El favorita de las niñas

Justin Bieber es un cantante canadiense que llegó a la fama gracias a que un ejecutivo descubrió, por accidente, un video suyo en Youtube. Así, con la ayuda del cantante Usher, ejecutivos de la industria y la madre de Justin (Pattie Mallette), llegó a la escena musical --por cierto, no se me haría raro que la madre haya pagado con "cuerpomático" el ascenso de su retoño-- para convertirse hoy en día en un ídolo de chicas y chicos.

Sí, es el favorito de la nenas, pero hay que preguntarnos una cosa, ¿es Justin Bieber alabado por su música o simplemente por ser un chico adolescente, guapo y atractivo que goza de fama? Está más que claro que Bieber no es más que otro producto comercial, uno que no tiene otro objetivo que vender y nada más; el canadiense no tiene talento, ni musical, ni vocal. Que toque varios instrumentos (de manera amateur) no significa y mucho menos asegura que sea un artista de verdad.

Muchos de los premios que Justin Bieber ha recibido han sido por parte de los fans, es decir, los fanáticos lo eligen como "Artista revelación", "Mejor artista joven", "Mejor cantante pop", etc., muy pocos son los premios que ha recibido por mérito propio, y es que esos pocos premios son dados por la crítica especializada, no por fanáticas calenturientas que están cegadas por el muchacho y que ni si quiera se dan cuenta si su música es buena o mala.

Justin Bieber es plástico, plástico puro; plástico del que se recicla, plástico como el que ustedes ven tirados por las calles que contaminan el planeta. El problema aquí es que los fans de éste niño güero no saben qué están escuchando, piensan que es el gran arista, cuando en realidad no es más que pura carita, actitud, fama... y plástico, puro plástico.

Justin Bieber no canta, no es músico, nunca cantará y nunca será un artista de verdad. Sólo es cuestión de escuchar sus canciones, (si se les puede llamar así) como la de "Baby", esta "canción" es sinónimo de "plástico musical", y podría ser un referente de lo que la "música de plástico" es.

El joven Bieber es el deseo de todas las adolescentes --y porsupuesto de los adolescentes que todavía están saliendo de la confusión-- y con el que quisieran perder la virginidad, que, por cierto, nada más falta que también nos salga con el cuento de que usa el "anillo de castidad", para terminar de ser plástico.

Justin Bierber = 100% plástico. Bieber es lo que es gracias al fanatismo de sus seguidores, más no es un cantante; Justin arrasa, pero no por su talento.