Tunéame la nave: competir por competir

Tunéame la nave: la competencia - Programa de televisión en formato de Reality Show, transmitido en TV Azteca 2013

Ya se estrenó otra temporada más del programa o reality show Tunéame la nave: la competencia, y como ya se dieron cuenta, trae nuevo nombre y nuevo formato, ya que ahora no sólo es un programa de televisión sino que también es una competencia, un concurso para encontrar al mejor equipo tuneador.

Pero no vamos a hablar sobre el programa, la producción y esas tonterías, más bien chismosearemos sobre lo que allí ocurre.

Primero, el programa es bastante mediocre, es interesante pero es de muy bajo nivel y poco original (esto último no hace falta decirlo), y lo mencionamos porque hay muchos que piensan, creen que es la onda, pero no, el programa (en mi muy humilde opinión) me parece muy forzado, fingido y enormente superficial, en el sentido de que todo lo que los concursantes hacen no les nace de verdad, sino que tienen que hacerlo porque ese es el chiste del programa, o porque así tiene que ser la dinámica del mismo.

El programa original trataba sobre un grupo de especialistas de automóviles encargados de arreglarles las carcachas a las personas, dejándoselas como autos casi nuevos (o eso se suponía, porque muchas quedaban peor que como estaban), ahora la mecánica ha cambiado, y decidieron hacer un programa de concursos con la misma temática; pero ahora los que arreglan los autos son los participantes de todo el país que forman un grupo y van al programa para representar a su estado, no al equipo, sino al estado --porque también el patriotismo se hace presente--.

Cabe mencionar --para aquellos que piensan que este formato se inventó en México--, que dicho programa es la versión mexicana de Pimp my ride, la versión original de origen gringo con un poco más de chiste y más genuino, ya que los expertos de veras tenían la actitud y sobre todo el talento para hacer funcionar el programa. Y luego creo que se hizo una versión latina, pero no me interesa.

Y en Tunéame la nave surge la idea de poner a competir a 32 equipos (estados) para buscar ser los Campeones de dicha competición, donde su ingenio y talento serán sus armas más letales, o eso es lo que tratan de vendernos. Y es que si ustedes han visto el programa, podrán darse cuenta de que, en serio, los diseños finales que vemos al final de cada episodio son un asco. Chafas, horripilantes, chillantes; acabados al puro estilo taller de pueblo.

Antes, hay que decir que el programa también funciona como una especie de ayuda social, pero en una versión más materialista, ya que el dueño del auto (que siempre es una familia, no sé por qué) siempre es una persona que sueña con tener uno nuevo, o por lo menos, que el que ya tiene parezca como nuevo --además, dicha persona en este programa se le hace llamar "soñador", ya que sueña con que su auto sea tuneado por los genios concursantes--. Y si notaron, siempre son hombres, parece un programa dedicado a los hombres; no sólo los hombres conducen autos y les gusta cuidar sus autos --es cierto que participan mujeres en los equipos competidores, pero no es suficiente--. El programa lleva consigo un evidente sexismo. Además, cuando se trata de una familia, la esposa nunca dice nada y siempre se queda atrás, callada y viendo lo que los hombres hacen.

Regresando al tema de los acabados, si de veras es un programa de concursos, por lo menos que escojan bien a los participantes, porque los autos que llegan para ser tuneados (que ya son una porquería) terminan peor que como llegaron; los diseños finales son aterradoramente feos. Lo único rescatable (sobre todo para el dueño del auto) son los equipos de sonido y video, que en este programa siempre es algo que le ponen a los autos. Y la reacción de los dueños es fantástica, primero, siempre son inexpresivos, pero aún así, sus muecas terminan evidenciando su decepción, y es que con tremendas payasadas, cualquiera se decepcionaría.

