León, en busca de la otra mitad de su orgullo

Era un hecho que León estaba casi obligado a ganar y acceder, vía repechaje, a la Fase de Grupos de la Copa Libertadores 2013, pero, para sopresa de muchos, no pudo salir avante e imponer su talento ante un equipo muy inferior al cuadro felino como lo es Deportes Iquique; y para colmo, el pase se definió en penales, donde el León no pudo sacar las garras y queda eliminado apenas en repechaje, algo que podíamos catalogar como un fracaso.

Es un fracaso, no hay que buscarle más, León tenía todo para avanzar: futbol y contrincante mediocre. Pero apesar de tener casi todo a favor, la poca contudencia felina terminó siendo la clave de la derrota.

Partido de vuelta
Ahora en Chile, el equipo mexicano, que sin duda no es el mismo que vimos en el Apertura 2012, tenía que sacar lo mejor de sí y dar el mejor partido del año, luchando además contra el hecho de ser visitante, porque, sin ser prejuiciosos, en Sudamérica las mañas en el futbol son cosas de todos los días, algo normal.

Sólo tenía que ganar por un 1 gol, logró conseguir ese gol, pero el empate llegaría minutos después de haber anotado. León había sido mucho mejor que Deportes Iquique, dio un gran partido, no jugó mal, pero la impresición fue el problema más grande para el equipo, fue lo que definió el pase, más que los penales mismos.

Y, por si fuera poco, el arbitraje nuevamente incide en el marcador, y podríamos decir que tiene que ver mucho en el pase a Fase de Grupos del Iquique, pues el árbitro no marca un penal sobre Arrechea, el mismo que en el partido de ida no le marcaron uno.

Luego, cuando León era mejor, pero sin contudencia, sin poder concretar ninguna, nos iríamos a penales, donde a la escuadra felina le llovió sobre mojado, pues terminaron fallando dos penales, lo que le dio el pase a Deportes Iquique, claro, el arquero Christian Martínez también nos dejó en claro que para los penales es malísimo.

León fue mucho mejor que Deportes Iquique, un equipo chileno muy canchero, pero la malaria de la definición pesó demasiado en el cuadro mexicano.

Así terminaba el sueño libertador para el León, un equipo que, en estos momentos, es el vivo reflejo de la irregularidad del futbol mexicano; en la liga local todavía no logra ganar, quizás juega casi al nivel del torneo pasado, pero sin contudencia.

Es el único equipo del Clausura 2013 que no puede anotar de visitante, es la peor defensa del Clausura (10 goles recibidos), es cierto que ha mejorado con respecto al inicio del Clausura 2013, pero el principal problema es la falta de contundencia, algo que en el torneo pasado fue el mejor aspecto del equipo, y lo que lo llevó hasta Semifinales.

Ahora, después de fracasar en la Libertadores, y ya ni siquiera en la Fase de Grupos, sino en el repechaje, los felinos tendrán que enfocarse, primero, en mejorar la parte de la definición, luego intentar recuperar el nivel mostrado en el torneo pasado, aún con los refuerzos que no funcionan, como Nery Castillo --que debería estar en Segunda División, pero ya ven cómo es nuestro futbol de bondadoso-- y Rafa Márquez, el defensa estrella que se la vive en las lesiones.

Hay que recordar que el futbol mexicano es muy enigmático, y no nos sorprenda si el León, tal vez al final del torneo regular, vuelva a retomar el nivel y agarre una gran inercia hacia la Liguilla, y haber quien lo detiene. Porque el futbol mexicano se divide en dos torneos: el regular y la Liguilla.

Es un gran fracaso, y es más grande si el verdugo fue un equipo muy limitado y bastante inferior al equipo mexicano; ahora sólo queda recuperar la dignidad y el orgullo en el Clausura 2013, porque además también estarán viendo de reojo la zona del descenso.

Foto | AP