El Vive Latino es uno de los eventos musicales más importantes de Latinoamérica que se realiza cada año en México, donde se presentan las mejores bandas para tocar en un magno evento que dura tres días. Pero existe un problema, el problema es que los organizadores no tienen idea de cómo manejar, administrar y llevar un evento como éste. No tienen idea o les da flojera hacer un esfuerzo para mejorar la calidad del evento.
Los puntos débiles de éste espectáculo son varios, uno de ellos es la transmisión televisiva. El evento en vivo lo transmite el canal de cable Telehit --ya desde ahí estamos mal-- otros canales hacen sus respectivas repeticiones y demás, pero estos conciertos, uno de los más importantes del Continente, tiene que ser llevado a la gente de manera profesional, algo que los organizadores y Televisa, quien es quien se encarga de televisar dicho evento, nunca hacen.
Basta con ver un concierto de cualquier banda que ahí se presenta, las tomas son casi amateurs; pareciera que pusieron a cualquier güey a manejar las cámaras, la dirección de cámaras no tiene sentido, hacen tomas ridículas y de muy mala calidad. Los camarógrafos parecen maraqueros y las imágenes son realmente de pésima calidad, o mejor dicho, calidad tercermundista.
Si tomamos en cuenta las transmiciones de otros eventos como Coachella, Glastonbury, Lollapalooza, entre otros, podremos darnos cuenta que es otro nivel de transmisión, siendo que aquí tenemos la misma tecnología.
Un evento que se comenta y se ve a nivel mundial debe ser televisado con calidad, no con mala gana; el Vive Laitno carece de calidad y de muchas cosas, pero no tanto por el evento en sí (que también tiene sus cosillas), sino por sus organizadores que no saben lo que hacen.
Otras de las atrocidades de estos conciertos son sus conductores (Telehit), que se dicen ser los más expertos y conocedores, pero durante el show ya no saben ni qué decir, se la pasan diciendo tontería y media, además de que ponen a cada gato...
El Vive Latino está en muy malas manos, y a leguas se nota.
Pero el evento en sí también tiene sus contras, una de ellas es el público que va al evento a hacer puro desmadre. Seguramente ustedes han visto a esos desadaptados que van a los estadios de futbol a buscar bronca y provocar violencia, pues en el Vive Latino también se dan cita éste tipo de personas.
El desacato en el público del Vive Latino abunda, ya que, en cuanto a las presentaciones, son "exigentes" nomás porque sí; por ejemplo, cuando alguna banda no toca una canción o no ejecuta las suficientes, el "público" comienza a gritar "¡Puto!, ¡puto!, ¡puto!", o a decir cualquier tipo de palabrerías que tienen como fin "reprochar" el performance de dicha banda.
El desacato en el público del Vive Latino abunda, ya que, en cuanto a las presentaciones, son "exigentes" nomás porque sí; por ejemplo, cuando alguna banda no toca una canción o no ejecuta las suficientes, el "público" comienza a gritar "¡Puto!, ¡puto!, ¡puto!", o a decir cualquier tipo de palabrerías que tienen como fin "reprochar" el performance de dicha banda.
Y es que el público que se hace presente en el VL no logra distinguir entre una banda que ya estaba programada dentro del show, y una banda invitada o banda sorpresa, y piensan que todos tienen que interpretar el mismo número de canciones o comportarse igual que las demás, en pocas palabras, no saben lo que es el arte escénico o el arte del performance.
De seguro que mucho asistentes desconocen que el nombre oficial del evento es Festival Iberoamericano de Cultura Musical.
Y por supuesto, algunos nomás van a vandolear; como el que se la pasa lanzando cosas al público, o que se la pasa diciendo de todo al artista, o el que simplemente no va a ver el evento sino a estorbar y molestar a los demás.
También llama la atención (pero no es algo que deba sorprendernos) la educación de los presentes en el VL, éstas personas (público) piensan, creen o tienen la idea de que ser rockero o asistir a este tipo de eventos también implica comportarse como loco, como barbaján y como delincuente, porque en cada concierto, en cada presentación de "X" banda o cantante, aquéllo se pone como mercado o como pelea callejera; ya sabemos que el slam es un clásico, pero tampoco hay que hacerlo en todo momento y todas partes, parece que la gente que asiste al VL no le importa tanto las presentaciones sino ir a hacer el slam.
Esto también forma parte de los muchos problemas de la organización, primero tienen que hacer o preparar el lugar para el público, para que aquéllo no parezca huelga de maestros en las calles de la Ciudad de México; porque todos se acomadan como gallinas y eso termina siendo un monipodio, y en la televisión luce y se ve bastante tercermundista.
Si de por sí el Vive Latino está organizado y televisado con las nalgas, el comportamiento y educación social del público hace que se vea más aún más tercermundista.
Insisto, un evento de tal importancia debería ser organizado con una mayor calidad, en muchos aspectos debe mejorar. El Vive Latino es un festival muy importante y no debe parecer un espectáculo callejero organizado por vendedores ambulantes de Tepito.
Las carencias del Vive Latino
Reviewed by José L. Bravo
on
9:06 p.m.
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