La Isla 2013: más morbo, más derrotismo y más de lo mismo

#SufroYmeHumilloComoLosDeLaIsla

Ahora ya no es un experimento, ya es todo un programa hecho y derecho, aunque siga pareciendo un experimento.

Luego de que la primera temporada lograra un éxito notable, gracias a todo el morbo y derrotismo que del programa emanaba (y que sigue emanando), está de regreso para una segunda temporada (porque usted lo pidió). Se trata de "La Isla", un reality show que pondrá a prueba la fuerza física y mental de los participantes (o eso es lo que Azteca intenta vendernos otra vez).

Nos hemos cansado de repetir lo que a continuación vamos a volver a repetir, pero es una verdad casi absoluta: en la televisión mexicana, cualquier cosa funciona, y si te lo venden como una súper producción y además te la ofrecen con una gran publicidad... entonces el éxito está asegurado (Véase: PM Canal 5).

Esto es lo que sucede con "La Isla", que es un programa muy mal hecho y realizado, pero que funciona gracias al pobre conocimiento del televidente. Si de por sí los programas malos funcionan, estos tipos de programas rebasan la cima del éxito.

Primero, en TV Azteca dicen que es un reality, pero si lo analizamos a fondo, el programa está tan mal hecho, que termina siendo un intento de reality, además de que el programa está grabado con 23 años de anticipación, así que de reality tiene muy pero muy poco.

En la primera edición, lo que llamó la atención de la gente fue lo que los participantes hacían en el programa, que no era más que ser exhibidos y "puestos a prueba" con los "retos" (que eran caseros pero vendidos como extremos), donde además eran mostrados tal cual, en ocasiones enseñando el cobre, y claro, porque las mujeres también se la pasaban exhibiéndose a cada rato.

Pues eso es lo que verán en esta edición 2013, nada más que ahora aumentado, pero no corregido; más desnudos, más escenas donde los participantes muestra su verdadero yo, etc., en pocas palabras, veremos una especie de programa de espectáculos.

Pero veamos quiénes son ahora los mediocres personajes que no tienen nada qué hacer más que intentar inyectarle más fama a su carrera (en el caso de los famosos), y tratar de ser alguien en la vida (en el caso de los desconocidos).

Antes de continuar, cabe mencionar que el programa toma ciertos aspectos de la sociedad mexicana, y en cuanto a los participantes lo hace bastante bien, donde la desigualdad está a flor de piel; el clasismo y la discriminación se huelen, nomás lea usted lo siguiente:

Los famosos:

• Maritere Alessandri. Dizque conductora mexicana, actualmente participa en un insulto llamado "Al Extremo", que no es más que otro programa basado en YouTube. Tiene como 40 años y a muchos les gusta porque apareció desnuda (enseñando las monedas) en una revista.
• Ceci Ponce. Actriz argentina quien ha ido forjando una carrera fructífera dentro de las filas de Azteca. Sí, la anterior oración fue sarcasmo. Es más conocida por encuerarse en las revistas. Llama la atención su cara de "El mundo no me merece".
• Michelle Vieth. Actriz mexicana. Llegó a TV Azteca por lo mismo que Niurka, Mauricio Islas, Raquel Bigorra, y otros tantos que salieron del basurero de Televisa: por sus escándalos, y porque todavía no puede quitarse la imagen de aquel video porno donde sale dando clases de ginecología.
• Tanía Rincón. Modelo, conductora y actriz mexicana; muy guapa y simpática, aunque no sabemos a qué se dedica en verdad, porque derrepente la vemos denigrándose en el programa "Venga la alegría", y luego la vemos leyendo el telepronter en Foxsports.
• Geraldine Bazán. Actriz y conductora mexicana. Y es todo lo que sabemos de ella.
• Vanessa Zambotti. Judoka mexicana que ha competido en tres ocasiones en los Juegos Olímpicos. Participa en este programa para dar a conocer la precaria vida de los atletas mexicanos, y restregársela a la CONADE.
• Matías Novoa. Actor y modelo chileno, mejor conocido por andar tirándose a María Fernanda Yepes, actriz y pareja del mismo. Recientemente fue protagonista de la serie "La Teniente", junto a Fernanda Yepes, donde también se la tiró.
• Francisco de la O. Actor y conductor mexicano. Cuenta con una larga trayectoria artística, siempre caracterizándose por su profesionalismo y dedicación. Aunque nunca lo hemos comprobado.
• Alan. "Cantante" y actor mexicano. Inició su carrera como cantante al entrar al famosísimo grupo mexicano Magneto, conocido en todo el mundo. Donde era el único con talento que en verdad cantaba, y eso que en realidad Alan no canta, para que vea de qué grupo estamos hablando. Su decadencia, su poco/nulo éxito como solista y su desesperación por conseguir algo pa' tragar, lo han llevado a La Isla, quizás a perder la poca dignidad que tenía.
• Alberto Guerra. Actor cubano. Comenzó su carrera actoral en Telemundo, y actualmente se encuentra trabajando en los proyectos más destacados de Azteca. Y esto tampoco sabemos si es cierto, porque nunca lo hemos visto. Se volvió más famoso por ser uno de los 523 novios de Ludwika Paleta.
• Shocker. Ama de casa. Es una señora de más de 50 años de edad, que ha llamado la atención, no sólo por su nombre, sino por su increíble parecido (físico y verbal) con el luchador mexicano del mismo nombre. Además, lo sorprendente de todo, es que posee las mismas habilidades físicas y deportivas que el famoso luchador.
• "Bad Boy" Rosas. Boxeador mexicano, su verdadero nombre es "A nadie le importo", aunque también es conocido como Daniel Rosas Reyes, pero saltó a la fama con el sobrenombre de "Bad Boy". Es el actual campeón del reality show "Campeón Azteca Round 2" (la versión Tepito de "The Contender") y reconocido por su falta de cultura, lenguaje, vocabulario, etc., como cualquier boxeador. Y como cualquier trabajador de TV Azteca, está ahí porque Azteca así lo quiso, nomás para poner el ambiente.

