Viendo el canal 11 --el único canal que tiene los ojos abiertos al México real, o por lo menos lo intenta--, me encuentro con una propuesta musical bastante peculiar que no había escuchado, y si no lo había escuchado es porque vivo en el mundo superficial que acapara la atención. Se trata de Juan Cirerol, un cantautor que tiene un gran pseudotalento, y que con su estilo está refrescando el cada vez más raro ambiente musical de hoy.
Es un tipo bastante peculiar, (casi) único, que viene a romper con los estereotipos de la música que se escucha hoy en día, pues es sincero y muy genuino. ¿Y qué música toca? No sabemos, y creo que ni él se entiende, pero según sus desenfadadas palabras, su concepto está inspirado en el blues y el country gringo; artistas como Johnny Cash, entre otros, han influenciado su música. Cirerol ha logrado mezclar estos géneros extranjeros con la música mexicana, como el grupero, norteño y hasta la música de banda, siendo Ramón Ayala y Cornelio Reyna --y creemos que también los Tigres del Norte-- sus grandes referentes e ingredientes principales.
Y al agregarle su estilo propio, el resultado es una especie de rock punk norteño, con un toque de blues, un sonido acústico muy rústico pero extraordinario. Algo raro si se ve desde el punto de vista mercadotécnico, pero bastante aceptable si se toma como propuesta alternativa.
Decimos que es muy genuino porque (aparentemente, a menos que nos esté viendo la cara el muy desgraciado) no es de estos artistas hipócritas que nos venden música alternativa y "humilde", pues nuestro amigo Juan, además de hacer música diferente y vivir en el México real (a menos que también nos esté engañando), tiene una actitud original y sincera; te habla con la verdad y te dice lo que siente, sin rodeos; no se guarda nada, habla de frente y es fantásticamente sarcástico. Y todo esto lo refleja en sus letras y su estilo para componer.
Su manera de pararse en el escenario, de "bailar", de moverse y dirigirse al público reflejan perfectamente los ideales de Juanito.
Por supuesto, un físico con sobrepeso, unos rasgos poco atractivos (por no decir feo), y estéticamente desagradable, hacen que para nada sea un producto comercial, pues todo lo anterior son las cualidades y las características de la música popular, la música y los artistas comerciales que la gente escucha porque se los venden como "la moda musical" del momento, y porque es lo que todos escuchan, y si es algo que todos escuchan, entonces la gente querrá ser parte de éste todo.
Ahora, evidentemente, nuestro compadre cachanilla, no canta y ni tiene voz. Cirerol tendrá unos ideales bastante originales y únicos, que representan esta parte de la gente ignorada del país, que es borrada por el plástico que al pueblo la agrada más, será muy sencillo y toda la cosa, pero Cirerol es un cuate que derrepente quiso hacer música, tocando la guitarra (que lo hace muy bien) y cantando como nadie lo hace, pero sin voz, porque no canta, ya que es como si agarras a cualquier persona en la calle que no sepa cantar y lo pones en un escenario, intentaría dar su mejor voz. Más o menos es lo que sucede con Cirerol, se aprovecha de su concepto (y su imagen) para ocultar su poco talento vocal.
Pero el éxito de Juan Cirerol en realidad es su concepto, su forma y su estilo de cantar, que para hacerlo, no hay que saber tener la gran voz, lo que hace de Juan Cirerol un artista original es su actitud musical que pocas veces vemos. Por supuesto que tiene talento, tiene una visión propia de la sociedad y una forma de pensar que ya quisieran muchos; no es doble moralista --una característica de los mexicanos--, no se hace pasar por alguien destacadamente intelectual, no finge ser interesante, no tiene éstas locas ideas de la espiritualidad que muchos artistas a cada rato andan diciendo que los hace más fuertes; Cirerol no es de estas personas que nos lanzan la frase "soy una persona que andan en busca de la luz, para comprender mejor la vida", no, jamás dirá esas tonterías.
Lo único que a Juan Cirerol le importa es expresarse haciendo música, o tal vez ya ni eso le interesa, porque, básicamente, también comenta que la vida no le importa, le vale.
Digamos que lo que Juan Cirerol hace es escribir un blog, donde publica las cosas que vive, escucha, siente y piensa, sobre él y la sociedad, algo así como este blog, pero sin la estupidez, cinismo, incoherencia y doble moral.
Un artista en toda la extensión de la palabra, una persona con una actitud 100% genuina. No, no es el típico artista diferente, Cirerol en verdad es diferente.
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