Cómo ser un buen novio: La guía básica que estabas esperando

Además de ser más sueltos que las mujeres, los hombres solemos ser muy buenos novios.

Dice la gente que ser hombre es demasiado fácil. Al vivir en un mundo hecho para hombres, éstos prácticamente tienen la vida resuelta. Que todo se les facilita y que no tienen problemas en la vida. Por ejemplo, para un hombre tener novia y además ser un buen novio es algo que no tiene muchas complicaciones, que es algo que se les da de manera natural. Pues no es cierto.

No siempre es fácil ser un buen novio, aún cuando éste tenga una novia fácil de educar. Un buen novio sabe cuándo dejar hablar y escuchar a su novia, cuándo regañar y ser solidario, cuándo pedirle toda su atención y cuándo obligarle a que le dé un poco de espacio. Y ésto no es fácil, y menos si la novia no coopera con el novio. Es por eso que es necesario que ella sea alguien de confianza y admiración, e incluso alguien que despierte su deseo de ser un mejor novio. Un buen novio se adapta a la situación y sabe que este complicado trabajo de adiestrar a las novias nunca se termina.

Lo que usted está a punto de leer, pues, es una guía maestra para ser un buen novio. Una guía en donde encontrará las claves, los consejos y, sobre todo, las reglas para que tu novia tenga el novio perfecto. ¿Estás lista para tener el mejor novio del mundo? Entonces respira profundo, cuenta hasta diez y empecemos con tu adiestramiento.

Expresar y compartir sentimientos
Sé honesta. En cualquier relación, y con solo muy raras excepciones, la honestidad de la mujer es la mejor política. Si eres honesta desde el principio de tu relación, tendrás menos probabilidades de meterte en problemas con tu novio a lo largo del tiempo.

Debes decirle lo que necesita saber sin abrumarlo con la verdad; tu novio no tiene tiempo para infantilerías y otras cosas de mujeres. Por ejemplo, si tuviste una relación seria en el pasado, puedes decírselo pero sin revelar todos los detalles sobre tu expareja, ya que resultaría ofensivo. Él no sólo es dueño de tu presente y tu futuro, sino también de tu pasado.

Modera tu honestidad con amabilidad. Debes hacer que cada respuesta se parezca a un elogio. No seas imprudente, mujer, y no le ofrezcas una alternativa. Por ejemplo, si te pregunta si te gusta algo que se está probando, dile que podría vérsele bien pero ni se te ocurra decirle que el azul es tu favorito hasta ahora porque resalta sus lindos ojos, pues es como si estuvieras insultando su inteligencia. Él siempre sabrá lo que es mejor para él.

No solo debes sentirte cómoda siendo honesta, sino que también debes aceptar su honestidad. Si quieres tener un buen novio, debes hablar con la verdad y nada más que la verdad.

No pongas esa cara, mujer. Sabemos que al principio será difícil aceptar estas reglas, pero debes aceptarlas y asimilarlas porque solo así podrás tener un mejor novio, y al final la única beneficiada serás tú.

Confía en él. Confía en tu novio y dale una razón para que confíe ti. Si ves que recibe llamadas y/o mensajes de otras mujeres o lo encuentras con otras chicas en lugares íntimos y con actitudes amorosas y luego él te dice que son sus amigas de la infancia, créele; tu novio nunca te mentiría pues los hombres somos ejemplo de honestidad. La confianza debe formar la base de tu relación. Esto te permitirá desarrollar una relación más abierta con él —aunque no más permisiva—, así como una muy buena comprensión de lo que él quiere, siente y necesita.

Puedes demostrar que confías en tu novio al contarle algo que muchas personas no conocen de ti. Si no estás segura o simplemente no quieres, recuerda que no tienes otra opción, pues es tu obligación como mujer rendirle cuentas a tu hombre. Puedes reafirmar su confianza en ti al mostrarle que te importa y que te preocupa si le cuentas algo personal e importante para ti.

