Barcelona elimina al Milan y echa a perder la Champions

Lo que todos creían sería una hazaña, una proeza futbolística del Barcelona, se convirtió en un partido de trámite, un triunfo contundente y claro ante un equipo que mostró pura bravuconería, pero cero futbol, cero actitud. Hasta parecían vendidos.

El Barcelona elimina al Milan, un equipo italiano que basó todo su futbol y mentalidad en la ventaja conseguida en el partido de ida, de esta manera, el AC Milan queda fuera de la Champions porque ellos así lo quisieron, porque no se arriesgaron, no se atrevieron y no buscaron, se defendieron como nunca antes y dejaron escapar la gran oportunidad.

Partido de vuelta de los 8vos. de Final de la Champions League 2013, Barcelona recibía al Milan. Con una desventaja de 2-0 en el marcador global y con toda la presión y su historia reciente encima, el equipo culé tenía enfrente el partido más complejo desde hace mucho tiempo. Pero cuando todos creían que Barcelona tendría, sí, el partido más complicado de hace mucho tiempo... resulta que todo era una ilusión, un espejismo, una mentira que se gestó en San Siro y que el entorno y la moda del Barcelona se encargaron de agrandar.

Milan no le ganó a nadie en Italia, y Barcelona no eliminó a nadie en Cataluña; todo esto no fue más que el entorno de ambos equipos que nos hicieron ver lo que no era.

Por la hazaña(?)
Luego de dar pena ajena en la ciudad de Milán, el Barcelona tenía la dizque difícil misión, casi titánica obligación de vencer al Milan por tres goles sin recibir ninguno; anotó más de tres y no recibió ninguno. Y ya, eso fue todo, se acabó; el partido así se definió, no hay nada más de qué hablar.

En realidad el Milan fue un desastre, no sabemos qué querían hacer, pero les salió muy mal. Evidentemente, llegaron a Cataluña (que no es España) a cuidar el resultado, pero a cuidarlo en serio; el equipo rossoneri saltó al Campo Nuevo con un parado ultra megadefensivo, intentando cerrar cualquier espacio posible, por más pequeño que éste fuera. Curiosamente, el primer gol se da en un espacio muy pero muy pequeño.

No es que el Milan se haya equivocado en el parado --porque esa era la única manera en que puede jugarle al Barça, no tiene para más--, más bien la estrategia no le resultó como quería; desde los primeros minutos la defensa (que era la base absoluta de la estrategia) comenzó a quebrarse, aparecieron los errores, las malas marcas, los nervios salieron a flote y terminaron por crear una defensiva ineficaz y vulnerable, infantil y que fue abrumada por las constantes llegadas de los blaugranas.

Por supuesto, el FC Barcelona, a diferencia del partido de ida, fue mucho más agresivo, más dinámico y más preciso, obviamente estaba obligado a jugar mucho mejor.

Desde los primeros segundos, ambos equipos tomaron sus respectivas posturas, como era de esperarse, Barcelona atacando y bombardeando el área rival, y el Milan defendiendo a ultranza, olvidándose completamente de la parte ofensiva. Si surgía algo que lo podía llevar al área culé, maravilloso, pero esa no era la finalidad del Milan, no era lo que buscaban; nunca fue su intención atacar al Barcelona.

Lo mejor que le podía pasar al Barcelona, era hacer el gol tempranero, y lo hicieron, y entonces ese sería el final para el Milan, que cayó en una especie de trauma, se aterrorizó y comenzó tener serias fallas defensivas, ya estaba siendo atacado brutalmente por un Barça que cada minuto adquiría más y más confianza. Barcelona era mucho mejor, claro está, no tenía rival en la cancha, la hazaña de la cual todo mundo hablaba, era la de hacer 3 goles en 90 minutos, y nada más.

Al 5', Lionel Messi despierta y anota el primero; el acaboce italiano llegaba. El primer tanto es digno de comentarse, porque revela bastante acerca de la mentira que es Messi, pues el gol se crea gracias a las genialidades de Xavi e Iniesta (los que mueven al equipo, en realidad), primero Xavi, luego Iniesta, otra vez Xavi, luego Iniesta y la jugada termina en Messi que es el encargado de hacer los goles y llevarse todo el crédito. El argentino no hace gran cosa, nada más las define, anota los goles casi ya hechos; Messi es lo que es por Xavi e Iniesta, sin éstos dos, Messi es un jugador casi inerte, corriente, como cualquier otro.

