Una edición más de los premios Óscar, los famosos premios de la Academia, evento que dizque premia a lo mejor del cine (comercial), aunque en realidad para premiar a lo mejor del cine mundial los expertos de la Academia se basan en prejuiciosos sociales, culturales, políticos y morales, para así elegir a los ganadores, mientras que el arte queda de lado. Aún así, los Óscares siguen gozando de un enorme prestigio en todo el mundo, pues todo mundo adora a los estadounidenses.
Los Óscares 2013, la entrega número 85, se llevó acabo desde el país yanqui, el evento donde el capitalismo, el consumismo, el imperialismo, etc., se reúnen en una sola noche para seguir burlándose de la gente que no tiene nada, gente que se ve afecta por dichos temas sociales.
Un entrega basta floja, bastante opaca; no pasó mucho, no pasó casi nada. No hubo muchas sorpresas. Un evento en dónde todo fluyó como tenía que fluír, nada excepcional y nada novedoso; un programa conducido por Seth MacFarlane, que se la pasaba riéndose de sus propios chistes para que los demás le siguieran la corriente, pues sus bromas eran bastante mediocres.
Como siempre, todos los involucrados que se encargan de elegir a los ganadores, terminan haciendo lo mismo de siempre: premiando a nombres, trayectoria, mensajes sociales; país e idioma. El arte, como dijimos al principio, siempre lo dejan al último.
Los ganadores de este año fueron:
- Mejor Actor: Daniel Day-Lewis.
- Mejor Actriz: Jennifer Lawrence.
- Mejor Película: Argos.
Antes de que se dieran las tres categorías más importantes, algo que llamó la atención fue que en el premio a Mejor Edición de Sonido hubo un empate, lo cual dejó a todos sorprendidos; el primer ganador fue Zero dark thirty, nada extraño, y el segundo fue para Skyfall, y aquí fue donde entendimos del por qué del empate. En ésta entrega de los Óscares, se le hizo un homenaje a la saga de James Bond, y como tenían que quedar bien de cualquier manera, pues entonces le dieron un premio nomás por no dejar, pero como no querían ser "injustos", decidieron sacarse de la manga un empate, premiando a una película que se lo merecía, pero reconociendo a otra que no se lo merecía tanto pero que era su noche, así que algo tenían que hacer.
Hablando de los principales ganadores de la noche (Actor, Actriz y Película), el Óscar de Daniel Day-Lewis no me parece merecida, primero, porque la película Lincoln es una mentira, es más aburrida que un partido entre el Huachipato y el Botafogo en la Copa Libertadores, y segundo, el señor Day-Lewis parece un robot actuando en dicha película, y no sólo lo digo yo, muchos concuerdan con esta divergencia, hay que verlo para darse cuenta, y los de la Academia no lo vieron. Seymour Hoffman me parecía el más indicado para llevarse dicho premio, pero los de la Academia tienen otras cosas en la cabeza.
En la categoría de Mejor Actriz, el premio fue para Jennifer Lawrence, siendo éste el mejor momento de la noche, pero no por la premiación, la categoría y ni por Jennifer, sino porque la hermosa actriz, al momento de subir las escaleras para recibir su premio, que se nos tropieza y cae como borracha en los escalones, y es que se emocionó tanto que estaba llore y llore, y tenía tantas lágrimas en los ojos que ya sabía por dónde iba; sus lágrimas de felicidad le impidieron ver, y cuando cae se queda un largo rato ahí, en los escalones, sin poder pararse, por un momento pensamos que iba volver a azotar , pero lamentablemente se pudo levantar.
Luego, pide disculpas por la vergonzoza caída. Aunque el vestido que traía también fue uno de los causantes del mejor momento de la noche. Tan aburrido fue el show, que el oso de Jenny fue lo más atractivo y emocionante.
Y por último, el Óscar a Mejor Película se lo llevó Argos, cuando muchos creían que Los Miserables se alzarían con la estatuilla dorada.
Pero, la nota, el momento cumbre de los Óscares fue cuando la encargada de dar el nombre de la película ganadora, junto con Jack Nicholson, fue nada menos y nada más que la Primera Dama Michelle Obama. Pero no sabemos si de veras era ella, ya que el fleco que traía le tapaba toda la cara, casi como un emo, pero todo dicen que sí era Michelle, pero no estamos seguros.
Luego, la múslos de pavo Obama nombra al ganador, y es Argos, algo que nos deja divagando en el mundo del sospechosismo, pues dicha cinta trata sobre un tema 100% político, patrótico y bélico, algo que a los gringos les encanta, y si la Primera Dama fue la encargada de dar el nombre del ganador..., pues sí que es algo que llama la atención.
Y entonces así concluyó otra entrega más de los premios Óscar, una burla social, una mentira artística; pura superficialidad cinematográfica, nada de arte, no se premía como se tendría que premiar; un fraude aceptado por el mundo del cine.
We love the United States.
Foto | Getty Images
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