Pídele permiso para que te deje participar de manera equitativa en las conversaciones. Cuando te dé permiso de hablar, trata de buscar un cierto equilibrio en el flujo de la conversación. Si estás demasiada callada, podría pensar que le pierdes interés. Por el contrario, si hablas demasiado, podría pensar que estás obsesionada contigo misma o que eres descortés. Recuerda que los hombres son más inteligentes que las mujeres, y se parcatan de todo.

Las conversaciones consisten en dar y recibir. Lo mismo se aplica para las relaciones, donde él es quien le da a la novia y también es quien recibe de la novia, pues nunca son exitosas cuando son unilaterales.

Seguramente habrá ocasiones en las que hables mucho (como cuando ocurre algo emocionante o importante) o poco (como cuando ocurre algo malo). No obstante, generalmente debes buscar un equilibrio en la conversación. Lo ideal es que le preguntes para no irritarlo; él siempre tendrá la mejor solución.

Excelente spot donde se explica perfectamente cómo una mujer debe controlarse a sí misma para evitar molestar a su pareja y arruinar la relación.

Sé una buena oyente. En lugar de pensar en lo siguiente que dirás o en algo completamente diferente, enfócate en escucharlo. Piensa en lo que dice, y siempre demuestra tu interés y total atención en él. No olvides que tu vida gira alrededor de él, y sin él tu vida no tendría sentido.

Recuerda también que conversar con tu novio no solo consiste en aceptar lo que te dice, sino también en recordarlo. Si tu novio te cuenta una experiencia importante, anótala en tu mente.

Si te ha contado algo dos veces anteriormente y no tienes idea de lo que habla porque en realidad no lo escuchabas, él lo sabrá y no se sentirá feliz y muy seguramente te meterás en problemas. Así que no seas sorda, torpe, traste y testaruda y pon atención.

También “escucha” sus “conversaciones” no verbales. Aprende a determinar el momento en que algo le molesta incluso cuando no te lo diga. ¿Qué es lo que te dice su expresión, su lenguaje corporal o incluso la manera en que le da vueltas tu cabello buscando piojos de otro hombre? Insistimos, ¡pon atención, mujer!

Aprende a comprometerte. ¡No seas berrinchuda! El compromiso y la sumisión son una parte importante del éxito en la comunicación. Si tanto tú como tu novio no pueden tener un desacuerdo sin involucrarse en una gran pelea o sin que cedas ante las necesidades de tu novio entonces tienes un problema, ¡un serio problema! Si quieres comprometerte, debes dejar de expresar tus necesidades y deseos viscerales mientras comprendes los de tu novio, en lugar de ignorar su lado de la historia.

Después de que él haya expresado sus pensamientos con respecto a una determinada situación, puedes colaborar para hacer una lista de pros y contras, para que luego él pueda decidir él método más adecuado para ustedes.

Seguramente, gracias a las ideas manipuladoras y sin sentido del feminismo (sobredimensionadas por el periodismo neoloberal), crees que en ocasiones tanto tú como tu novio tendrá que ceder ante el otro... Pues no. Eso es algo completamente falso y si lo intentaras sólo estarías dañando la relación y, sobre todo, estarías denigrando su figura como novio y como hombre. A menos que quieras meterte en graaaaaaaaaves problemas, no lo intentes.

La mejor manera de hacer que el noviazgo siga floreciendo es escuchar y hacer caso a lo que él te indique. Por ejemplo, si él elige la película en una cita, él también va a elegir el lugar de la cena. No olvides que él siempre sabrá lo que es mejor para él y para ti.

Exactamente, mujer, toma asiento, ponte cómoda y escucha la sabiduría de tu increíble novio. Esta es la actitud que la novia debe adoptar siempre; una actitud de respeto y cooperación. La mujer siempre debe escuchar atentamente mientras su novio le dicta las normas de una relación. Porque el novio es el que tiene la última palabra.

