Quizás muchos se esperaban un triunfo del mexicano sobre el filipino, pero nadie, absolutamente nadie pensó que dicho triunfo se podría dar de la manera en que se dio; un nocaut, un golpe certero y fulminante que dejaría a Pacquiao, el último gran boxeador de la época, inconciente y desmayado por varios minutos que fueron eternos.
Por cuarta ocasión, Juan Manuel "El Priísta" Márquez y Manny "Speedy González" Pacquiao, se subían al cuadrilátero para demostrar de una vez por todas, quién era el mejor, y es que los antecedentes entre estos dos pugilistas era bastante extraño, pues las malas decisiones tenían confundido a medio mundo; que si en una empataron, que si en otra le robaron y que si en la última la compraron. Así ha sido la saga entre el filipino y el mexicano, que llegaban a su cuarto enfrentamiento con mucho exceptisismo.
El chiste de Vázquez vs. Mercito
Pero como no todo es perfecto, antes de la pelea estelar, tuvimos que fumarnos un combate para el olvido entre dos bultos llamados Miguel "El Títere" Váquez y Mercitititíto Gesta, mexicano y filipino, respectivamente (aunque nunca supimos cuál era el mexicano y cuál el filipino sino hasta que dieron a conocer al ganador).
Estamos más que seguros de que esta pelea nadie la vio, pues para verla tenía que estar uno drogado desde 6 horas antes. A estos dos peleadores se les olvidó que en el boxeo se trata de dar golpes, no de evadirlos, porque eso fue lo que hicieron; sus abuelitas se hubieran dado golpes más fuertes que éste par de nerds.
A final de cuentas, en una pelea bastante tediosa y aburrida (sin chiste alguno), el ganador fue el mexicano Vázquez, y no es que haya ganado por méritos propios, ya que la pelea fue tan extraña y bizarra, que había que nombrar a un ganador a como diera lugar, y pues "El Títere" fue el que más cerca estuvo de pelear como un boxeador de verdad, y fue así como ganó.
La casa... ¿del boxeo?
Y después de la pelea entre Váquez y Gesta, la cual fue producida por el Cirque Du Solei, daba inicio el combate del año, una de las más esperadas por el morbo que Pacquiao siempre genera.
Si ustedes vieron la pelea en HBO, bien por ustedes, pero para los que se tuvieron que aguantar más de 3 horas mientras los de TV Azteca editaban la pelea, estarán de acuerdo que fue una transmisión muy "sucia". Primero, ya sabemos que Azteca está en quiebra y a punto de la desaparición, pero ¿no se podían aguantar aunque sea por una vez en su vida? Y es que los aztecos volvieron a caer en los eventos deportivos transmitidos como infomerciales, porque no hicieron otra cosa más que llenar la pantalla con comerciales que, en total, duraron más que la pelea.
Porque, además, los genios de Azteca, cuando se dieron cuenta que la pelea hiba a durar sólo 6 rounds, ¿qué hicieron? Pues hicieron uso de su brillantez televisiva y rellenaron el espacio de 2 horas y 30 minutos que ya tenían programado, con un montón de comerciales, fastidiando hasta a los propios patrocinadores que veían cómo sus productos eran usados como trapo de limpieza; no contentos con esto, los comerciales, que duraban 2:50 (el mismo tiempo que dura un round), eran intercalados entre un round y otro, para cuando terminaba un episodio, venían los comerciales, que duraban una eternidad, y luego el siguiente episodio (que no duraba nada), hasta volvernos locos, y así se fueron hasta el final.
Seguramente tenían contemplado una pelea más larga, pero una vez más quedó claro que Azteca es un verdadero infomercial. Ya para el final, continuaron con lo mismo, y cuando regresaban de los anuncios publicitarios, no pasaba nada, repetían el mismo video donde se veía a los comentaristas volviéndose locos, casi teniendo un orgasmo con el nocaut de Márquez sobre Pacquiao. Y otra vez se hiban a comerciales. Una ridiculez lo de TV Azteca, Azteca 7, Box Azteca y el resto de producción que no se da cuenta que están haciendo que la gente prefiera el cable.
