Té-tri-co

Para colmo, los dos últimos rivales ni son referentes ni sirven como parámetros para buscar una mejoría, pero aún así, el técnico se sigue tapando los ojos y asegura que el equipo "está mejorando".

Más de lo mismo, pero ahora maquillado con dos victorias ante equipos realmente patéticos, mucho más patéticos que la propia Selección Mexicana; sin ningún tipo de futbol, sin ningún funcionamiento y sin nada de nada, el equipo mexicano consiguió su pase a los Cuartos de Final de la Copa Oro 2013, de la manera más espantosa, jugando cada vez peor, en un torneo donde se está colapsando sabroso. Por supuesto, el nivel del equipo es tan deplorable, que se clasificó a la Segunda Ronda haciendo el ridículo, ya que en el Grupo A (en donde están equipos como Panamá, Canadá y la increíble Martinica) quedó ubicado en el segundo lugar.

Más allá de las tonterías del técnico y sus absurdos ideales, más allá de la crisis tricolor, es increíble que ante una pseudoselección como Martinica se haya ganado sufriendo, y cuando decimos "sufriendo" no nos referimos a que Martinica haya sido un rival fuerte, peligroso y ofensivo, sino al hecho de que a México le cuesta trabajo desarrollar un futbol por lo menos eficiente, le cuesta, sufre generar futbol ante equipos tan pequeños, y si gana, y si anota es porque los rivales son muy débiles, no tanto por lo que el equipo mexicano genera en la cancha.

Los goles se dan porque se tienen que dar, porque ante estos equipos hasta con los ojos vendados anotas goles. El caso es que si México mejoró --como algunos andan diciendo--, no se notó. Una mejoría para este equipo tiene que ser grande, porque si vas a comenzar a mejorar a cuenta gotas, entonces así déjalo, ya no te molestes; las Finales están son mañana, no es dentro de un año (como el Mundial), México necesita mejorar bastante en estos momentos, y como ya todos hemos visto, ni se ve por dónde pueda llegar la famosa mejoría.

Pero antes, hay que hablar de este partido entre México y Martinica, si es que a usted no le molesta.

Algo que es muy, pero muy cierto, es que esta Copa Oro ha sido un verdadero suplicio, un castigo, un sufrimiento del tamaño de América; si usted se quedó dormido durante el partido de la Selección de las televisoras, no hay problema, es algo normal, cualquiera se duerme con la Copa Oro, hasta la persona con insomnio severo.

El partidito que se aventaron estos dos equipos fue de miedo, pero no sólo este partido estuvo como para apuñalarse los ojos, sino que el resto de los encuentros también son terriblemente aburridos, sin chiste, sin futbol, sin ningún nivel. Y además el torneíto dura lo mismo que un Mundial, casi un mes de tercermundismo televisado. Increíble.

Al partido no le pasó nada, y no, no hay nada de qué hablar, por eso seguimos hablando de lo mismo, de la crisis del equipo mexicano.

Y hablando del "técnico" tricolor, éste continúa con las mismas tonterías de siempre. Nada más hay que escucharlo en las conferencias de prensa, es un verdadero psicótico; a todas las preguntas le encuentra un doble mensaje, y por consiguiente, responde con un doble argumento, por ejemplo, le preguntan que cómo ha visto él al equipo, y él responde diciendo cosas como "eso se lo dejo a ustedes, yo no califico el funcionamiento de mi equipo, si anda mal o si ha mejorado, yo sólo me dedico a dirigir". Así es, "Chepo" está loco.

Y ni qué decir de las "percepciones", esta manía que el "Chepo" utiliza para cubrir cínicamente el mal momento de la Selección. Según el técnico, el mal momento, la crisis o el nulo funcionamiento del equipo mexicano, es cuestión de percepciones, es decir, cada quien ve al equipo como quiera, si yo creo o pienso que la Selección juega como España, entonces juega como España; si yo creo o pienso que juega como Alemania, entonces juega como Alemania, todo es cuestión de percepciones. Según el "Chepo", no existe una verdad absoluta acerca del futbol de la Selección, aunque la tengamos en nuestras narices durante 90 minutos. Una locura total.

José Manuel de la Torre no responde como una persona normal, como cualquier otro técnico lo haría, responde con metáforas, con tecnicismos, con un fundamentalismo retorcido y un montón de incoherencias; además, se contradice todo el tiempo. Está perdido, ha caído en un abismo de rebeldía sin sentido, y esto no importaría si sólo fuera una actitud prepotente hacía los periodistas --porque los periodistas no importan absolutamente nada--, el problema es que esto lo aplica para todo y para todos, ya que "Chepo" al no aceptar sus errores, al no aceptar que su equipo está mal, que existe una crisis, le está viendo la cara a todos. ¿Alguna vez ha mencionado la palabra crisis para calificar el desempeño de la Selección? Nunca, y nunca lo hará.

Lo que el entrenador está haciendo es, primero, engañarse así mismo, y engañar a todos, le está viendo la cara a medio mundo, al decir que no pasa nada, y al decir que en el equipo ya se ve una mejoría, que hay un avance, ese es el problema, que le esté viendo la cara de tarados a la gente. De la Torre debería de aceptar que se le está quemando el agua, que el teatro se le ha caído y que hay una crisis severa en la Selección Nacional. Pero esto sería pedirle peras al olmo.

México se debate entre la calificación y la eliminación al Mundial. El segundo equipo (el de la Copa Oro), casi por default, tuvo que cargar con toda la presión que la Selección de las Eliminatorias había acumulado, lo peor de todo, es que esa misma presión sigue aumentando, y el equipo alternativo que también se está muriendo en la Copa Oro, le devolverá la misma carga de presión al equipo de las Eliminatorias, pero ahora una presión mucho más grande, y así, la catástrofe va tomando forma.

Hace apenas unos meses, todos creían que la Copa Oro iba ser un torneo que se iba a ganar caminando, y algunos ilusos soñadores todavía pensaban que México competiría en dicho torneo como Campeón de la Confederaciones. Hoy nadie sabe si México pueda avanzar a las Semifinales de la Copa Oro 2013, y mucho menos sabe si tendrá la capacidad para calificar al Mundial del 2014.

Así está el futbol mexicano, ardiendo en leña verde.

Foto | Getty Images