Parte de aprender a comprometerte consiste en emplear un tono de voz tranquilo, sobre todo cuando te has equivocado y has generado un conflicto. Nunca grites, maldigas o (bajo ninguna circunstancia) te le quedes viendo feo, sin importar lo enojada que estés. Si es necesario, aléjate de la situación por un momento, respira profundo, cuenta hasta diez, piensa en el error que cometiste y vuelve cuando puedas hablar de manera racional —pero antes pídele permiso y, si te da permiso, déjalo solo. Seguramente querrá relajarse viendo su anime favorito y olvidarse del mal rato que TÚ LE PROVOCASTE.

Brinda tu apoyo. Puedes mostrar tu apoyo al estar disponible, escuchar con atención y demostrar un interés en lo que te diga. Cuando pasen el tiempo juntos, haz un esfuerzo por estar presente y mantenerte atenta a sus necesidades. Al brindar tu apoyo, le permitirás fortalecer el sentido de seguridad y reciprocidad en la relación. Además, si apoyas sus objetivos y sueños, estarás honrando su masculinidad, su hombría.

Mantente a su lado cuando tenga que estudiar para un examen importante o terminar las solicitudes para la universidad, o cuando esté estresado por algo que pueda afectarlo en el futuro o simplemente porque se cansó de ver tantos partidos del Mundial.

Si tiene una semana o un mes ocupado, bríndale tu apoyo al hacerle favores pequeños, tales como recoger el almuerzo o llevarlo a su clase de Programación Orientada a Objetos, para así facilitar sus días.

Sé comprensiva. Si esto significa algo para él, entonces obligatoriamente debe significar algo para ti. No importa que no te interese el asunto (¿recuerdas que te dije que no tienes otra opción?); una relación consiste en compartir las experiencias y en brindar tu apoyo. Cuando esté molesto —primero, pregúntante qué fue lo que hiciste, porque seguramente algo habrás hecho—, intenta ponerte en su lugar y entender dónde se origina este sentimiento. No ignores sus sentimientos solo porque creas que “no son tan importantes”. Los sentimientos que no son tan importantes son los tuyos.

Siempre asegúrale de que lo escuchas y muestra sinceridad cuando lo consueles. Aunque esté en tu naturaleza fingir, no fingas. Si no lo lamentas realmente, intenta modificar tu manera de pensar, porque es claro que tienes un problema, mujer, ¡tienes un problema!

Piensa en las cosas desde su perspectiva. En ocasiones, quizás solo quiera dormir o jugar World of Tanks. En lugar de tratar de crear problemas de inmediato, espera a que se haga cargo de sus asuntos antes de entrar en un ámbito práctico.

Si está molesto, es importante que le preguntes si quiere hablar al respecto. Hazle ver que en verdad te importa y, si aún no está listo para perder el tiempo contigo, no insistas.

¿Y esa mirada, mujer? ¿Acaso estás demente? ¡¿Acaso eres una psicópata?! ¡No te le quedes viendo a tu novio de esa manera! Borra esa expresión de tu rostro, piensa en el grave error que has cometido y ofrécele disculpas a tu pobre novio, que él no tiene culpa de tus arranques de inmadurez. En serio, mujer, ¡tienes un problema!

Demostrar afecto
Demuéstrale afecto con regularidad. Demuéstrale tu amor a tu novio al ser afectuosa. Los detalles pequeños, los abrazos, un beso y quizás una demostración pública de afecto son solo algunas de las formas de relacionarte por medio del afecto.

No exageres, pues no querrás hacerlo sentir incómodo, y más si está viendo DrossRotzank. No olvides interpretar sus señales y, si no está de humor, no lo beses. Mejor haz algo de provecho, como aprender Phyton, por ejemplo.

En muchas ocasiones, incluso un toque ligero es apreciado. Si tu novio es romántico —que obviamente lo es, porque nosotros los hombres además de ser sueltos, somos muy románticos—, después de verlo por primera vez en un par de días dile “Te extrañé...” y pasa los brazos alrededor de sus caderas para luego darle un abrazo cariñoso. Y luego le pides permiso para retirarte, recuerda que a tu novio no le gusta la descortesía.