Esto es algo que siempre sucede con TV Azteca cuando tiene en sus manos un evento importante, en lugar de mantener la cordura, en lugar de ser coherente, tratan de explotarlo a más no poder, y cual prostituta, comienza a vender todos sus espacios publicitarios sin preocuparse por las consecuencias, y lo peor de todo es que no aprenden, ¿acaso pensarán que a la gente les parece atractivo que les estén fastidiando con un montón de comerciales?
¿Recuerdan alguna otra pelea televisada donde haya habido más comerciales que box? Es cierto que el hecho de que el combate haya durado 6 episodios, inlfluyó, pero no es tanto como para perder la razón y hacer una especie de programa de Insomnia versión Box Azteca.
Márquez-Pacquiao IV
Y el momento había llegado, muy probablemente el último combate para uno de los dos involucrados (o ambos), la hora de conocer al vencedor de vencedores se daría en 12 episodios, que al final, todo se decidió en 6 asaltos.
Como decíamos al principio, y como ya es una costumbre en el boxeo, previo al combate se había creado todo una serie de rumores y espe-culaciones acerca de Manny Pacquiao; Bob Arum, magnate del negocio, había declarado semanas antes, que no veía al Manny de siempre, que no lo veía entregado, completo; al 100% en sus entrenamientos. Palabras que en realidad no significaban nada, pues Manny siempre ha sido un boxeador indiferente con lo que sucede a su alrededor, pero ésta vez sería... diferente.
El famoso "Pac-Man" venía de ser ultrajado, de ser vilmente robado en su anterior pelea, al igual que contra Márquez en 2011, le vieron la cara y le robaron el combate impunemente; está vez fue él quien probó el sabor del fraude deportivo. Aún así, seguía siendo el favorito para llevarse la pelea, al menos para los "expertos", que eran capaces de apostar hasta la casa grande y chica; en Las Vegas, las apuestas continuaban siendo liderabas por el filipino, no tan arrolladoramente como antes, pero era el favorito.
Por el lado de Juan Manuel, se respiraba un ambiente de confianza, se le veía más seguro inclusive, no como aquella segunda pelea, donde tenía una cara de miedo impresionante. Se notaba la seguridad y el conocimiento que ya tenía sobre su eterno rival.
Y entonces salían los boxeadores rumbo a su destino, el primero en mostrarse es Juan Manuel Márquez, que con el "Cielito Lindo" hiba caminando letamente hacia el ring, arropado además con los gritos y ovaciones del público que en su mayoría era mexicano; mientras Márquez recorría el camino hacia el escenario, la afición gritaba "¡Márquez, Márquez, Márquez!", ya desde ahí Pacquiao hiba perdiendo la pelea.
Y luego hacía su aparición Manny Pacquiao, con esa sonrisa de psicópata que lo característica y ese peinado de niño e en portada de Un Kilo de Ayuda. Sonríe, voltea y se da cuenta que hay más mexicanos que lo abuchean, pero no les hace caso, y sigue caminando, nada más le faltaba el sombrero para que se pareciera al Speedy González, ¡Yepa, yepa, yepa!
El anunciante, que se cree más importante que los propios boxeadores, da a conocer los logros de Márquez y Pacquiao, de dónde son y demás, como si a alguién le importara.
Round 3
Y luego de tanto esperar, luego de tantos comerciales por parte de Azteca 7, daba inicio el combate que ya era la mejor del año.
Y el primer round comenzaba con dos peleadores demasiado revolucionados, para Manny era algo que le benficiaba, pero para Márquez, no; el mexicano tenía que salir a controlar y manejar la pelea y al rival, era algo que había dicho antes, que tenía que hacer una pelea inteligente, pues caer en la estrategia de Pacquiao sería un suicidio. Las cosas fueron calmándose gracias a que Márquez esperaba los embates de "Pac-Man", pero tampoco lanzaba golpes, pues si lo hacía, Manny le respondería de forma más letal.
Luego de 2 episodios, la pelea tomaría otro nivel y las emociones explotarían en el M&M's Grand, un escenario plagado de indocumentados mexicanos, cuando en el tercer salto, cuando la pelea no hiba hacia ningún lado, derrepente nos toman de sorpresa y Juanma saca un tremendo derechazo sobre la guardia de Manny, mandándolo a la lona de manera impactante. Y aquí Márquez veía cómo su estrategia daba frutos de manera contundente.
