Triunfos, derrotas y eliminación del Tri femenil Sub-17

La Selección Femenil Sub-17 no puede hacer valer su mejor condición futbolística y sucumbe ante el equipo brasileño por la mínima diferencia de 0-1, para luego quedar eliminadas ante Japón quienes masacraron a las aztecas, todo esto en el curioso Mundial Femenil Sub-17 Azerbaiyán 2012. Una derrota ante Brasil que pesa mucho, no tanto por no conseguir los 3 puntos y una posible clasificación a Cuartos de Final, sino porque se perdió ante un Brasil muy desminuido, que nuevamente salió a jugar con la camiseta, sacando también provecho de la poca iniciativa del conjunto mexicano.

Y otra vez el equipo mexicano continúa en esta odisea del futbol femenil, donde lo poco que han conseguido ha sido por méritos propios; luchando y peleando por sobrevivir en un mundo lleno de machismo deportivo y machismo social. Nos referimos al poco (casi nulo) apoyo que el Tri femenil recibe por parte de la FMF, patrocinadores y otros involucrados, y por supuesto de los medios de comunicación, que cuando hablan de futbol femenil, parece que están hablando de otro deporte totalmente desconocido.

Una prueba de esto, es el pseudocanal deportivo ESPN, que maneja una línea machista de primer nivel, ya que ni por error hablan de futbol femenino; basta con ver el programa Futbol picante --que se supone es un programa donde se tocan, principalmente, temas relacionados con el futbol mexicano--, donde la femenil no existe, hablan más de futbol español, y se dedican a elogiar a los futbolistas españoles, y todo eso auspiciado por José Ramón Fernández, que tiene una moral más anticuada que la del señor Burns. Deberían explicarnos mejor el concepto del programa, y aclarar que ahí sólo se habla de deporte varonil, no femenil.

En fin, el futbol femenil tendrá que seguir luchando casi por su cuenta, y por ahora, tratar de seguir calificando a los mundiales para, quizás, conseguir algo más.

Engañosa derrota
Joseph "El Pingüino" Blatter, no contento con seguir estresando a Batman, continúa con sus excentrecidades en el Mundial Femenil Sub-17, donde sus estadios son más amateurs que cualquier otra cosa (por no decir estadios de pueblo), aun así, los azerbaiyanes han logrado hacer un buen evento hasta el momento, liberándolos un poco de su realidad, aunque después regresarán a ella.

Y el equipo mexicano, ya entrando en materia, tenía en sus manos una posible clasificación ante Brasil, que, en su primer partido, ante Japón, fueron goleadas por 5 goles a 0, no venía anímicamente fuerte y ni mucho menos futbolísticamente, pero sabedoras que México siempre ha sido un rival fácil, se crecieron y lograron sacar la victoria, aún con sus evidentes carencias.

¿Y qué hizo México? Se dedicó a jugar atrás, temerosas de las zombies brasileñas; dejaron que las amazónicas tomaran el balón y se adueñaran de todo el partido. Brasil llegaba más, era el que generaba las jugadas más peligrosas, pero fueron incapacez de romper con el muro tricolor. El Tri intentó el contragolpe, pero la conducción de pelota no fue la mejor, además, perdían la esférica en medio campo, desde donde las brasileñas arrancaban y nadie las detenía.

Brasil fue quien buscó el triunfo, México estaba esperando un error o quién sabe qué, pero nunca se atrevió a mostrar un futbol más ofensivo --siendo que tenía la oportunidad ante un equipo pobre--, como contra Nueva Zelanda, aunque las bondades de las Kiwis también influyeron en esa victoria. Si México hubiese enfrentado a Brasil de tú a tú, de otra cosa estuviéramos hablando, muy probablemente de un partido más equilibrado.

La verdeamarelha, después de dominar el encuentro (gracias a las facilidades de las mexicanas), por fin encontró su recompensa, y para colmo, fue al minuto 82', cuando Byanca, después de una media vuelta, saca un disparo con la zurda y la pone al ángulo, un enorme gol. Y si México no había podido hacer nada en el partido, ahora mucho menos.

Así, se consume la rara victoria de Brasil sobre México, quien también tuvo lo suyo, como por ejemplo las intervenciones de la guardameta Gabriela Paz, quien al 53', evitó el primer gol brasileño, luego, una atajada donde se luce con un vuelo hacia su derecha. Fue la jugadora a destacar en el equipo mexicano.

Ahora, las aztecas tendrían que jugarse todo ante Japón, en el último partido del Grupo C de la Fase de Grupos. Una escuadra más complicada que las brasileñas.

Y dicho sea de paso, la mayoría de las nenas brasileñas, si no la hacen como futbolistas, ya tienen asegurado un trabajo como modelos, porque están como quieren. Casi se caen de buenas, sabrosas y deliciosas; Djenifer debería estar en las portadas de Sports Illustrated mostrando ese escultural cuerpo y ese hermoso rostro.

¡¿Por qué nos castigas así, FIFA, por qué?! Nos das a desear, para luego dejarnos adoloridos.

En el camino
Siendo realistas y objetivos (algo que el pueblo mexicano no sabe lo que es), México llegaba con pocas posibilidades ante Japón; contra Nueva Zelanda se ganó por el rival que es malísimo, ante Brasil se perdió porque éstas jugaron con la camiseta y su historia, y porque eran un poquito mejores que el Tri, pero aún así pudieron haber hecho algo más. Luego, el juego decisivo ante las japonesas, suponía el partido más complicado pero no imposible, pero que al final se volvió imposible.

Pues hablar del partido es como hablar del fraude electoral: no tiene sentido. México mostró su peor cara al salir al encuentro sin convicción, sin carácter y sin el convencimiento de que podían hacer la heroica ante las andróginas niponas, pero no lo lograron. Un equipo totalmente descompuesto y perdido, esa fua la cara de México en su último partido del Mundial Sub-17.

Los goles caían como las Chivas caen en el Apertura 2012, y sin que nadie pudiera hacer nada; las japonesas, sin piedad alguna, marcaban y marcaban y parecía que la cuota de goles sería interminable. Afortunadamente las asiáticas se cansaron de hacer goles, y dejaron el marcador en 9-0, recordando aquel marcador contra Alemania en el 2010, en la misma categoría.

Con esta humillación, México se despide del Mundial, pero nos vuelven a recordar que necesitan nuestro apoyo, algo que nadie parece escuchar, o se niega a hacerlo.

Foto | Getty Images