Por eso siempre mencionamos que Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo, no hace falta más argumentos, no hace falta más pruebas. El día que Messi juege en un equipo sin sus principales motores, Xavi e Iniesta, ahí nos daremos cuenta si todo lo que Messi dice ser es cierto.

Regresando al tema, Barcelona, como decíamos, estaba jugando una cascarita ante estudiantes de Primaria, pues hacían lo que querían, sin que Milan intentara hacer algo. Los italianos no se defendían, no mostraban algún tipo de actitud que no hicieran pensar que en verdad tenían con qué competir y hacerle la vida difícil al Barça.

Milan no traía nada, y durante el transcurso del partido nos lo iba demostrando; al minuto 11', la desesperación y la impotencia, el miedo y la angustia se hacían presentes en Milan: un penal sobre Pedro que el árbitro no marca por simple piedad hacia los italianos. Al 12', un disparo de Iniesta que alcanza a atajar el mediocre Abbiatti, luego esa misma pelota la remata Messi, pero sin éxito alguno. 20 minutos más tarde, cuando el Barcelona estaba completamente encima, cuando dominada todo el encuentro, el Milan se toma un respiro y los locales le ceden terreno, un poco de espacio y comienzan a salir más allá de un cuarto de cancha (¡Por fin!), y es cuando se da cuenta el Milan que hay otra portería del otro lado de la cancha, y que también allí se podían meter goles. El Milan despertaba y se quitaba un poco la presión.

Pero todo regresaría a la normalidad, Barcelona regresa a lo mismo de siempre, pero ya con un Milan que se animaba y que intentaba el contragolpe, fue así que al 38', dejan ir la más grande del partido, que pudo haber sido el pase a Cuartos, cuando Niang queda solo ante otro fraude llamado Víctor Valdés, lo evade pero su disparo pega dramáticamente en el palo. Barça se salvaba, y Milan firmaba su sentencia. Pero esperen, que después de éste tiro, el Milan aún tiene una más, en un recentro, pero la pelota es desvíada por Piqué con el brazo, no la toca pero la intención existe, y el árbitro tampoco la marca porque Alan Harper (presidente del Barcelona) lo había comprado.

Y sí, estábamos viendo un partidazo, no era el más espectacular y emocionante, pero éramos testigos de un duelo de estrategias, aunque no sé si lo del Milan se le pueda llamar "estrategia".

Luego de la llegada con más peligro por parte del Milan, al 40', el Barcelona le responde con un gol. Y es Messi quien lo vuelve a hacer, el argentino estaba de vuelta, y ponía las cosas 2-0 (2-2); el Milan se desplomaba, se colapsaba, y eso que estaba defendiendo con los 11.

Al 55', el Milan se cae a pedazos, esta fulminado anímica, emocional, psicológica y futbolísticamente; sus miedos fueron más fuertes, sus prejuicios los terminaron por enterrar, y David Villa anota el tercero; el Barcelona estaba de regreso. Y cómo no, ante éste Milan cualquier muerto regresa.

Ya en la recta final, cuando el Milan se da cuenta que tiene la capacidad para atacar, decide cruzar la delgada línea entre defender y atacar y se va al frente, ya en los últimos minutos, busca el arco rival y encuentra algunas llegadas bastante peligrosas, es entonces cuando le cae el veinte y nota que el Barça sigue siendo la misma mentira, pero ya es demasiado tarde. Si Milan hubiese salido con la actitud de los últimos 20 minutos, de otra cosa estuviéramos hablando.

Al final, el Milan sucumbe ante un Barcelona que fue infinitamente superior y recibe el cuarto gol, una anotación por conducto de nerd Jordi Alba, al 90'+2. Alba anota y besa el escudo de su camiseta, recordándonos que la emoción aveces te hace hacer cosas que no sientes en realidad.

Termina el partido, Milan resigando, acepta la derrota y se tira a llorar. Barcelona celebra como si ya hubiera ganado la Champions, y todos se abrazan; Jordi Roura respira tranquilamente --al menos por ahora--.

