Cuando la xenofobia se disfraza de nacionalismo


Una vez más México ha probado que su falta de credibilidad y objetividad lo hacen ser un país xonofóbico.

El domingo 18 de diciembre de 2011 se llevó a acabo la final del programa de televisión La Academia --dicho sea de paso, una aberración de programa, un insulto al intelecto y una mediocreidad televisiva-- en donde el ganador del primer lugar fue Erick Sandoval (hermano de Raúl Sandoval, participante de la llamada primera generación de La Academia), un concursante 1000% mexicano, éste le arrebató el primer sitio al argentino Pablo, que se conformó con el segundo lugar.

Siendo honestos, el argentino merecía ganar dicha competencia, ya que mostró mejor voz, además de haber hecho mejores interpretaciones. El problema para Pablo es que entró a un concurso hecho en México, en donde los extranjeros nunca tendrán la oportunidad de ganar el primer lugar; estaba más que claro que entre Pablo y Erick (los dos finalistas), éste último se hiba a llevar el primer lugar, "¿por qué votar por Pablo que es de Argentina?", se pregunta la gente, y es que las personas que votan y eligen al ganador del programa son una bola de nacionalistas que prefieren apoyar al paisano, en lugar de ser sinceros y votar por el talento y la voz, que es el chiste del programa (o eso se supone, por que La Academia sólo busca trabajadores para que limpien los pisos de Azteca).

Sí, la xenofobia salió nuevamente a flote, los mexicanos eligieron al ganador más carismático, el que mejor les cae o el que más lástima produce, y se olvidaron del talento (si es que tienen), dejando de lado al extranjero, diciéndole a todo el mundo que aquí sólo los aztecas ganan. No sé ustedes pero a mí se me cae la cara de vergüenza al ver que Eric se haya llevo el primer lugar, se me cae la cara de vergüenza que haya ganado por el simple hecho de ser mexicano, ¿qué han de estar pensando en Argentina y otros países? que en México no votan por la voz, que no valoran la calidad y que son más populacheros que nada, que odian a los extranjeros y que son una bola de xenofóbicos.

Está más que claro, cualquier concurso realizado en México lo ganará un mexicano, punto.

La Academia ha tenido varios extranjeros, ninguno de ellos ha ganado el primer lugar, lo más cerca es el segundo puesto, y nada más. Colombianos, guatemaltecos, estadounidenses, argentinos; uruguayos, venezolanos y hasta japoneses han estado humillándose en La Academia, y todos ellos no han ganado nada.

Y no es la primera vez que sucede algo así. Hay que recordar varias ediciones pasadas de La Nacademia, en donde los concursantes que la han ganado ha sido gracias a su popularidad, pero casi nunca por su talento para cantar. La primera generación de La Nacademia la ganó Myriam (una concursante con problemas mentales), siendo que el del talento era Yahir --aunque cuando decimos "talento", nos referimos al que se maneja en estos programas, no hablamos del talento de verdad--, Myriam la ganó por que actuaba como loca esquizofrénica, parecía retrasada mental y además era realmente cursi e infantil, y eso le gustó a la gente.

Después vinieron las demás ediciones, en donde la gente fue eligiendo a los ganadores por lo que hacían, como actuaban y con quien se ponían a fajar, no tanto por la voz. Otro caso sobresaliente ocurrió en el "Desafío de Estrellas" (versión más mamona que La Academia), en donde la final quedó entre Adrián y Toñita, ¿quién creen que la ganó? sí, la gente se dejó llevar por la empatía que la indígena Toña emanaba de su asquerosa persona; sólo por que vivía en una casa más jodida que su cara, por que su mamá vendía tamales (o aún lo hace) en la calle y no tenían en que caerse muertos, sólo por eso ganó, siendo que Adrián era el del talento.

Algo parecido sucedió también en la final de "La Voz... México", en donde el triunfador fue Óscar Cruz, un señor de 44 años de edad que se llevó el primer gracias a...¿su voz?. La gente, el público, los mexicanos eligieron a Óscar por ser una persona de pueblo y del campo; la gente no eligió a la voz sino a la vida de llena de miserias que Óscar tenía (o seguirá teniendo, quien sabe), dejando fuera de toda posibilidad a los otros consursantes com más talento para cantantar, había otros que debieron ser los ganadores, pero ellos que gozaban de una posición social más acomodada que Óscar, lo cual a los mexicanos no les gusta, y por eso es que decidieron que el ganador fuese Óscar.


Pero en la pasada edición de La Academia 2010, ocurrió algo aún peor, ya que la que se llevó el primer lugar fue Esmeralda Ugalde, una de las 723 hermanas de Ana Bárbara, hija de don Antero Ugalde, el consentido del programa "Ventaneando" y Azteca, que éste programa y Azteca vendrían siendo lo mismo. El sólo hecho de que la hermana de alguien famoso haya ganado ya es tremendamente sospechoso, además de que es una ventaja.

Esa fue una muestra del populismo que hay en México, los mexicanos son una bola de populacheros.


El nacionalismo (del cual el mexicano se siente orgulloso), que más bien parece descriminación, no deja a los mexicanos tomar la mejor descisión; en realidad ese nacionalismo no es más que ignorancia social, por que creemos que sólo por que alguien es mexicano tiene que recibir nuestro apoyo incondicional, sin importar si éste se lo merezca o no.

Aveces los mexicanos disfrazan su xenofobia (que es el rechazo y descriminación hacia los extranjeros) de nacionalismo, y una vez más lo han utilizado.

Felicidades a Erick, digno ganador de La Academia, elegido por ser mexicano el pueblo como su represetante.
Cuando la xenofobia se disfraza de nacionalismo Cuando la xenofobia se disfraza de nacionalismo Reviewed by José L. Bravo on 9:40 p.m. Rating: 5

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