Cuauhtémoc Blanco regresa al futbol mexicano

Si es una falta de respeto para el Morelia, tendría que ser el propio Morelia quien lo diga. Lo que sí es cierto es que un partido de este tipo le resta importancia al torneo y lo vuelve un circo (más de lo que ya es).

Después de haber ganado las elecciones para la alcadía de Cuernavaca --algo que resulta inverosímil pero a la vez creíble--, y después de unos cuantos meses de haber colgado los tacos, Cuauhtémoc Blanco ha decidido hacerse un espacio en su nueva faceta como político y volver a las canchas para un homenaje.

Sólo en el futbol mexicano. Sólo en la política mexicana.

La idea fue del América, quien lleno de culpa, se sacó de la manga una despedida y un homenaje tardío, casi improvisado y completamente fuera de lugar. Primero, a Ricardo Peláez le valió 20 metros de órgano reproductor masculino que el América esté hecho una porquería, que esté en riesgo su clasificación a la Liguilla y, por supuesto, no le importó en absoluto la imagen de la liga.

¿Cuál era la idea de Peláez y sus ecuases? Si la idea era rendirle un homenaje a Blanco, se equivocaron rotundamente en la manera en que se realizará el famoso homenaje. Es un reconocimiento que llega tarde, que se ve y siente falso y forzado; es un homenaje ridículo y absurdo. Poner a jugar a un exfutbolista de más de cuarenta años, después de meses de haberse retirado, cuando se le negó retirarse en el América, cuando nadie quiso hacerle un homenaje en su momento (cuando era necesario y merecido) y además en un partido oficial... es tremendamente risible. Más que homenaje, parece una burla --a Cuauhtémoc y al futbol mexicano, y ni que decir del América, que se puso su traje de payaso para tremenda función circense--.

Otro aspecto que llama la atención es el hecho de que Cuauhtémoc haya aceptado recibir un homenaje. ¿Tan vacía está su vida? ¿Tan importante es un homenaje, y más cuando te lo negaron varias veces y en tu cara? ¿Extraña tanto las canchas que ni cuenta se dio cuando dijo "sí, acepto"? Esto nos habla del nivel intelectual de Blanco, de su compromiso con su labor como político y con el municipio que gobierna --por más absurda que ésta sea, sigue siendo un compromiso--. No, Cuernavaca no se convertirá en Siria si Cuauhtémoc se ausenta durante unos días, pero tampoco se convertirá en Londres si Cuauhtémoc se queda a realizar sus labores en lugar de ausentarse para un homenaje, pero, como dicen por ahí, "no hagas cosas malas que parezcas malas".

Un homenaje en el Azteca, donde Cuauhtémoc esté presente recibiendo una placa de tres pesos, con eso bastaba. Un homenaje así, habría hablado bien del América y de Cuauhtémoc, pero no es así; el América quiso armar todo un espectáculo donde le valió madre todo.

El dichoso partido donde el Cuau saldrá a exhibir su edad, consiste en un tributo/despedida, en el cual portará el dorsal número 100, donde además jugará (según Ricardo Peláez) entre 30 y 40 minutos. Será en la próximo jornada 9 ante el Morelia, en partido oficial. Hay 3 puntos en disputa y toda la cosa.

Se habla mucho de una falta de respeto hacia el Morelia, aunque en mi opinión, debería ser el Morelia quien lo diga, y al parecer a nadie del Morelia le molesta. Además, ¿por qué un equipo habría de molestarse cuando sabe que su rival va a jugar con un hombre menos? Porque con Cuauhtémoc en la cancha, es como jugar con 10. Así que en este punto, el Morelia sale beneficiado (al menos por 30 minutos; a ver si lo aprovechan).

Otro tema es la permisidad de la Liga MX, quien deja que ocurran este tipo de cosas que sólo exhiben el nivel de liga que tenemos. Está claro que algo se tiene que hacer en cuanto a la reglamentación para que equipos como América no registren a jugadores retirados y hagan de la liga todo todo un carnaval. Y es que en la Liga MX, después de ver lo de Cuauhtémoc (y de Chava Reyes con Chivas, dicho sea de paso), tú puedes registrar hasta a un futbolista muerto --a ver si Pachuca no se le ocurre registrar al difunto Calero--.

Un homenaje para Cuauhtémoc Blanco por parte del América, realizado de la manera que sea, llega tarde y se convierte en un homenaje hipócrita y que sólo se hace para callar bocas, limpiar la imagen de la directiva y de paso algunas conciencias. Aún así, nadie estaría pegando el grito en el cielo si no fuera por cómo quieren hacer el reconocimiento. Un partido amistoso se hubiera entendido, ¿pero uno oficial, donde está en juego 3 puntos?

Cuauhtémoc Blanco es el último gran jugador del futbol mexicano. Se merecía un homenaje mucho antes, no ahora que ya está retirado, que ocupa un cargo público y cuando además se trata de un homenaje exóticamente ridículo.

Foto | Mexsport