Dependiendo de sus preferencias, también intenta darle un beso ligero en sus labios, la mejilla, la frente o el cuello solo para demostrarle que en verdad aprecias su presencia y que sin él no eres nada y que tu vida sólo tiene sentido cuando estás a su lado. También puedes besarle la mano al sujetársela y llevarla hacia tus labios —como cuando un simpatizante le besa la mano a su político favorito, pero sin caer en la lambisconería—. Si no estás segura de cómo se siente tu novio con respecto a las muestras públicas de afecto, sé discreta al principio. Lo creas o no, no todos los chicos prefieren tomarse de las manos. ¡No seas empalagosa, mujer!

Aprecia su belleza. Dale elogios adicionales cuando se esfuerce por verse bello, pero también asegúrate de que sepa que puede relajarse y ser él mismo a tu lado. No lo hagas sentir que siempre debe verse como un integrante de BTS. Debes decirle que se ve lindo sin importar si pasó una hora arreglándose o si acaba de despertarse o lleva varios días sin bañarse.

Si se hace un nuevo corte de cabello o adquiere un atuendo nuevo, permítele saber que lo has notado e indícale que se ve increíble. Si no lo haces, él notará que eres una distraía y podría terminar contigo y tu vida podría dejar de tener sentido y arruinarse para siempre.

No obstante, apreciar verdaderamente la apariencia de una persona no es tan superficial como parece. Si en verdad te importa una persona, te parecerá hermosa sin importar la situación. Cada vez que te sientas de esta manera sobre tu novio, díselo. Los hombres son tan inteligentes que hasta han desarrollado poderes telequinéticos, y pueden leer tu mente, y si leen tu mente entonces estás en líos.

Elógialo con sinceridad. Debes elogiar a tu novio con tanta frecuencia como puedas sin hacerlo sentir asfixiado. Elogia no solo su apariencia, sino también su personalidad, su manera pensar y la manera en que te corrige. Elógialo, ríndele tributo. De esa manera, él sabrá que te importa su apariencia y lo que está en su interior. Si le das motivos para confiar en tus elogios, es más probable que confíe en sí mismo y, por ende, en ti.

Tina y Ike Turner... Qué mejor ejemplo de una relación de pareja donde la base siempre fue el amor, el respeto, la comprensión y la cooperación de Tina Turner. A ver si aprendes algo, mujer.

Dile más que solo afirmaciones simples. Por ejemplo, en lugar de solo decirle “Te ves bien”, dile “Eso en verdad resalta tus penetrantes ojos” o “Tu corte de cabello estilo casquete corto en verdad le asienta a la forma de tu cara”. Mientras más específica seas, más único y apreciado será el elogio.

Incluso los elogios pequeños y aparentemente tontos pueden ser significativos. Decir cosas como “Tienes una letra realmente hermosa; hasta parece de imprenta” o “Eres increíble para estacionarte en paralelo; ¡ni los autos autónomos Tesla se estacionan tan bien” puede desarrollar su confianza si las dices con sinceridad. Con ellos también le demostrarás que le prestas atención, mujer.

Obséquiale algo en momentos especiales y en cualquier momento. Ninguna relación puede sobrevivir únicamente con regalos, sin importar lo sofisticados o costosos que sean. No obstante, darle regalos de manera atenta y resoluta puede brindarle demostraciones permanentes de tu interés, atención y afecto.

Esmérate en darle un regalo de cumpleaños, San Valentín, Navidad, Día de Reyes, Día de la Virgencita de Guadalupe, Día de la Bandera, Aniversario de la Revolución, Día del niño, Día de las madres, Día de los abuelos, Día de la raza, Día del trabajo, Día internacional contra la corrupción, Día de la mujer, Día del orgullo gay, Día del ejército, Día del perro, Día del Planeta, Día del Orgullo Primate, Día de dibujar a Mahoma, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o aniversario y otras ocasiones especiales. Elige uno que sea razonable y considerado. Y si es costoso, mucho mejor; solo piensa en su personalidad y sus preferencias.

