Dos puntos, dos ridículos; un error y un regalo del arbitraje. Increíblemente, se vuelve a hacer historia. La Selección Mexicana, quien es dirigida por un verdadero psicótico, ha vuelto a dar la nota en toda Concacaf, pues nuevamente, con gran elocuencia, ha hecho uno de los grandes ridículos de la Eliminatoria Mundialista de la Concacaf 2013, pero éste es de proporciones nunca antes vistas, pues es empatado de la manera más absurda posible, y lo peor de todo, es que se da ante un equipo que no mostró ningún tipo de idea futbolística.
Cuando México ganaba 0-2, cuando había sido mucho mejor, cuando manejaba el partido y cuando ya tenía los tres puntos en la bolsa... un equipo fulminado por su propio entorno, el mismo que ellos crearon, vino de atrás y empató el juego de manera escandalosa, dejando en vergüenza al equipo mexicano. Pero, ¿cuál es la novedad aquí? Que Honduras no remontó nada, Honduras no empató nada; a México nadie le empató, el propio equipo mexicano regaló el partido, el resultado y el orgullo.
El sobrevalorado partido
Previo al juego, y como ya es la costumbre tercermundista de la zona, el equipo hondureño se había encargado de calentar el partido, y al puro estilo centroamericano, lo llevó más allá de un simple juego de futbol, relacionando aspectos sociales y políticos con dicho duelo eliminatorio. Así, Honduras, valiéndose más de temas extracanchas, como el clima y su bravucona afición, se preparaba para recibir al conjunto mexicano, dando casi por hecho que los derrotarían sin problemas, pues antes habían vencido a Estados Unidos y su técnico Klinsmann que no tiene idea de la Concacaf.
Primero, los ineptos de la FIFA deberían hacer algo con el tema de los horarios, porque no es posible que todavía equipos se aprovechen de éste para "sacar ventaja" y obtener tres puntos en un partido de futbol, dejando de lado el tema de la salud, ¿Qué no hace poco estábamos horrorizados con las muertes de futbolistas en las canchas? Pero la FIFA, como siempre, seguramente al rato se va a lavar las manos, argumentando que esto de jugar en horarios cavernarios, es un tema interno de la Concacaf, y que, por consiguiente, tiene que ser resuelto por sus directivos. Porque así es la FIFA de doblemoralista, ahí está el caso de su presidente Blatter, que cuando vino a México y le preguntaron sobre el tema de "Pacto de mafiosos" (mejor conocido como "Pacto de caballeros"), lo único que hizo fue evadir la pregunta diciendo que es una tema de la FMF y que la FIFA no puede hacer nada.
Entonces que nadie se sorprenda que al rato la FIFA se deslinde cuando haya un muerto por insolación en tierras concacafquianas. O al revés, en lugar de un jugador frito, tengamos a un congelado, porque hay que ver cómo se jugó el EU vs. Costa Rica, casi 10cm de hielo, algo que ya raya en lo inhumano. Bien, FIFA, bien.
Y otra cosa: los Himnos. La FIFA también debe comenzar a a analizar si los himnos nacionales son necesarios en los partidos de futbol (al menos en Concacaf y Conmebol), porque no puede ser que los países se falten al respeto y lleven un simple partido de futbol a temas sociales mucho más serios, porque incluír un Himno Nacional es querer elevar los niveles de un duelo deportivo. Y ocurre en Centroamérica y Sudamérica, donde hay aberraciones de todo tipo. Pero eso a la FIFA tampoco le importa.
Y entonces daba inicio el partido que había sido exageradamente promocionado por todos los medios desde casi dos semanas antes, pues la Selección es un producto comercial, ¿o qué otra cosa esperaban?
Paréntisis sensacionalista: Haciendo un paréntesis, como ya todos notaron, Javier Hernández salió al partido con un golpe en la ceja izquierda, todos nos preguntábamos cómo se hizo ese moretón. Pues según los chismosos de ESPN, el "Chicharito" se la hizo durante las grabaciones de uno de los tantos comerciales que hacen para las televisoras, algo que dichas empresas han ocultado, pero, como dice el adorado "Chepo", eso no tiene nada que ver con el tema futbolístico, así que mejor a éste pequeño raspón de CH14 no le hacemos caso. Pero que tenga cuidado, ya que, según, ese golpe se lo hizo con una lámpara, una de las luces de la escenografía, al rato y le cae en la pierna y a ver qué hacen. Yo nomás digo.
Y luego de tantas palabrerías del local, el juego comenzaba y el mito hondureño rápidamente comenzó a caerse; México, sin que el entorno mediático le afectara, se paró como el equipo grande que es y comenzó a manejar el partido, se adueño de la pelota, controló el partido como quiso; ya era dueño absoluto de todo, Honduras nunca se dio cuenta de que el partido ya había comenzado.
