que Brasil --y cualquier otro país latinoamericano-- organize estos eventos, porque su sociedad carece de muchas cosas, sufre y vive en la miseria; una sociedad que sufre la desigualdad y que vive sumida en la violencia, es absurdo que Brasil le dé más importancia a la FIFA que a su gente. ¿Cómo es que Brasil tiene recursos para organizar tres enormes eventos pero "no puede" cubrir las necesidades del pueblo?

Por supuesto, no podían faltar los que defienden dichos eventos, argumentando que "el pueblo" se merece y tiene derecho a organizar y vivir eventos tan importantes como un Mundial y unos J.O., y volvemos a preguntar, ¿a quien se refieren cuando dicen "el pueblo"? ¿La sociedad marginada, la sociedad pobre o la sociedad acomodada? ¿Para quién se realiza estos eventos?

Y seguimos preguntando, ¿Por qué Brasil gastará millones de dólares en eventos deportivos dedicados al 1% de la sociedad que lo tiene todo? ¿Por qué Brasil gastará el dinero que su gente pide a gritos? ¿Acaso los eventos deportivos son tan importantes y fundamentales como para ignorar las necesidades del pueblo?

Estadios muy bonitos, hasta primermudistas, algunos nuevos y otros completamente remodelados (aunque la inversión equivale a construir uno nuevo), como el Maracaná, que tuvo un costo de más de mil millones de dólares, o el costoso estadio que se construyó en Brasilia --una ciudad que no tiene equipo de futbol--, cuyo coste se situó en 575 millones de dólares, ¿qué podríamos hacer con ese dinero? Pregúntenle al pueblo, ellos más que nadie saben qué harían con ese dinero.

Lo que se podría hacer con el dinero que se ha invertido en la Confederaciones, y lo que se invertirá en el Mundial del 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, lo que se podría hacer.

Blatter se lava las manos
Y claro que no podíamos dejar fuera al mandamás de la FIFA, Joseph Blatter, que ante las airadas protestas de los brasileños, salió a decir, con gran elocuencia, que ellos (la FIFA) no le impusieron el Mundial a Brasil, es decir, que ellos no tienen la culpa de los cuantiosos gastos del gobierno, ya que la FIFA le otorga la posibilidad de organizar un Mundial a quien pueda, y Brasil dijo que podía, y de los problemas que surgan durante la organización ellos no tienen la culpa, si gastan excesivamente, es el problema de Brasil, no de la FIFA.

Además, por si el cinismo no bastara, también se atrevió a tirarles a los protestantes, casi culpándolos de alborotadores y aprovechados, al decir: "No deberían usar al futbol para anunciar sus reivindicaciones... Están aprovechando la plataforma del fútbol y la presencia de la prensa internacional para dejar claro ciertos reclamos", y continuó: "Ellos (los brasileños) sabían que, para tener una buena Copa Mundial, naturalmente tendrían que construir estadios. Pero nosotros decimos que no es sólo para la Copa Mundial. Conjuntamente con los estadios hay otras construcciones: carreteras, hoteles, aeropuertos... Son ítems del legado para el futuro", dijo el nazi Blatter.

Ya mencionamos lo de las carreteras, hoteles y demás, que sólo le traerán beneficios al gobierno y a la parte elitista del país, pero los estadios no generarán ningún tipo de productividad permanente a favor del pueblo, pues son inversiones momentáneas, no son construcciones con beneficios a largo plazo, los estadios son para hoy, no para mañana.

Ahí, Blatter se equivoca y aprovecha la ignorancia de las personas para justificar las millonarias inversiones que el gobierno brasileño que ha hecho con el dinero público. Pero hay más declaraciones de Blatter, como las siguientes, que son como para mandarlo a cachetear: "El futbol es más fuerte que la insatisfacción de estas personas", ¿"insatisfacción"? ¿Acaso Blatter quiso decir que los protestantes tienen lo que se merece y que el gobierno no debe darles más?

¿Acaso Blatter piensa que los protestantes se manifiestan por mero gusto?

Básicamente, lo que Blatter y la FIFA quieren decir es que lo más importante es el desarrollo y crecimiento del futbol, no importa si esto significa quitarle el dinero a los pobres comprando y manipulando al gobierno del país organizador (en este caso, Brasil).

Es por eso que estos eventos deportivos son para países desarrollados, de primer mundo, no para países con problemas y carencias sociales; en Latinoamérica hay cosas más importante que un torneo de futbol, que unos Juegos Olímpicos que homenajean al capitalismo y el consumismo.

Brasil, así como Latinoamérica, tiene cosas más importantes en que invertir, las prioridades son otras; no actuemos como primermundistas que no lo somos. ¿Cómo es que puedes hacer este tipo de cosas cuando tu país sufre tantas carencias? Las metas de Brasil, y Latinoamérica, deben estar puestas en una mejor calidad de vida para sus habitantes, no en crear estadios primermundistas que no benefician a una sociedad tercermundista. Si queremos actuar como primermundistas, primero hay que serlo, no hay que aparentar lo que no somos.

Las metas deben estar puestas en quienes más lo necesitan, no en eventos deportivos, fiestas de cinco minutos donde se va todo el dinero del pueblo, el pueblo que vive carencias que no duran cinco minutos, sino toda la vida.

Fotos | Ximinia, AP, Getty Images