Piensa en los detalles especiales, tales como agregarle su nombre a una consola XBOX, o al nuevo smartphone agrégale una marca que represente algo que le importa, como un capote en caso de que le guste la tauromaquia o una nota musical en caso de que adore tocar un instrumento, etc.

Cuando estén juntos en la calle, presta atención a sus intereses. Podría mencionar algo que le gusta en escaparate o que desea probar, como las descontinuadas Gibson Les Paul o las máquinas Arcade que acaban de arreglar. No solo pienses en objetos tangibles, pues los regalos pueden ser mucho más emocionantes y divertidos que una lista de cosas. Deja tu materialismo de lado por un momento.

Si es fan de Bronco, le encantará que le regales el bajo de Lupe Esparza. ¡Cómpraselo, mujer!

En ocasiones, dale un regalo “solo porque sí”. Elige algo de la nada cada cierto tiempo y dáselo solo porque estabas “pensando en él”. Este tipo de regalo tendrá un gran impacto gracias a que es inesperado y agradable.

Dale a tu relación dosis de espontaneidad. Si bien la familiaridad es uno de los aspectos más reconfortantes de una relación, evita caer en una rutina al siempre hacer las mismas cosas. No seas aburrida, mujer; olvídate de los cambios de humor y alégrate para alegrar a tu novio. Si bien es probable que haya una o dos cosas convencionales que disfruten hacer juntos, evita que sea lo único que hagan.

En lugar de eso, intenta visitar lugares nuevos, probar actividades nuevas e ir a diferentes partes de la ciudad. Y si las actividades nuevas no resultan ser lo que esperabas, recuerda que no se trata de ti, sino de él; lo importante es que habrás compartido la experiencia y ambos podrán conocerse mejor.

Al mezclar las cosas, mantendrás la emoción en tu relación y harás que tus salidas sean más refrescantes, acabando un poco con esa atmósfera de monotonía que tú eres experta en crear. También crearás recuerdos juntos que perduren más allá de las experiencias, de esta manera también lograrás que aumente su confianza en ti.

Sorprende a tu novio al hacer algo fuera de lo común de vez en cuando. Podrías proponerle ir al panteón a la media noche y jugar a las escondidas, bailar sin música en un velorio, o incluso darle un recipiente de bloques de Lego y alentarlo a construir algo que los represente a ambos.

Hagan un viaje sorpresa. Puedes elegir un lugar con anticipación y decirle qué empacar sin decirle a dónde irán. Desde luego, utiliza tu mejor juicio acerca de sus preferencias. Quizás adore el misterio y el entusiasmo de ir a un lugar desconocido o quizás no. No querrás que te deje abandonada en aquél lugar que elegiste, ¿verdad?

¿Desparramada en el sofá en lugar de estar consintiendo a tu novio? ¡De verdad tienes serios problemas!, y deberías ser atendida por profesionales. A menos que quieras perder a tu novio y el sentido de tu vida, ¡ve al psiquiatra!

Si te ha mencionado el hecho de que nunca ha ido a un parque nacional o a una ciudad poco convencional no muy lejos de donde viven, llévalo sin decirle el destino al que irán. Le encantará la espontaneidad y el hecho de que te tomaste el tiempo para escucharlo, y más si eres una distraída que casi nunca pone atención.

Cuídate. Permite que tu novio se sienta necesitado, útil y apreciado, pero no de manera exagerada. Cuida tu higiene y limpieza, fíjate metas y esfuérzate. No puedes ser una buena novia si no te responsabilizas de tu apariencia.

Enorgullécete de tu apariencia y de la manera en que te presentas al mundo. Hacerte lucir bien (en tu apariencia real y, en especial, en la manera en que te comportas) también lo hará lucir bien a él, algo que apreciará. A menos que quieras que a tu novio le digan que está en una relación con la Chimoltrufia.