Y de hecho, Honduras nunca se metió al partido, lo que vimos al final fue una reacción propiciada por la soberbia tricolor.
México era mucho mejor, mientras que Honduras no sabía ni por dónde atacar o comenzar a hacer algo en el encuentro. Rápidamente notamos que el partido iba a ser de lo más sencillo, y de hecho fue demasiado fácil; el Tricolor jugaba con gran inteligencia sobre el pasto catracho, desplegaba un gran futbol, y Honduras no representaba ningún peligro.
El primer golpe de autoridad llegaría al 28', con Javier Hernández exhibiendo la fragilidad de la defensiva hondureña, un cabezazo que reflejaba la supeioridad mexicana --y el zonzo de Guardado todavía hace la seña de "no los escucho", poniéndose la mano en la oreja--. El primer tiempo había sido de México, y Honduras había jugado bastante mal esta primera mitad. Para el tiempo complementario, las cosas continuaban igual, y el segundo tanto mexicano se haría presente por conducto nuevamente de "Chicharito", quien al 54', estaba sentenciando el partido, o mejor dicho, había sentenciado el partido para siempre, pero después quien sabe qué demonios pasó.
México, ante una escuadra hondureña muy limitada, estaba dando un gran golpe de autoridad, pues había hecho un gran partido, había sido muy pero muy superior; supo administrar la incapacidad del rival para generar peligro, hizo un magnífico primer tiempo, el cual continuó hasta unos cuantos minutos de la segunda parte, pero después, cuando ya había demostrado quién es quién en Concacaf, cuando había dejado muy claro en la cancha el nivel del futbol mexicano (a comparación con el resto de Centroamérica), increíblemente se le suben los humos, descuida el manejo del partido, menosprecia al rival, se tira atrás (quien sabe por qué) y le regala la pelota y los espacios al local, haciendo así que Honduras se vaya al frente con todo, aunque sin saber cómo, y conseguir el insólito empate.
El triunfo, estamos seguros, hubiera significado el despertar de la Selección, lo cual le hubiera permitido llegar tranquilo y motivado ante Estados Unidos que también se está cayendo a pedazos. Pero todo el trabajo bien hecho se desperdicia, se tira a la basura con la desconcentración del "Chepo" que no supo cómo dirigir a una Selección Mexicana que ya de por si es bastante volátil.
Pero, por supuesto, la culpa de todo es del equipo mexicano, Honduras no tiene ningún tipo de mérito en este empate que consigue en los últimos minutos; al 77', Costly acerca a su equipo y pone el 1-2, y todo tomaba tintes de malaria tricolor. Y 2 minutos después, el árbitro Campbell marcaría un penal, si no inexistente, bastante dudoso, una falta que es sancionada rigurosamente por el jamaicano, por supuesto que Costly exagera la jugada, pero ya todo estaba dicho, y Honduras cobra el penal, la falla pero en el rebote la mete y empata las cosas. La pesadilla se hacía realidad.
Y sí, México estaba siendo empatado de la manera más ridícula y vergonzoza posible, y si hubiera habido un poco más de tiempo, capaz de que Honduras saca el resultado. Ahora, es muy fácil echarle toda la culpa al arbitraje, es muy cómodo culpar a Campbell por ser artífice de la derrota mexicana, pero hay que ver cómo se llegó a esa falla arbitral. La Selección Mexicana no supo cómo manejar el resultado y la superioridad en los últimos minutos; dejó de hacer las cosas que lo habían puesto arriba en el marcador, y todo esto auspiciado por José Manuel de la Torre que se equivoca (otra vez) al suponer que ya todo estaba resuelto, y darle entrada a jugadores que no están en nivel y que les pesa la camiseta y este tipo de juegos, como Raúl Jiménez, o como Bravo que nunca tocó la pelota. Torrado que no tiene nada que hacer en la Selección, de la Torre se equivoca al mostrar una gran soberbia con sus movimientos y cambios.
Todo esto aunado al mal partido de "Maza" Rodríguez y Salcido, que en varias ocasiones fueron rebasados, así como futbolistas que no fueron convocados, como Aldo De Nigris, un jugador que ha estado en todo el preceso del técnico, pero que en su lugar llama a Jiménez. "Chepo" continúa con la terquedad de querer seguir con sus experimentos, por ejemplo, puso a Ochoa (que dio un buen partido, porque nunca le llegaron en realidad) en lugar de Corona, ¿por qué?, quién sabe.