Y ahora, los retadores. Y si los famosos no tenía nada qué hacer, pues los desconocidos menos.

Del casting que se llevó a cabo por 11 ciudades y al cual asistieron más de 21,000 mil participantes (gente sin qué hacer), quedaron seleccionados los 6 retadores que convivirán junto a los famosos, para tratar de ser igual que ellos, o sea, vivir del escándalo y la prensa rosa:

• Ricardo Alcalá. Nacido en Chihuahua, Chih., tiene 31 años y es licenciado en Administración de Empresas, trabajando como gerente de ventas; practica futbol americano, soccer (no sé qué es el soccer, tal vez quiso decir futbol), patinaje agresivo y artes marciales mixtas. ¿Es deportista u oficinista? Que se decida.
• Juan Carlos Somoza. Tiene 18 años de edad, dice que es estudiante de preparatoria en Cancún, Quintana Roo. Es un joven alegre, competitivo, optimista, bromista y soñador. Y yo me pregunto, ¿de qué te sirve ser alegre, optimista, bromista y soñador en un programa como "La Isla"? Lo de competitivo lo entiendo, pero lo demás no.
• Carlos Pulido. Nacido en Tomatlán, Jalisco, se considera un hombre salvaje (no sé qué connotaciones tenga esta palabra), solitario y honesto. A sus 42 años se dedica a la pesca y el buceo. En pocas palabras, será el centro del racismo en todo el programa.
• Karen Iveth González. De Guadalajara, Jal. Es modelo y GIO, se describe como una mujer hiperactiva, extrovertida y muy positiva. Volvemos a lo mismo, ¿para qué demonios te sirve eso?
• Cristina Rangel. Modelo y edecán con 30 años de edad. Con esa descripción, no llega ni al quinto partido.
• Ana Teresa Ransanz. Con 29 años de edad es diseñadora gráfica y triatleta. Elegida del casting online. Esta chica se inscribió vía online, quizás porque no quiso ridiculizarse en el casting. Y si es triatleta, entonces tiene todo para ganar, y en una de esas, convertirse en la segunda mujer que gana el programa consecutivamente, ya que en la edición pasada la ganadora fue una mujer --para así sembrar una hegemonía femenina--.

Y estos son todos los participantes, que tratarán de ganar el programa y llevarse 2 millones de pesos --¿libre de impuestos? No creo--, aunque en realidad, lo que ellos no saben, es que no son más que simples mercancías para hacer ganar más dinero a TV Azteca. Algo parecido con lo que sucede con los idiotas que escriben artículos en Wikipedia, que dizque se sienten muy muy por "colaborar" con la "encliclopedia", cuando en realidad lo único que hacen es colaborar pero para enriquecer al magnate Jimmy Wales.

Y de esta manera, el programa ha iniciado. Veamos cuáles son algunos puntos del show donde no han mejoraro, y además lo han empeorado.

Primero, para los que vivían en una isla, y no estaban enterados de las tonterías que sucedían en la televisión, aquí una pequeña explicación sobre lo que es "La Isla".