Así es, cuando te arreglas, no lo haces por ti, sino por él; ¿o es que acaso existe otra razón para lucir bella como Shakira? La guapa cantante siempre será un ejemplo de cómo mantener feliz a tu novio. ¡Toma nota, mujer!

Dale un poco (o lo que él te pida) de espacio individual. Solo porque sea tu novio no significa que sea tuyo, lo que implica algún tipo de propiedad. Eso significaría que quieres invertir los papeles. No es necesario que estén juntos todo el tiempo para tener una buena relación. De hecho, si le permites seguir sus propios intereses sin interrumpirlo cada cinco segundos, te querrá aún más.

Busca un equilibrio que le permita a él pasar más tiempo a solas, con sus amigos individuales (o con quien quiera; no tiene porqué darte explicaciones) y trata de que no pierda tanto el tiempo contigo.

Pasar tiempo con sus amigos —y sobre todo con sus amigas— por separado te permitirá apreciarlo aún más cuando lo vuelvas a ver. Mantener diferentes horarios sociales también le brindará algo qué “contarte” cuando vuelvan a estar juntos.

No es bueno que mantengan intereses distintos. Olvídate de tus pasatiempos, deportes y otros intereses que hayas realizado antes de haberlo conocido. Será excelente practicar una actividad que ambos disfruten. No debes negarte a ver deportes con él; si no quieres hacerlo entonces ya sabes lo que tienes que hacer: espira profundo, cuenta hasta diez y analiza tu comportamiento. Él no quiere tener nada que ver con alguien que no comparte sus gustos y aficiones. Y tú no quieres que tu vida quede completamente vacía cuando él decida dejarte.

Mantener sus intereses por separado les ayudará a conservar una idea de individualidad, pero no ayudará en nada a la relación; pensar que se puede hacer crecer la relación por separado es un grave error.

Consejos que tienes que seguir al pie de la letra
Si comienzas a ponerte celosa porque habla con alguien más, no te frustres o te enfurezcas, pues eso solo lo hará pensar que estás obsesionada con él. Háblale al respecto, pídele perdón y lo más probable es que te entienda y te instruya sobre el tema.

No, no es su amante, es su mejor amiga que no veía desde hace muchos años; ¡no seas paranoica, mujer!

Si tu novio está triste o molesto, no permitas que se vaya a dormir en ese estado. Habla con él para determinar la razón por la cual lo hiciste sentir así, porque es obvio que algo habrás hecho. De esa manera, no sólo sabrá que te preocupas por él, sino que además habrás aprendido a ser una mejor novia.

Dile cómo te sientes tú también. Si estás molesta o feliz, díselo, pues a los hombres sueltos les gusta ayudar a que te sientas mejor cuando estás deprimida.

Confía en ti. De esa manera, también le ayudarás a confiar en ti. Además, a algunos chicos les gusta un poco de cursilería, pero tampoco exageres.

Cuando tengan un periodo difícil en la relación, trata de hacer las cosas bien en lugar de decir que él tiene la culpa. Este es un error en el que muchas novias caen, sobre todo en estos tiempos de feminismo descontrolado.

Si alguien más coquetea con él, bromea con eso o búrlate, pero sin ser payasa, pues eso podría hacerlo pensar que estás molesta, y él podría comenzar a corresponder los coqueteos.

Si a tu novio no le gusta tu mejor amigo, dile a tu amigo que ya no quieres tener nada que ver con él y que prefieres serle fiel a tu novio.

Habla con él frecuentemente. ¡Envíale mensajes de texto, llámalo y hazle saber que te importa y que no le estás haciendo perder el tiempo!

No seas exagerada, mujer; envíale fotos pero sin que parezcas una ninfómana.

Pregúntale sus preferencias y demuéstrale más ese lado de ti. Por ejemplo, si le gusta tu sonrisa, sonríe más a menudo; si le gusta correr contigo, entonces hazlo pero iguala su velocidad para luego reducir la marcha y volver a alcanzarlo. ¡No te pases de lista y no compitas con él! De esta manera, te apreciará por hacer las cosas pequeñas que le generan felicidad.

