Mala señal en Alta definición

Alta definición es un programa casi único, que se dedica a hacer críticas televisivas de todo tipo; series, programas, telenovelas, documentales, etc., todo lo referente a la televisión de todo el mundo. Es conducido por Álvaro Cueva, y se transmite en el canal Proyecto 40 (un intento de versión intelectual de Azteca). Un programa semanal donde la objetividad y la crítica periodística ha sido el éxito del programa, y donde los canales de televisión ven cómo sus producciones son analizadas profundamente.

Y hace poco cumplieron seis años al aire, seis años como uno de los mejores programas de la televisión mexicana.

¿Pero que es lo novedoso de este programa? Pues que es un programa único en su género, y es un programa donde se dice la verdad sobre lo que vemos en la tele; si algo es malo, se dice con todas sus letras, si es bueno, también se menciona y reitera, todo con el talento y la neutralidad del señor Cueva.

Pero como nadie es perfecto (a menos que seas AMLO), Alta definición ha ido cayendo en una especie de sensacionalismo periodístico, donde ya han dejado un poco de lado la sobriedad que antes lo caracterizaba, dando paso a una especie de programa de revista con un conductor que grita todo el tiempo por cosas simples y sin sentido.

En los primeros programas, todo era sensatez y seriedad, con un toque de humor e ironía bien administrado, el problema es que ahora parece que ya se la creyeron (somos Alta definición, y como somos casi perfectos, podemos hacer lo que queramos), y han caído en el alarmismo televisivo; hay que ver la conducción de Álvaro Cueva, que ahora sale gritando cosas como "¡Chéquelo!", al puro estilo de Raquél Bigorra y el altavoz que tiene en la garganta, o como algún "conductor" del insulto llamado Sabadázo, donde todo lo exagera levantando la voz.

Es una pena, pero es cierto. El programa debe bajarle un poco a sus revoluciones y regresar a sus orígenes, sin tanto show y sin tanto escándalo para presentar o criticar algo. Asimismo, nuestro querido Álvaro no debe convertirse en una especie de conductor de programas de revistas mañaneros donde sale hablando con una actitud optimista totalmente falsa.

Claro, tampoco estamos diciendo que el programa deba transformarse en algo acartonado y aburrido como programa de Canal del Congreso.

Sería una lástima que Alta definición termine perdiéndose en la mediocridad de la televisión mexicana. Eso no debe suceder, Alta definición es un tanque de oxígeno para la televisión.