Es un programa de concursos súper grabado que nos lo venden como reality show. Básicamente, el programa trata sobre 18 participantes, donde 12 de ellos son famosos (de esos que salen en la tele, en las revistas y cualquier parte donde puedan crear escándalo para poder seguir siendo famosos) y el resto de los 6 son desconocidos, personas que hicieron casting (y que evidentemente no tienen nada qué hacer) para poder participar en dicho programa.

Luego, los 18 se dividen en tres grupos, a estos grupos se le designa un nombre mamila --en esta versión 2013, los nombres son Sol, Luna y Estrella (bien mamilas)--; cada grupo consta de seis participantes (obviamente, ¡daah!). El grupo de los 12 famosos son divididos en dos: celebridades y famosos, aunque por lo que he visto, esto no otorga ningún tipo de ventaja, así que nomás lo hacen para hacerse los interesantes.

Los tres grupos son enviados a tres sitios distintos. Y aquí es la parte donde el programa se basa en el México real, en el México de todos los días, pues dichos lugares representan perfectamente a las distintas clases de la sociedad mexicana: Playa Baja, Playa Media y Playa Alta.

En Playa Baja, las condiciones son extremas en todos los aspectos (hasta las metáforas son pobres). En Playa Media, se puede sobrevivir con las carencias que abundan. En Playa Alta, la desigualdad, los problemas y las carencias... no existen. Sí, como el México real.

Esta parte sí que supieron capturarla muy bien, aunque me pregunto si ésta era su intención.

Y entonces esos tres grupos comienzan la lucha a muerte por ser los ganadores. Los grupos perdedores tendrán que eliminar a un integrante, bla, bla, bla... A nadie le importa.

En pocas palabras, sólo uno podrá ser el ganador o ganadora (¡Daah!). Es decir, todo esta unión y trabajo en equipo que vemos al principio es pura mentira, algo que también supieron sacar del México real, ya que el cinismo y la doble moral es algo muy común en la solidaria sociedad mexicana.

Al final, el ganador o ganadora, tendrá que competir por su cuenta, ante un contrincante de otro grupo o de su misma manada. Cual México real. Sin más ni más.

En el anterior artículo, comentábamos que el programa tenía que mejorar enormidades. ¿Y lo hicieron? No, para nada. No lo hicieron. El programa es prácticamente el mismo, no ha cambiado nada, no se renovó, o ya de plano se reinventó. Lo que hicieron fue subirle las revoluciones al morbo y a la polémica, a la curiosidad visual. Y esto lo vemos principalmente con los famosos, que son famosos de escándalos, que se la viven en la nota rosa todo el tiempo, que no tienen nada qué ofrecer, o son los clásicos petardos quemados que ya no les queda de otra que aparecer en programas como estos --donde además no sabemos si están ahí porque ellos quisieron o porque su televisora los obligó--.

Los realizadores del programa tenían que corregir algunas cosas, pero tampoco lo hicieron, al contrario, lo aumentaron. Y aumentaron lo que no tenían que aumentar. Una de estas cosas es la edición del programa, donde las competencias duran una eternidad, lo que lo vuelve tedioso y aburrido, repetitivo y sin chiste, y rápidamente cae en una monotonía insoportable. Además, apesar de que es un programa dinámico, hay demasiado tiempo muerto, y esto se nota más durante las competencias, y aunado a todo tendríamos que sumarle que se habla demasiado, dizque para hacerla de emoción y ponernos en suspenso, pero lo cierto es que nomás nos aburren.

Durante la hora que dura el programa, no pasa nada. Se alargan demasiado, sobre todo en las competencias, ya lo dijimos. Pero hay más, las escenas de los grupos en sus respectivas playas, también es demasiado largo, se le da demasiado tiempo, esto porque quieren causar curiosidad y morbo en la gente, alarmar al telespectador y mantenerlos atentos a no sé qué, porque esta es la idea del programa; a ver quién se enoja primero, a ver quién se cae, a ver quién enseña tanga, a ver qué desconocido se le insinúa a qué famosa, etc.

El concepto del programa me parece muy mal llevado, muy mal realizado. Al principio (en la primera temporada) la idea era buena, pero el desarrollo de la misma dejó mucho qué desear, y en esta segunda temporada las cosas ya son decadentes.

Por ejemplo, en el primer programa de esta segunda temporada, la intención de causar suspenso y emoción se les fue de las manos, y al final parecía que estábamos viendo un programa sobre migración o algo por el estilo. Sin embargo, siguieron con el cuento, pues hasta quisieron armar todo un escándalo cuando uno de los camiones que transportaba a un grupo se descarriló a medio camino. Sólo fue un accidente sin consecuencia alguna, pero trataron de sacarle todo el jugo a esta situación, algo que fue muy evidente.

