En los últimos seis torneos, el América ha estado inmerso y hundido en la incertidumbre, la mediocridad y la falta de consistencia, tanto en resultados como en jugadores, y hasta la fecha aún nadie sabe a ciencia cierta cómo arreglar, componer o reveidicar a un equipo americanista que sufre de una bipolaridad severa.
Hace poco se rompió una racha de cuatro torneos consecutivos sin acceder a una Liguilla, luego de pasar ese rato amargo, el América --equipo que cada Torneo que pasa sigue perdiendo prestigio a la hora de contratar jugadores-- vuelve a las Liguillas, claro, regresa a las Liguillas pero de una manera que ya es cotidiano en el actual momento americanista: de puro panzazo y ayudado de los demás equipos que están peor que el propio América.
La historia es la misma, el guión, el argumento es el mismo de siempre; en América hemos estado viendo la misma película de los últimos torneos: Gano hoy... empato mañana; goleo el domingo... pierdo el sábado. Lo peor del caso es que esta película no tiene final, siempre nos dejan en suspenso, esperando la continuación de la misma, y peor aún, esta película ya es trilogía y al parecer tiene mucha historia que contar.
Éste film se desarrolla así: en cada comienzo de Torneo, el inicio americanista es "esperanzador" (como lo llaman ahora) y aveces prometedor, y es que también depende de las contrataciones que siempre hacen mucho ruido pero a la mera hora siempre terminan dando gato por liebre, en la jornada 1 el equipo comienza ganado, siempre ante un equipo que también libra su propia batalla en el fondo de la tabla; en jornada 2 las cosas cambian, todo se nubla y se termina con un empate; las críticas comienzan entorno al cuerpo técnico y jugadores, pero todo esto termina en la próxima jornada.
En la tres el equipo vuelve a empatar y de milagro no pierde, o al revés, el equipo de milagro termina empatando; las críticas continúan y ahora más acentúadas, pero tranquilos que todo esto se termina en la próxima jornada. Llega la jornada 4 y te toca enfrentar a un equipo que no ha ganado ni un punto y ni mucho menos el convencimiento de sus seguidores, ¿qué pasa? el equipo americanista los termina exhibiendo y el juego acaba con una goleada; una tarde soñada para algún delantero que ese día sí se baño y se lleva un "hat-trick". Las críticas cesan... pero los más críticos (el 90% antiamericanistas) dicen que no le ganó a nadie, para coraje de los americanistas, es totalmente cierto.
Durante la semana, después de la goleada, todo es alegría en Coapa; sonrisas, bromas, abrazos y visitas de los dirigentes que ahora hasta también sonríen. Jornada 5, el equipo visita a un equipo regionalista donde hay más aficionados vestidos de amarillos que con los colores de casa y la televisora que lo transmite hace el ridículo poniéndolo como el equipo que no es y que nunca será... la malaria regresa, el equipo cae estrepitosamente y todo regresa a lo de antes, a como ha venido siendo los últimos torneos: incertidumbre total.
Para colmo, el técnico no tiene idea de que hacer para que esto tome un rumbo mejor, o ya de plano para no salir más desplumado; la irregularidad impera en el equipo amarillo, nadie entiende cómo es que un día ganas y a la otra eres humillado. Un triunfo ilusiona a los americanistas que les han estado viendo la cara en los últimos torneos, el bajón vuelve cuando el equipo empata y otra vez vuelve a perder, luego vuelve a la senda del triunfo y así podríamos irnos todo el Torneo, las cosas no cambian.
Sí, es la misma película, una y otra vez; los americanistas han estado viendo durante más de seis torneos la misma proyección, y nadie detiene esa cinta y pone otra, seguimos viendo la misma, la misma y la misma película.
Y siempre hay una línea en el script que el reparto no se cansa de repetir: ¿hasta cuándo?.
Una película americanista
Reviewed by José L. Bravo
on
8:52 p.m.
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