La vida es mejor cantando


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Cuándo pensábamos y cuando creíamos que no se podía seguir haciendo cosas sin sentido en la televisión... surge de la creatividad abstracta de los productores de Televisa un show que lleva por nombre "La vida es mejor cantando". Televisa estrena un programa de entretenimiento que lo menos que hace es entretener, al contrario, ni cinco minutos pasaron cuando nos dimos cuenta que no era más que una basofia donde se le da lugar a personas que tienen una vida mediocre y aburrida.

Conducido por Adal "Sigo siendo el títere de Televisa" Ramones y Karla "No sé que estoy haciendo aquí" Medina, es un show donde se tratan vivencias de personas, ya sea malas o buenas llenas de sentimentalismo --generalmente son malas, ya que eso es lo que vende-- y que después pasan a un escenario a decir esas mismas vivencias pero cantando, las canciones son versiones de otras ya conocidas, agregándoles o cambiándole las letras según lo que quieran expresar en las mismas, así o más ridículo.

El programa está sobrecargadísimo de un setimentalismo exagerado que hace imposible verlo sin que den ganas de gritarle alguna grosería al televisor. Además, por si fuera poco, Adal es más llorón que un recien nacido, así que la tónica del programa es sentimentalismo y más sentimentalismo. Y la tal Karlita lo único destacable que tiene son esas bien "torteables" nachas, esas increíbles piernas torneadas y un rostro que dan ganas de...

En dicho programa, que casi se parece al heróico "Muévete", se hablan sobre temas sociales, como el bullying, la perdida de un ser querido, entre otras cosas así como vimos en la primera emisión. Lo cual nos confunde, por que ya no sabemos si es un programa serio o de humor, o qué onda.

Seguramente se preguntarán, ¿y eso que tiene de novedoso, entretenido y que sea algo que a la gente le interese ver? Yo también me lo pregunto; de novedoso no tiene nada, ya que, para colmo de Televisa, esta es la versión número 500 que ya se ha hecho de este programa en varios países. Es más aburrido y repetitivo que nada; de entretenido no tiene nada, y no sé a quien le guste ver personas cantando lo mediocre que es su vida, y no sé a quien le guste ver a personas del público llorando como bebés.

El programa comenzó como comienzan todo los programas de este tipo que se hacen en México: Mucha algarabía, escándalo y gritos por doquier, con escenarios más enormes que el ego de Emilio Azcárraga y participantes realmente despreciables.

Tal vez recuerden un programa que hace mucho se transmitía por Azteca llamado "Se vale soñar", conducido por una anorgásmica que no recuerdo como se llamaba --además, creo que ya está muerta--, pues tiene un toque de ese programa, donde "los deseos de algunas personas se vuelven realidad". Además de que tiene algo del mil veces premiado "Laura", "Otro Rollo" y "Ventaneando". Pero no nos vayamos tan lejos, si hace poco Adal también dondujo un show exactamente igual.

Pues el programa inicia con varios payasos haciendo rutinas de baile, sí, esos bailarines bien "mameys" y chicas casi enseñando el orto con vestuarios bastante sexys y atrevidos. Y al puro estilo de "Siempre en domingo", Adal se acerca al público --todo esto previamente súper preparado-- y pregunta por alguien en el estrado y de la nada se levanta, luego, la que por arte de magia se pone de pie, es una niña villamelona --una niña bonita, no una niña indígena, claro que no, la televisión sólo está hecha para los atractivos, no para asquerosos aborígenes-- que se dirige al escenario, para después contar su dizque historia, que podría ser cierta o, lo más seguro, totalmente falsa y que esa niña no sea otra más que una actriz de Televisa.

La nena dice que extraña a su mamá que vive en España, también villamelona, y que quiere que regrese, ya desde ahí ya todos sabíamos que la mamá estaba allí en el programa y que la habían traído desde Hispania. Y aquí es donde surge la pregunta: ¿y a mí que me importa si este par de villamelonas pudientes se extrañan?.

Pero lo ridículo surge después, cuando la pequeña nena que ha nacido en "cuna de oro" se pone a cantar, pero a cantar con las nalgas, por que voz no tiene, y dice lo que siente pero cantando, ¿por qué? por la vida es mejor cantando, sí, ya sé lo que están pensando: casi como Aristóteles. Pero lo que ya sí es más que exagerado y actuado son las lágrimas de cocodrilo del público ahí presente; no faltan las tomas a las jetas de las personas y todos llorando, todo dizque conmovidos, bola de mamilas, si tanto les gusta llorar y conmoverse, pues mejor que se vayan a África a ver niños que en verdad conmueven, y no niños villamelones. O para qué se van tan lejos, que se vayan a las Montañas de Guerrero, ahí sí que llorarán, y de verdad.

Y después de unas cuantas "mamertadas", aparace la mamá y todo es llanto y risas a la vez; un mar de emociones directamente hasta nuestro dulce hogar. Este show lo pudo haber conducido Silvia Pinal sin ningún problema. Luego vemos como aparece en escena una supuesta "víctima de bullying" que canta lo que vivió, pero sí fue víctima, ¿ahora se aprovecha de eso para ser famosa?. Si los del programa quieren dar a conocer este problema social, entonces que hagan un programa más serio, por que eso de poner a cantar a una adolescente así, pues ya todo parece como chiste o parodia sobre el bullying.

Lo peor vino después cuando Pablo Montero (el cantante que le gusta enseñar el "chorizo" en las revistas) se unió a todo este numerito de las lágrimas, y es que, de forma bien amarillista, recuerdan a su fallecido hermano Oliver, eso ya fue más tipo reportajes de "Historias Engarzadas" o algo más de espectáculos, además todo fue para causar ruido, "miren, Pablo Montero habla sobre su hermano muerto en televisión y además aparece con su esposa (que está bien sabrosa) en un programa de Televisa", eso es lo que quieren provocar, morbo en la audiencia.

El programa no tiene pies ni cabeza, y es que en la programación del sábado ya no tienen que más poner en pantalla, así que no les queda de otra que comprar cualquier mamarrachada y ponérnoslo en la cara para que nos lo tragemos todo, hasta el fondo, hasta adentro. Es un programa que aporta nada; es un programa vacío y desabrido. Que alguien le diga a Televisa que "Siempre en domingo" ya fue, ya sucedió y que a nadie le interesa volver a ver algo parecido.

Aburrido, choteado, seco; vacío y tosco: las palabras (entre otras) que describen "La vida es mejor cantando".

Pues así las cosas, los sábados por las noches no hay nada que ver (para los que no tienen T.V. de paga), así que mejor hay hacer otra cosa como leer o hacer ejercicio.

Este programa es uno de los más chafas, lo único que refleja es que fue hecho con mala gana, así que no duden que como llegó... se irá.
La vida es mejor cantando La vida es mejor cantando Reviewed by José L. Bravo on 8:27 p.m. Rating: 5

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