Asimismo, las competencias... ¡No puede ser! Están más maquilladas que otra cosa, son más falsas que la moral de AMLO; los mentados retos no son más que simples juegos sin chiste, sin dificultad, sin riesgo y sin dinámica. No son retos de verdad, son juegos caseros vendidos como juegos extremos. Pero ahí están los famosos y los desconocidos dizque sufriendo con los retos.

Por ejemplo, el jotazazazo de Shocker (que de veras parece una señora), que apesar de que es un luchador profesional (casi un atleta, aunque no lo es), estaba casi a punto de llorar en el primer reto, junto con Zambotti, quien además es judoka, ¿qué no se supone que estas cosas deberían ser "papita" para éstas dos bestias deportivas? Y luego por qué estas cosas se prestan para las malas interpretaciones.

Y algo que no podría falta era el sentimentalismo, una de las materias primas de la televisión mexicana. Y "La Isla" no podía ignorar esta herramienta tan efectiva, es por eso que en el primer capítulo vimos al tal Carlos Pulido, el pescador, dizque llorando debajo de la lluvia porque sus clasistas compañeros lo rechazaron por ser prieto y feo (no dijo que por esto, pero las razones son evidentes). Y ahí estábamos viendo el close-up hacia sus ojos llorosos y una lágrima corriendo por su mejilla color chocolate. Una tontería.

¿Y luego por qué decimos que en la televisión mexicana todo está arreglado? Con estas cosas parece que todo está actuado. Y nada más falta que éste Adal Ramones vaya a ser el ganador, ya sería el colmo.

Con todo esto que hemos comentado, ¿qué es lo que busca realmente el programa de "La Isla"? ¿Un asesinato multriple televisado? Porque han mezclado un montón de cosas que va más allá de un reality show. Al final, más que un programa de realidad, es un programa provocador, que se centra principalmente en el morbo, tal vez muchos estén diciendo que de eso se trata el formato de reality show, sí, pero hay formas de llevarlo acabo.

Si a usted le gusta el programa (no lo dudo, ya que el televidente mexicano se vuelve fan de casi cualquier estupidez que aparece en la televisión mexicana), y piensa seguirlo, le recomendamos que no lo haga, primero, porque esta edición es la misma que la anterior, nada más que con otros participantes, así que es la misma gata pero revolcada. Y segundo, el programa tiene varias transmisiones. La original es la de las 20:30 hrs. (que por fin la televisión mexicana se volvió un poco más puntual, ya que ahora sí se respetan los horarios), pero hay otras transmisiones --algo así como resúmenes-- donde nos muestran lo mejor de cada capítulo. Este mini programa pasa a las 23:30 hrs., y tiene un nombre bien original: "La Isla extrema".

Pero más que mostrarnos "lo mejor de cada programa", esta transmisión es mejor que la transmisión original, ya que nos muestra todo lo que necesitamos ver, y nada más, es decir, extrae lo mejor de cada capítulo y nos los dan bien editado y narrado. En pocas palabras, "La Isla extrema" debería ser la transmisión principal, ya que ahí vemos lo más importante, lo relevante, y lo que vale la pena ver. No nos llenan con cosas que a nadie le interesa, y sobretodo, no hay que fumarnos el interminable "suspenso" que en cada episodio vemos.

Así que si usted no tiene tiempo de ver el programa completo de las 20:30 horas, y piensa que se está perdiendo todo lo bueno y que por eso su vida no es igual, no se preocupe, ahí está "La Isla extrema", donde usted verá lo mejor y lo más importante. Y no, no se pierde de nada, pues el programa de las 23:30 horas, es mucho mejor que el original.

Pero hay más, ya que por las tardes también hay otro programa, y creo que los fines de semana también. Así es, estamos en presencia de todo un circo de tres pistas.

Entonces, esto es "La Isla", un programa que gusta mucho, que está mal realizado, mal producido, con una conducción mediocre --pues el señor Lukini lo conduce como si fuera Mexico's Next Top Model--, y muy mal editado.

¿Va a funcionar? ¡Claro que va a funcionar! En la televisión mexicana cualquier cosa funciona, no por nada "Laura" y "Cosas de la vida" llevan años al aire. Además, el programa posee la escencia del mexicano: derrotismo, doble moral y morbo. Qué más puede pedir el vulnerable y títere telespectador mexicano.

Foto | TV Azteca