Round 5
Pero las cosas se pondrían muy turbias para el peleador azteca, pues Manny Pacquiao comienza con su juego de golpes rápidos y contudentes; es aquí donde Márquez, a la mitad del round, es conectado por Manny en un golpe que todavía no sabe de dónde salió. El puñetazo no sólo hace que Juan Manuel pierda el equilibrio, sino que además le rompe el tabique, dejándolo sangrando para el sexto asalto, pero nadie contaba con que la física se haría presente y le jugaría una mala broma a Pacquiao.
Round 6
Era un hecho que no estábamos viendo al Manny Pacquiao que antes había bapuleado, humillado a sus contrincantes, ésta noche estábamos viendo a un Pacquiao disminuido, sin la condición física y técnica que lo había llevado a ser uno de los más letales del ring. Y ante ésto, Márquez supo aprovechar el momento, además de haber hecho una pelea sensata hasta ese momento, debía acabar con su rival de un sólo golpe, pues su condición empeoraría durante el transcurso de la pelea, porque si Manny no es derrivado en ese sexto round, de otra cosa estaríamos hablando, y es que Márquez estaba muy lastimado, y la sangre comenzaba a fluir sin cesar.
Pero prácticamente de la nada, cuando todos esperábamos lo peor (por cómo se encontraba la nariz de Márquez), al minuto 2:49 del sexto episodio, a milésimas de que se acabara, quién sabe cómo, Juan Manuel Márquez le prende un enorme, mortal y sublime gancho de derecha hacia el rostro de Manny Pacquiao, un golpe tan fuerte y contundente que hasta se pudo ver la onda de choque recorrer la columna vertebral del filipino, que lo dejó inconciente, conmocionado, casi medio muerto; como una rata atrapada por una trampa de dos kilos (y sin queso).
La reacción de Márquez fue la misma que la del resto del público que estábamos viendo el memorable momento, nadie lo podía creer, la pasión se desbordó por completo. Márquez, al ver que Manny estaba noqueado y a punto de estirar las patas, se pone como loco y festeja, celebra la victoria que le habían negado desde hace mucho tiempo. Pero de la emoción y alegría desenfrenada, el cuadrilátero se bañaría de incertidumbre, pues Pacquiao no se levantaba y ni siquiera se movía, fue tal el drama de ver a Manny tirado en la lona que el escenario comenzó a callarse, la esposa de Manny (Jinkee Pacquiao) se pone estérica, pierde el estilo y se pone a llorar por su amado ratón esposo; era como estar viendo la emblemática escena de Rocky, nada más que Balboa aún seguía en pie, y no desmayado y caminando hacia la luz como Manny.
Al final, Manny vuelve en sí y, como si nada, sonríe con su equipo, aunque era una sonrisa de desorientado. Mientras tanto, la esposa aun era un río de lágrimas, y es que perder a su mina de oro un esposo en el cuadrilátero es lo peor que le puede suceder a una esposa. Bob Arum tuvo que hacerla de consolador ante la desesperada Chiqui.
El golpe fue tal, que Pacquiao tuvo que ser llevado al veterinario para que lo revisaran, por si las dudas, y cómo no, si además le rompieron la nariz, y si de por sí la nariz que tiene es como de hamster, imagínense.
¿A qué versión de Pacquiao le ganó Márquez?
Y sí, por fin, el mexicano se imponía de manera fulminante a Pacquiao, el que antes había terminado con un centenar de mexicanos, ésta vez caía de la misma manera; Juan Manuel Márquez comprobaba su superioridad de un sólo golpe, ante un incompleto Manny. Pero Manny sigue siendo Manny.
Pero dentro de toda esta algarabía llena de felicidad, hay que quitarnos la bandera tricolor de encima y analizar la pelea fríamente, y deberíamos preguntanos, ¿Qué hubiera pasado si Márquez no le conecta ese golpe que deja conmocionado a Manny Pacquiao? Porque hay que tomar en cuenta que la pelea ya se había estabilizado, Manny ya se había recuperado de la caía del 3er. round, y Márquez estaba terriblemente tocado, sangraba de la nariz y la tenía rota, en pocas palabras, la película que comenzaba a proyectarse era la misma donde Manny había masacrado a sus rivales, y para allá hiba ésta pelea.
