"...Es hora de que ella comience a brillar con luz propia": Kaley Cuoco sobre el talento de su hermana, después de arreglarse (por debajo del agua) con los productores de The Voice.
Hace poco hablábamos sobre el estreno de la nueva temporada de The Voice --programa de televisión que no tiene otra finalidad más que entretener [no busca artistas, eso es falso]--, sobre los talentos que ahí aparecen, y alguna que otra nueva especie que no conocíamos. Decíamos también que es un programazo, no tanto por la producción y esas cosas (que también es fantástico), sino por los concursantes, que en verdad tienen voces increíbles. Es un gran reality.
Y es un programa de concursos donde dizque se buscan nuevos cantantes --a estas alturas, esto ya es totalmente un chiste, claro está--, y se supone que dichos concursantes son personas comunes y corrientes, es decir, gente sin qué hacer que busca una oportunidad en la música (o gente que nada más busca fama); hay participantes que ya tenían cierta trayectoria como cantantes, pero nada sobresaliente. Son participantes genuinos que buscan una oportunidad (o eso es lo que el programa quiere que pensemos).
Y este no es el caso de Briana Cuoco, una aspirante a cantante que quedó en el programa gracias a su gran voz... o eso es lo que cualquiera podría pensar si no supiera que es hermana de Kaley Cuoco, actriz de televisión, mejor conocida por su personaje de Penny en la serie The Big Bang Theory.
Para que vean que también en USA existen las palancas, esta chica (con cabello oscuro) llegó ahí gracias a su familia, sí, tendrá muy buena voz y toda la cosa, pero eso de que "que mi hermana sea famosa no significa que vaya a quedar en el programa" no me la creo. Es cierto que fue elegida por su voz --sí, tiene talento--, pero en esta sociedad actual donde las teorías y conspiraciones son cosa de todos los días, es fácil crearse malas interpretaciones y caer en las sospechas paranoicas.
Efectivamente, como que no queriendo la cosa, la familia Cuoco está llamando la atención en este programa, y me parece que será uno de los ganchos entre el público televidente (que también se cree todo), pues en cada programa se preguntarán si Briana (y su hermana Kaley, pues parece que ella también participa) podrá continuar en el programa y seguir viéndole la cara a medio mundo. Esto lo descubriremos muy pronto.
Pero más allá de las influencias de la familia Cuoco sobre la producción del programa, lo que llama más mi vulnerable atención, es la actitud de la adorable Briana en el programa. Veamos por qué.
La actitud de esta chica es bastante rara, porque, más que aparentar que disfruta el show y que está cumpliendo un sueño, parece que le está haciendo un favor al programa, como si estuviera ahí para darle más éxito al show, pues su carácter, su forma de hablar, sus gesticulaciones, sus muecas, su manera de sonreír, etc., nos dice que nomás está en The Voice cumpliendo un capricho de niña mimada que lo tiene todo.
Pareciera que Briana en realidad no le interesa tanto utilizar el programa como plataforma musical y lanzarse como cantante de verdad en el mundo de la música, más bien son las ganas de querer jugar con el programa gracias al poder que posee, es decir, Briana está ahí para que todos vean el alcance de su poder (influencia). Digo, porque yo veo más ilusionados y convencidos a los otros participantes que a mi prima Briana.
Como en el primer programa de combates, donde Briana de veras tenía cara de fuchi, de aburrida y de "bueno, ya estoy aquí, y lo que venga me vale gorro; si me eliminan no hay problema, de todos modos ya me había aburrido". No se ve que lo esté disfrutando, y ni siquiera parece importarle los comentarios de los coaches, y ni mucho menos lo que sucede con el programa. Además, cuando elige a su coach, lo hace como si estuviera eligiendo al nuevo mayordomo o a la nueva sirvienta.
Y no contenta con haber comprado el programa, todavía sale con una actitud prepotente; como que mostrando una superioridad sobre los demás (y me parece que su apellido los respalda). Actúa como la más importante, como si fuese la razón del show; ella es el centro de atención, por ella la gente ve el programa. Briana es The Voice (según la propia Briana).
En pocas palabras, Briana lo único que quería era cumplir el capricho de niña malcriada y participar en el programa a como diera lugar, y sus padres le cumplieron el deseo. A Briana no le importa cantar, no le importa ser la ganadora, sólo quería saber qué se sentía ser participante de The Voice.
Ahora, otra cosa que resulta muy curioso, es el narcisismo de la hermana de Briana, Kaley Cuoco, pues como que no le está gustando que su hermana le esté robando tanta cámara, ya que a cada rato aparece junto a Briana en cualquier oportunidad --cuando termina de cantar, cuando no es elegida, en los reportajes,...--, ¿Será que Kaley ya se dio cuenta que podría ser desbancada por su propia hermana (que parece tener más talento)?
En fin, esto es lo que ocurre en The Voice 2013, donde hasta se paga por participar. Qué bueno que en Latinoamérica no ocurre esto... ¬¬
Foto | AFP
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