El futbol mexicano en el Mundial de Clubes

La poca dignidad que al futbol mexicano le quedaba...

Las diferencias son más que obvias. No hace falta decirlas. Mientras el Bayern Munich, el mejor equipo del mundo en estos momentos, arrivaba a Marruecos casi con un 90% de la Copa en las manos, el Monterrey, equipo mexicano que por tercera vez participaba en un Mundial de Clubes, se batía entre la vida y la muerte ante un equipo supuestamente inferior a él, apenas en la Primera Fase del torneo.

Bayern Munich llegaba al país sede del Mundial, con calma, con seguridad y con la certeza de que se quedará con el torneo casi sin problemas --aunque no lo digan abiertamente, claro, pero esa es la realidad--. Es el favorito del torneo, en un mundo de mediocres donde sólo un sudamericano es el único con la capacidad para arruinarle la noche al Campeón de Europa.

Uno de los tantos mediocres es un equipo mexicano, el Monterrey, quien debutó en el torneo, y a la vez se despidió del mismo; el rival fue el equipo local, el Raja Casablanca, equipo que si bien no jugó mal, su triunfo se dio más por la poca capacidad futbolística, física y mental del equipo regiomontano. No fue el gran y espectacular nivel del Raja, ni el talento individual de sus jugadores que les dio el pase a la Segunda Ronda, sino el pobre y mediocre desempeño del Monterrey, que además, por si fuera poco, partía como favorito para vencer a éste equipo africano.

Y no, Monterrey no venció a nadie. Monterrey sucumbió ante su escaso nivel futbolístico, un pobre nivel y un descuidado futbol que desde hace mucho lo tiene en el fondo. Tan mal es el momento que vive "La Pandilla", que fueron eliminados en Primera Ronda ante un equipo realmente nefasto como lo es el Raja Casablanca. Eliminado en tiempos extras, y cuando fue mucho mejor que el rival.

Pero apesar de no estar desplegando un futbol tan competitivo, todos esperábamos que por lo menos pudieran avanzar a la siguiente fase, y pelear por lo menos por el Tercer Lugar, que se supone para eso estaba este Monterrey. Pero no, los del norte fracasaron pero en serio; ya sabíamos que no llegabas bien al torneo, pero ¿perder ante el Raja Casablanca? Eso es no un fracaso normal, es un fracaso de grandes proporciones.

Un gran plantel, pero con jugadores sin ritmo y sin nivel. Un gran equipo lleno de expectativas, pero con un director técnico que ya no puede con esa obsesión de querer demostrar que sí tiene la capacidad para dirigir al Monterrey, pues desde que llegó a la institución, a eso se ha dedicado, a querer probarle a los demás que puede dirigir a equipos grandes como el Monterrey.

José G. Cruz no es entrenador para el Monterrey, nunca lo ha sido y (probablemente) nunca lo será; fue un error de la directiva haberlo contratado, no por la vergonzosa eliminación en este Mundial de Clubes, sino porque Cruz es un técnico para equipos de media tabla para abajo, no para equipos competitivos como Monterrey, que todo el tiempo necesitan estar arriba. Eso de pasar de Vucetich al "Profe" Cruz, nunca lo entendí.

Ahora, ¿Este es el nivel del futbol mexicano? No, éste es el nivel del Monterrey; el nivel del futbol mexicano es un Tercer Lugar (y un Tercer Lugar bien ganado), y si bien le va, posiblemente un Segundo Lugar. ¿Y cuál es el problema con éste resultado? Que el resto del mundo --que no conoce y que no ve (y ni le interesa) el futbol mexicano-- se queda con la idea de que éste es en realidad el nivel del futbol mexicano, cuando no lo es. Y por supuesto que esto es perjudicial para la reputación del balompié azteca.

Ni el Monterrey ni los demás equipos del futbol mexicano tienen toda la culpa, los culpables ya sabemos quienes son, y sabemos también por qué son culpables. Esto sucede cuando le das más importancia al negocio que al deporte; ahí está el resultado de tu prioridad económica: Raja 2-1 Monterrey, en Primera Fase, no en la Final, en Primera Fase.

Tampoco hay que olvidar una especie de estigma que el futbol mexicano lleva consigo cada vez que participa en dicho torneo de clubes; se trata del nivel de los equipos participantes. Nunca ningún equipo mexicano ha llegado al Mundial de Clubes en su mejor momento futbolístico. Ni el Necaxa (que empató con el Manchester United y que venció en penales al Real Madrid) ni el América ni el Pachuca y ni el que ustedes me digan, ninguno ha llegado al Mundial de Clubes con un nivel competitivo.

Ese nivel competitivo, por alguna extra razón, se va esfumando poco a poco, y cuando llega la hora de participar en el Mundial, el equipo llega en su peor momento, ya cuando la inercia pasó. Ya cuando la racha ganadora se esfumó. Por ejemplo, el Monterrey de hace 3 o 4 años, le da un baile al Raja. O el Santos Laguna de este 2013 le hubiese ganado sin problemas; el León lo hace papilla, y el América lo hubiera terminado exhibiendo. Pero hablamos de equipos mexicanos que en estos momentos, ahora mismo, se encuentran jugando bien, mañana tal vez estén arrastrando la cobija, y muy probablemente éstos equipos sean los encargados de representar al futbol mexicano en el Mundial de Clubes, sin el nivel de meses atrás.

¿Por qué sucede esto? Porque el futbol mexicano es terriblemente irregular. Porque es un futbol que cosecha triunfos y títulos en base a rachas y a "buenos momentos", no a un nivel competitivo real y constante. Y eso sí es culpa de todos los que están inmiscuídos en el futbol mexicano.

Ahora es turno para el Atlético Mineiro, equipo de la Conmebol que intentará sacar la casta por Latinoamérica (aunque los sudamericanos piensen que Sudamérica es un continente). Mientras tanto, Bayern Munich --con los ojos vendados-- se medió ante un equipo chino que no vale la pena ni mencionar, y ahora espera la Final, seguramente, ante el Mineiro de Ronaldinho.

Y el final de la historia ya la conocemos: Bayern Munich termina coronándose en Marruecos como el mejor club del mundo. Como la lógica lo indica.

Monterrey y Bayern Munich, dos vidas, dos mundos completamente diferentes; uno intentando no ahogarse entre las irregularidades e inconsistencias de su futbol, mientras que el otro simplemente dedicándose a disfrutar los placeres que su futbol le da.

Foto | Getty Images