Las personas que esperan ver su auto nuevo, arreglado y mejorado, se tienen que aguantar las ganas de regañar a los que le hicieron éso a su auto, porque quedan hechos un asco. Además, los automóviles son hechos, preparados y diseñados para hombres, pero para hombres con gustos y estilos que no tienen nada que ver con el duelo, o con la familia.

Lo de las personas que se avientan a participantar también es una ternura. Dichos concursantes, como mencionamos antes, tienen que fingir muchas cosas, entre ellas hacerse pasar como personas con una actitud cool, fresca y juvenil (no importa que tengan más de cincuenta años de edad), asimismo, lucir con mucha energía y ganas de competir todo el día; también, éstas personas que van al programa a participar, se la pasan gritando todo el tiempo, pero son gritos fingidos, forzados, como si alguien les dijera "hagan ruido y escándalo para darle al programa el ambiente adecuado".

Saltan por cualquier cosa, y más cuando el conductor alza la voz (seguramente es una clave para que todos comiencen a hacer escándalo); los comentarios de los concursantes son triviales y desabridos, están sobreactuados, las cosas que dicen lo hacen sin ningún tipo de convencimiento, etc. Parece que los están obligando a participar. Su timidez también es algo que sobresale, pues hablan como que con fluidez y soltura pero a la vez con pena y con un vocabulario que aprendieron viendo telenovelas o las películas que pasan en Azteca 7.

Hablando del conductor... ¡Es un verdadero cliché! Es una parodia de los chicos rudos y con actitud de malo, de los raperos o de la moda urbana; el pañuelo en la cabeza, los lentes (de profesor de educación física), la vestimenta y los gestos físicos son un chiste. No sé si así sea en la vida real pero también es bastante falso, o exagerado, el caso es que todo se combina para que al final tengamos un circo de diferentes tribus sociales.

Y lo peor de todo es el sentimentalismo. Cuando creíamos que ya estábamos empezando a dejar un poco de lado estas cosas que no sirven para nada... Pues ahí estamos nuevamente intentando ponerle el toque telenoveslesco a todos los programas que producimos, y es que en Tunéame la nave a cada rato sale alguien llorando, por cualquier tontería, por el auto ya terminado o por una persona, por cualquier cosa siempre surge el momento sentimental, y además con una una música melancólica que se escucha de fondo y que derrepente es cortado de tajo, como programa de humor. Terrible.

Y si algunas de las personas a las que les tunearon la nave se pone a llorar, de seguro ha de ser por lo desastrozo que quedó su auto, porque en serio, los diseños finales son asquerosos, no me cansaré de repetirlo. Parecen diseños de niños de Primaria. Siempre son monótonos, repetitivos y de pésimos gustos. Vean el programa, observen los rostros de las personas y notarán lo horrorizados que quedan al ver sus autos.

Y por si faltara algo, en el programa hay una chica que la apodan "La Bujía", y que nomás sale para enseñar su escultural físico y retorcerse durante todo el show, funge como sirvienta y taco de ojo para los participantes (en su mayoría hombres), cuando podría ser la conductora del programa, o podrían haber dos conductores, para darle más equidad al asunto, pero si hay algo que caracteriza a la televisión mexicana, es el machismo y los estereotipos e ideas misóginas sobre las mujeres.

Creo que lo único positivo es el espíritu competitivo (aunque muy sobreactuado) y el trabajo en equipo, pero es algo que termina siendo opacado por lo ya antes mencionado.

Y si creen que estoy exagerando, es porque no han visto el programa.



Foto | Ximinia


Tunéame la nave: competir por competir Tunéame la nave: competir por competir Reviewed by José L. Bravo on 11:02 p.m. Rating: 5

1 comentario:

  1. Muy cierto ademas las personas que "tunean" los autos no tienen ningun sentido de la estetica, pintan los autos como si fueran cochecitos de feria, esos que les pintan personajes de disney y otros. Si quieren ver un verdadero programa de restauraciones y modificaciones automotrices vean los programas donde aparece chip fosse un verdadero artista de los autos

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