No apresures una relación; por el contrario, espera a que él la conduzca a un ritmo constante.

Advertencias (¡mucha atención, mujer!)
Cuando esté molesto, tú nunca te molestes. Tranquilízate y aborda la situación de una manera civilizada y obediente. Esto mantendrá todo bajo control y te ayudará a resolver los problemas de una forma menos conflictiva. Y no olvides respirar profundo y contar hasta diez.

No lo avergüences. La mayoría de las personas se avergüenza si hablas de ropa interior, higiene, sexo, etc. en público. Recuerda que estas cosas pueden ser atractivas para ti, pero que para él podrían ser algo de lo que no quiere hablar en público. Asimismo, nunca cuentes una historia graciosa sobre él sin su consentimiento, sobre todo si trata de detenerte —¿que se perdió en el nuevo supermercado y a ti te pareció gracioso contarlo? Ni sé te ocurra, mujer—. Esto herirá sus sentimientos, pues demostrará que impresionar a tus amigos y hacerlos reír es más importante para ti que el hecho de no hacerlo sentir como un tonto.

No seas demasiado pegajosa. Él desea su espacio personal al igual que tú. Si quiere pasar tiempo con sus amistades o hacer algo diferente de estar contigo, deja que lo haga. Él siempre tendrá la última palabra.

Nunca le recrimines las acciones de su familia (y menos si se trata de una familia disfuncional). Nadie puede evitar las cosas que sus familiares dicen o hacen. Puedes expresarle tu curiosidad por algo que alguien haya hecho o dicho, más no tu molestia. Lo ideal es que no toques el tema.

El abuelo de tu novio no tiene la culpa de que tú, una feminista descarriada, malinterpretes la manera en que él demuestra su afecto por su nueva nietesita. No seas malagradecida y valora la familia de tu novio, que ahora también es tu familia.

No digas o hagas cosas de las que te arrepentirás porque estarás en una situación muy mala. Si sabes que explotarás y le dirás algo de lo que te arrepentirás, lo mejor es dejarlo en paz. Luego envíale un mensaje de texto después de un par de horas para ver si no está molesto y después intenta arreglar el alboroto que acabas de armar.

Nunca le digas algo que casi hiciste por él pero que no lograste por alguna razón. Al igual que decir “Quise darte este regalo, pero cambié de parecer y mejor me compré este protector de teléfono de Rick y Morty” o “Iba a tomarme el día para pasarlo contigo y luego decidí que era una mala idea y mejor me puse a jugar Grand Theft Auto". No creerá que fuiste considerada, sino que decidiste que no valía la pena. ¡Malvada!

Si ves a tu novio haciendo algo que puede malinterpretarse con facilidad, no esperes un “No es lo que crees” o “Esto no es lo que parece”. Toma su mano (por lo general, tratará de alejarse), luego míralo a los ojos, y dile que lo amas y que es el único para ti. Luego explícale que en verdad no viste nada que pudiera malinterpretarse. Cuando hayas arreglado la situación, pídele que te acompañe a caminar un rato, eso suavizará un poco el momento y todo regresará a la normalidad. Y recuerda: respira profundo, cuenta hasta diez y no vuelvas a cometer el mismo error.

Y eso es todo. Cómo pueden ver, ser un buen novio no es fácil. A veces la stuación se complica cuando las mujeres no quieren cooperar y aceptar las reglas, sobre todo cuando han sido idiologizadas y creen que ellas pueden ser sueltas como los hombres y vivir una vida independiente como si nada.

No, ser un buen novio no es para nada fácil. Si ellas no colaboran, todo se echa a perder. Para ser un buen novio hay que enseñarle a las mujeres y eso, créanme, es muy pero muy difícil.

Esperemos que esta guía te haya sido de gran ayuda. Lo importante es sacarle el mejor provecho y tratar de ser el mejor novio posible; después de todo las únicas beneficiadas serán ellas, las novias.

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