El Santo Vs. La vagina asesina

El Santos vs. La Vagina asesina, un artículo que ya es todo un clásico de Ximinia | Ximinia

Tuve un sueño muy raro, aunque no sé si signifique algo, pero un sueño tan psicodélico como este es digno de contarse...

No sé si fue un sueño, una pesadilla, una alucinación, un primer sintóma de esquizofrenia, o un trauma oculto que sólo aparece en las noches, pero este sueño es uno de los más llamativos que he tenido.

Con ustedes, el sueño que soñe cuando me encontraba durmiendo.

Básicamente, el sueño comienza así: soñé que estaba peleando contra una vagina gigante; no sabía si dicho genital femenino quería asesinarme, destruirme o hacerme suyo a la fuerza. No recuerdo muy bien el lugar, el entorno donde me encontraba, pero había mucha niebla y la visibilidad era escasa. Me dirigía hacia no sé donde, cuando comienza a hacerse visible, dentro de esa densa niebla, una vagina (cabe mencionar que esta vagina no tenía vello púbico, era lampiña).

De la nada, en la siguiente escena aparezco yo peleando, luchando y tratando de escapar de la vagina que al parecer tenía la capacidad de succión, sí, esta vaginototota intentaba succionarme hacia lo más profundo de su lubricado ser. Por más que quería salirme de ese impactante hueco rosado, no podía, la vagina era muy fuerte; parecía que estaba vencido, pero me aferraba a sus labios menores con todas mis fuerzas.

Dentro del sueño, parecía como una película de Polanski, todo muy experimental y con escenas abstractas; de repente me encontraba huyendo del genital lengüetudo y en otras me encontraba esquivándola cual Jedi en la estrella de la muerte.

La enorme vagina trataba de ahogarme con eyaculaciones cada cinco minutos, mientras yo contenía la respiración y trataba de no tragar aquél espeso líquido, e intentaba además de no aspirar ese intenso olor a pescadería en central de abastos. La macabra vagina se abría y se cerraba como si fuese una boca gigante en posición vertical, la pelea se convertía en una lucha por salvar mi vida, era yo o la vagina; aquello tomaba tintes de peleas épicas al estilo David contra Goliath. Extrañamente, no estaba asustado, era "Juan sin miedo" en contra de un aparato reproductor mutante, que por alguna desconocida razón, quería introducirme dentro de ella.

Por momentos lograba escaparme del carnoso monstruo, pero con sus dos enormes, terzos y largos labios menores, me arrastraba hacia ella nuevamente, y con sus dos salvajes labios mayores se ayudaba para empujarme hacia adentro, y otra vez la batalla volvía a comenzar.

Tenía sentimientos encontrados: no sabía si correr o excitarme; preparar la lengua o bajarme los pantalones. De pronto me encuentro enfrente de ella, y en mi mano tengo un garfio atado a una cuerda, algo así como las que utiliza Batman. La comienzo a girar, preparándome para lanzársela, eligo el momento adecuado y con todas mis fuerzas, y demás gritando "¡por el poder de Andrés!", le lanzo el arma pulso cortante y se la logro clavar en donde más le duele y excita: el clítoris.

Al estilo del rodeo, trato de domarla, mientras jalo de la cuerda atado a ese imponente clítoris, pero es más mucho más fuerte de lo que yo creía, en ocasiones me vence y hasta me levanta del suelo. El ya inflamado clítoris parece romperse, además, la vagina comienza a desorientarse, yo sigo halando de la cuerda con coraje y ambición --el garfio se le ve como un verdadero pearcing--, jalo, jalo y sigo jalando de la cuerda. La vagina ahora tiene aspecto como de haber practicado el coito durante horas y horas con un burro poseído; está cansada y totalmente áspera.

El sueño continúa siendo raro. Ahora puedo ver las piernas, que siempre habían estado ahí, pero que no les había puesto atención. Las recorro con la mirada hasta las rodillas, no sé por que no seguí hasta los pies, y más aún, ¿por qué no volteé a ver el rostro de la mujer, dueña de ésta berrinchuda vagina?

Ahora ya no tengo el garfio, la gran "papaya" y yo nos encontramos solos y totalmente ensangrentados, aún no sé si la sangre es mía, la que yo le saque con el garfio, o simplemente durante la batalla, ella menstruó. No se mueve, yo la miro fijamente y ahora la escena parece una película del Oeste; un duelo a muerte, cualquiera puede sacar su respectiva arma y terminar el trabajo, pero nadie toma la iniciativa.

Todo esto sucede sin que ninguno de los dos emita algún comentario; durante todo el sueño nadie es capaz de decir una sola palabra. Una nube de humo rodea el oscuro lugar, como si fuese un concierto de Los Temerarios. El humo blanco invade el lugar y no veo nada; volteo a todos lados, escucho susurros (así como en LOST), como si alguien se acercara a toda prisa hacia mi lubricada persona, los peores pensamientos pasan por mi perturbada mente, ¿serán más vaginas gigantes? ¿serán los hijos de la vagina gigante? O peor aún, ¿será el novio de la vagina gigante? Y si así es... creo que ya saben lo que pudo haber ocurrido, pero no ocurrió. Afortunadamente comienzo a despertar lentamente.

Pero cuando creí haber despertado... La escena siguiente es nuevamente la inepta vagina y yo en una batalla campal, pero esta vez yo observo todo; me veo a mí mismo, desde un ángulo diferente y todo transcurre casi en cámara lenta, la imagen es muy parecida como si estuviese grabada en una cámara phantom y en HD, en unos 1080p.

Pero surge un cambio radical, durante todo el sueño el enorme animal que todo hombre (heterosexual) desea penetrar y toda mujer (gay/bisexual) introducirle el dedo índice, ahora es 10 años más joven; ahora parece vagina de niña de 12 años. Ya no es tan feroz, pero sigue siendo peligrosa, ya no me quiere matar, pero continúa tras de mí.

Ahora, otro cambio radical, yo me encuentro encima de ella, recostado, viendo al cielo y pensando en algo, como viendo las estrellas, mientras debajo de mí hay una virgen vagina...

Y eso es todo. Así finaliza mi peculiar sueño. O eso creo. Todavía no sé si fue un final feliz; es más, aún no sé si he despertado.

Aún tengo dudas sobre si este sueño tan único significó algo.

Si ustedes tienen alguna respuesta al significado de mi sueño, háganmelo saber, será de mucha ayuda, porque no quiero terminar teniendo "vaginofobia"; cuando vea una vagina, tal vez mi primer impulso sea matarla, y nadie quiere eso, ¿verdad?



Foto | Ximinia


El Santo Vs. La vagina asesina El Santo Vs. La vagina asesina Reviewed by José L. Bravo on 10:58 p.m. Rating: 5

2 comentarios:

  1. jajajaja k kura esta del 1 bueno interezantee heeee

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  2. No manches, fue terrible, desde que tuve ese sueño, no vuelte a ver un video porno :S

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