Los Emmys 2013 que tú no viste

Un reconocimiento hacia ellos mismos, eso es lo que es.

El pasado domingo 22 de septiembre de 2013, se llevó acabo la entrega número 65 de los Emmys, un evento seguido en casi todo el mundo (o eso es lo que dicen ellos). Pero, ¿qué son los Emmys? Pues no es más que el egocentrismo estadounidense representado en una entrega de premios. O un reconocimiento a lo mejor de la televisión de los Estados Unidos, es decir, un homenaje anual hacia ellos mismos.

Y partiendo de ésta base, los Emmys no le interesan a nadie más que a los gringos. A mí que no me vengan con tarugadas, yo sólo veo sus series; admiro el talento, la creatividad y la capacidad que tiene para hacer televisión, pero nada más; que premios ni que madres, ¿por qué debería interesarme ver si tal serie (que veo o no veo) se ganó un reconocimiento?

Además, si se dan cuenta, en los Emmys existe la categoría de Mejor Serie (que es la más importante de todas), entonces, cuando la serie ganadora se lleva este premio, prácticamente nos están diciendo que es la mejor serie del mundo, o sea, los Emmys en realidad no premian a lo mejor de la televisión estadounidense, sino a la televisión de todo el mundo. En pocas palabras, la serie que se lleva el premio de Mejor Serie, automáticamente se convierte en la mejor serie del mundo.

¡Un narcisismo impresionante! Es el expansionismo social gringo en su máxima expresión. Es el engrandecimiento de USA, es otra forma, otro método para decirnos quién es quién en este negocio, y qué país parte el queso en el mundo (social, política, económica y televisivamente hablando).

Pero bueno, mi opinión acerca de los Emmys no evitó que este año se celebrara otra edición más a lo grande. Y si no nos interesa, ¿por qué estamos hablando de los Emmys? Porque somos unos estúpidos sedientos de tráfico hacia este estúpido sitio.

Entonces, los Emmys son un reconocimiento a las mejores producciones de la televisión gringa. Algo así como los Óscares, pero con mucha más discriminación, con más egolatría y más nacionalismo.

En esta edición de los Emmys, no hubo mucho qué contar; estuvo Elton John (que como siempre, da la impresión que es más famoso por su homosexualidad que por su talento musical), invitados dizque especiales, y otras cosas más con las cuales los blancos y negros gringos se identifican.

Vimos cosas un tanto novedosas, por ejemplo, el famoso "In Memoriam", que esta vez se hizo de manera diferente, ya no nos lo soltaron de montón en una pantalla y con música triste (donde la gente ya no sabe a quién le aplaude), ahora se hizo de manera gradual, es decir, durante las tres méndigas horas que duró el circo de los Emmys, vimos a varios actores dando un discurso sobre el difunto, y así cada actor y actriz aparecía en el escenario (a lado de varias pantallas donde se proyectaba una imagen del recordado o recordada). Y luego todo terminaba en un aplauso. Ridículos.

Eso sí, el programa en ocasiones resulta tedioso, y diría que hasta se vuelve un tanto repetitivo, lo que hace que caiga en la rutina. Comenzando con los chistes, que son chistes que ya sabemos con qué intención están siendo contados, que ya sabemos que están preparados y que ya sabemos por qué nos los están contando.

Otra cosa a resaltar, son los actores comediantes que son premiados o invitados a dicho evento. Pues estos actores o de por sí son así de mamones o el programa les dice que tienen que ser chistosos todo el tiempo, porque nunca estos comediantes se salen de su papel de actores comediantes. Y ahí los ves haciendo payasada y media durante todo el programa. Hasta para recibir premios tienen que hacer payasadas. Como Tina Fey, quien aparece tanto en los premios que podría ser la imagen oficial. O Amy Poehler, que se ridiculiza en serio.

No pueden faltar los musicales (sacados de cualquier obra gringa) donde el conductor se pone a demostrar su versatilidad sobre el escenario (aunque por lo menos la tiene). Luego, pequeños performances aburridos, sin chiste y que en realidad no ofrecen nada relevante. Y así hasta que el programa por fin termina.

En cuanto a los ganadores, tampoco hubo sorpresas, y me parece que, hasta cierto punto, es normal. Primero, los nominados (actores, actrices y series) siempre son los mismos, más las nuevas producciones que se suman. Asimismo, los ganadores también suelen ser los mismos, y esto es porque las series mantienen un nivel de calidad fijo, es decir, no se caen y no pierden el ritmo, y es por eso que cada año son premiadas, pues siguen manteniendo la chispa.

Lo mismo sucede con los actores y actrices, que siempre son los mismos nominados o los mismos ganadores, esto, junto con las buenas producciones de las series en las que participan, es porque siempre se mantienen en un mismo nivel de calidad actoral (o en ocasiones la superan).

De esta manera, lo que a nosotros nos parece como repetitivo, se llama calidad televisiva --cosa que en Latinoamérica no conocemos--. Las series ganadoras generalmente son las mismas, pero no porque no haya más series o porque estén comprando los Emmys, sino porque se mantienen siempre en el mismo nivel de calidad. Y esto nosotros lo vemos en cada temporada y/o estreno.

Por supuesto, si usted es un paranoico (como nosotros), seguramente ya se dio cuenta que los Emmys no sólo son una simple ceremonia de premiación, sino que también es una especie de propaganda publicitaria para los canales de televisión, pues dichas cadenas (en complicidad con los Emmys) aprovechan el momento para promocionarnos y vendernos sus series que están al aire, las nuevas temporadas y los próximos estrenos, ¿o por qué cree usted que los Emmys se celebran justo en la época de estrenos televisivos?

Claro, si aquí también hay intereses, negocios redondos y quien sabe qué otras mañas.

Y eso fue todo lo que sucedió en los Emmys 2013, no fue la gran cosa, no pasó nada, no cambió la historia de la humanidad; la vida sigue siendo la misma, no hay nada más qué agregar. Sólo destacar que el ganador a Mejor Serie fue Breaking Bad, quien de esta manera se convierte en World Champion, o sea, la mejor serie de todo el mundo. Y no importa que sólo se tomen en cuenta series gringas, Breaking Bad le ganó a todas las series del mundo que no participan, y por eso es la mejor del mundo.

Foto | AFP