Claro, la prensa internacional, que aveces parecen verdaderos fanáticos que hablan por hablar, salen diciendo jocosamente que Barcelona será el Campeón de la Champions League 2013, porque lo demostró en la cancha, y porque el Barcelona que todos conocíamos nunca se fue, sigue ahí, intacto y más vivo que nunca.

Otros, un poco más "sobrios", aseguran que Barça será el rival a vencer, y algunos vendehumos, sensacionalistas y paleros, se dedicaron a decir cosas como "Barcelona y otra noche mágica", "Barcelona lo vuelve a hacer", "Barcelona y otra hombrada", "Barcelona hace la esperada hazaña", y otras cosas típicas de fanáticos.

Pero antes de seguirle la corriente a estos esquizofrénicos, tendríamos que preguntarnos: ¿A quién le ganó el Barcelona? La respuesta es sencilla, muy obvia: a nadie.

Ya muchos, casi todos, andan poniendo al Barcelona como otro equipo de época (aparte de la que ya tuvo), por los cuatro goles y porque dominó todo el partido, y demás. Claro, si el equipo al que enfrentó va a tu cancha a encerrarse, a cuidar el resultado, con una estrategia 100% defensiva, sin ataque, sin proponer ningún tipo de idea, y donde además tu estrategia súper defensiva comienza a fallar en los primeros minutos de partido... pues cualquiera puede salir triunfante y quedar como el mejor del mundo.

El Barcelona no le ganó a nadie, el Milan jugó mediocremente, exageró en su estrategia de defender; nunca mostró ningún tipo de ambición, de ganas de conseguir avanzar, de eliminar al Barcelona. Milan no fue nadie en la cancha, se dedicó a esperar algún error del Barcelona, y nada más.

Milan tuvo miedo, miedo del Barcelona y miedo de buscar algo más que encerrarse. Milan le dio miedo, pavor la sola idea de imaginar de lo que el Barcelona era capaz; es más, el Milan salió con la idea de que iba a recibir uno o dos goles, salió con la idea de que Barcelona sería quien dominaría las acciones. El Milan salió a perder el partido.

Pero si hubiera conseguido avanzar con un gol (aún con un 3-1), igual estaríamos diciendo que Milan ganó injustamente y que dio pena y que no le ganó a nadie, o lo estaríamos desacreditando argumentando que le ganó a un Barcelona en su peor momento.

Basta con analizar algunos aspectos claves del partido para mostrar al verdadero al Barsa y sacar la verdad a la luz. Por ejemplo, el Milan tuvo dos jugadas (38' y 81') donde pudo haber acabado con el barcelonismo, pero la falta de precisión y contundencia se lo impidieron, claro que fue mucho mejor que el Milan, pero aún así, el Barcelona evidenció severas fallas defensivas, jugadas de contragolpe donde los jugadores culés fueron rebasados con gran facilidad, y eso que el Milan nomás se dedicó a defender, imagínense si se hubiera tratado de otro equipo que hubiera propuesto algo.

Y esto queda más claro aún ya en los últimos minutos de partido, donde el Milán se fue encima, el Barcelona, apesar de ir ganando cómodamente, comenzó a caerse ante los embates de los blancos, pudieron haber caído ridículamente y ser eliminados con un 3-1, pero el Milan no fue preciso, eso fue lo que le faltó, precisión y contundencia, como en el partido de ida.

Barcelona jugó con la camiseta y le sacó todo el provecho posible al temor y el miedo que el Milan sentía al enfrentarlos. Los últimos minutos son claves, ahí pudimos ver las carencias del Barcelona.

Al Barcelona no lo pusieron a prueba, el Barcelona no ha sido medido en verdad; dos jugadas claras nos dejan en claro que el Barcelona sigue siendo vulnerable, nada más basta un equipo ofensivo para demostrar que el Barcelona es el mismo que fue aplastado por el Real Madrid.

Barcelona sabe que su siguiente rival (PSG [que es un equipo con más capacidad y agallas para enfrentar al Barça que el Milan]) no será un Milan, no será un rival que se encerrará y que esperará temeroso atrás.

Todavía no es el mejor Barsa; no vimos al mejor Barsa, lo que vimos fue la mezcla de agresividad y un aceptable futbol por parte del Barcelona, un futbol más claro y preciso, y un terrible equipo de Milan que jugó asquerosamente traumado, asustado y conciente de que perdería.

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