Sí, en estos momentos "Dinamita" Márquez es el héroe nacional del año (desbancando a los losers del Oro olímpico), pero lo que marcó diferencia fue ese golpe letal sobre la humanidad de "Pac-Man", sin ese golpe, ahorita seguramente estaríamos hablando de otra cosa; ¿Había podido aguantar Márquez otro round? La pregunta queda en el aire, pero ahora todo se centra en la victoria de Márquez y la derrota de Manny, y no en las formas en que éstas se dieron.
Inclusive, antes y después de la pelea, Freddie Roach, el entrenador de Manny, declaró que Pacquiao no se encontraba concentrado en la pelea; se había descuidado y que no entrenaba al 100%, pues, según Roach, Manny ya no le hacía caso en los entrenamientos, y hacía lo que él quería, algo parecido a lo de Chávez Jr. Tal vez suene a excusa, pero es un hecho que lo que Roach dijo, se reflejó en la pelea, no en toda, pero sí en partes.
Insisto, como en casi todos los deportes, aveces la fortuna tiene mucho qué ver, y en éste combate quedó claro que, además de la mala concentración y preparación de Manny, ese contragolpe de derecha significó el haberse quitado de encima el estigma de Pacquiao, no es por restarle méritos a Juan Manuel, pero hay que analizar todo.
Declaraciones
Manny Pacquiao se fue sin decir nada, lamentó la derrota, pero no aceptó su egoísmo, el mismo que Roach reveló.
Pero el que estalló de felicidad fue Márquez, que durante la entrevista con los comentaristas de Box Azteca, el mexicano sacó a relucir su priísmo y le dedicó el triunfo a su BFF el presidente Enrique Peña Nieto, una declaración tan inesperada e incómoda que Juan Carlos Vázquez hasta se hizo en los pantalones, y casi se va de espaldas.
Pero no contento Márquez con declararle a los cuatro vientos su amor por Peña Nieto, también en ESPN le envió el mismo mensaje, dedicándole la pelea ganada, aunque aquí no hubo tanta incomodidad, pues es cable, y ahí se puede decir todo, por eso José Ramón está ahí y no en televisión abierta.
Pacquiao vs. Mayweather
No podemos dejar de lado la gran incógnita, ¿Se dará el duelo entre Pacquiao y Mayweather? La respuesta es más que clara: No.
Hay que aceptar el hecho de que el combate soñado se ha cancelado permanentemente; Manny ya no es el mismo de antes, entonces ¿para qué arriesgar el poco prestigio que ahora tiene Pacquiao? Ahora el todólogo filipino seguramente le ha de pasae por su intelectual mente el retiro, aparentemente ya ha mostrado todo lo que tenía que mostrar, ya ha ganado todo lo que tenía que ganar; el fin de una fantástica época parece haber terminado con un nocaut.
Pero, si el ídolo de Las Filipinas (me refiero al país, no a las mujeres) quiere seguir en este negocio, tendrá que replantearse muchas cosas, una de ellas sería reflexionar acerca de su profesión; ¿Qué es lo que quiere en realidad? ¿Ser un boxeador de verdad o un cantante, político, actor, músico, etc.? Esta parte polifacética que Pacquiao ha llevado desde el inicio de su carrera, ya le está comenzando a cobrar factura, y es que dedicarte a tantas cosas casi al mismo tiempo y tener que manejar las responsabilidades que éstas te exigen, tarde o temprano terminan por consumirte.
Manny tiene que saber que no es inmortal, y que todo tiene un precio.
Para Juan Manuel Márquez (39 años de edad), también está la idea del retiro, y si lo hace ahora, se estaría despidiendo en la cima del éxito, en lo más alto del boxeo, a menos que quiera arriesgarse y terminar pisando y malgastando su nombre como J.C. Chávez, que se retiraba y se retiraba y al final nunca se retiraba; Márquez también ya ha escrito su nombre en el libro de los grandes deportistas mexicanos; ¿Para qué arriesgarte a caer de tan alto cuando te costó tanto trabajo subir?
Algún día tenía que llegar la victoria para el boxeo mexicano, y llegó gracias a Juan Manuel Márquez, quien dio una de las peleas más emotivas del boxeo mexicano.
Foto | Getty Images
He leído varias de tus críticas en las cuales considero tienes mucha razón pero también se nota demasiado que eres muy amargado porque haces énfasis en lo negativo repitiéndolo una y otra vez.
ResponderBorrarNo sé a qué te refieres con "amargado", simplemente digo lo que creo que es. Un saludo.
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