De la Torre pierde el control de las cosas, se equivoca terriblemente en la estrategia, pues en lugar de seguir en la misma línea de manejar el partido ofensivamente, deja ser agresivo y le resta importancia al rival, que con todo y sus limitaciones, generaban peligro en base a garra y corazón, mas no a futbol. México tenía más posibilidades de anotar el cuarto, quinto, pero desde la banca (vía cancha) se termina arruinando todo lo que hasta ese momento se había hecho bien, pues se notó cierta mejoría con respecto al partido ante Jamaica, se mostró un buen despliege futbolístico y técnico, superando por mucho a Honduras, pero el manejo, el maldito manejo de partido fue el acaboce del Tricolor.
Un buen primer tiempo, y un segundo para el olvido, pero porque México así lo quiso. Por supuesto, esto que vimos en Honduras es algo muy típico del futbol mexicano; cuando ya tienes la ventaja, en lugar de conseguir ampliar la misma o manejar el resultado, te relajas y piensas que ya todo está resulto y que todo está ganado. Muy pero muy típico, y seguramente será algo que seguiremos viendo más adelante.
Ahora, México no ha quedado eliminado del Mundial, la derrota ante Honduras no significa nada en la calificación; aún falta mucho por jugar, porque muchos se están desgarrando las vestiduras, pero porque en realidad hay razones para hacerlo, pero tampoco hay que exagerar; nada está perdido, apenas estamos comenzando, pero el problema es que no se pueden seguir haciendo estos papelones cuando tienes a una gran Selección (o eso es lo que parece).
Claro, si contra Estados Unidos en el Azteca vuelves a hacer lo mismo (que estoy seguro que no), empatas o, en el peor de los casos, pierdes, ahí sí la cosa comenzaría a tambalearse, y cuidado porque, conociendo al futbol mexicano, la guillotina de la FMF puede comenzar a ser desempolvada.
Tan sencillo que estaba el partido, tan cómodo que estaba el equipo mexicano, que la soberbia y los excesos de confianza se hicieron presentes, gracias a que De la Torre lo permitió, porque si "Chepo" hace buenos movimientos... de otra cosa estuviéramos hablando.
Y hablando precisamente del carismático "Chepo" de la Torre, ¿Qué demonios le está pasando? No hablamos de sus pésimas decisiones y mal manejo de partido en Honduras, sino de su carácter cada vez más anarquista y hermético. Nuevamente el estratega ha caído en esto que es una especie de "odio" hacia los medios de comunicación, pues no sólo se nota que la presión le hizo volverse loco en el partido, sino que además últimamente ha estado bastante histérico y poco abierto hacia las preguntas de los reporteros. Por ejemplo, le preguntaron sobre la "justiseñal", y él inmediatamente se enoja y responde de manera airada y poco educada, argumentando que ese tema no le importa, no le interesa porque no tiene nada que ver con el partido que estaba a punto de disputar.
Tan fácil que era responder algo como: "Sí, estamos enterados del hecho, y es algo que vamos a tratar de aclarar, porque es algo que nos afecta a todos", y ya, eso era todo, no había porque exaltarse y mucho menos molestarse. Pero el "Chepo" necesita de veras unos cursos para tratar con los medios, necesita que alguién lo asesore, porque al rato va terminar embarrando a todos.
La doble moral del futbol mexicano
Hay algo que yo no logro entender, por más que analizo y analizo, no logro comprender la idea del futbol mexicano; mientras argumentamos, antes del partido ante Honduras, poco seguros de nostros mismos, que un empate sería un gran resultado para el conjunto mexicano, a la vez también estamos viendo más allá, pensando como grandes, pensando trascender en un Mundial. Éstas son dos ideas que yo no logro separar, ¿Cómo pensar en trascender en el futbol internacional si apenas contra ¡Honduras! nos andamos muriendo de nada?
Mientras Italia y Brasil, rivales de México en la Copa Confederaciones 2013, daban un partidazo y nos mostraban un enorme futbol y un gran hambre de ganar algún título (ya sea la Confederaciones o el Mundial), México, por su parte, se medía ante un rival complicadísimo, el más peligroso del área: Honduras.
Aún así, México también quiere, algún día, formar parte del selecto grupo al cual Brasil e Italia pertenecen.
Apenas es el segundo partido del Hegaxonal Final, donde nada está dicho y donde nada se ha perdido, y mucho menos ganado, y ya estamos sufriendo ante una Selección bravucona con pocos argumentos futbolísticos que no hace más que hablar, hablar y hablar. En el segundo encuentro eliminatorio, en una de las zonas más pobres futbolísticamente del mundo, México se desgarra las vestiduras, se da golpes de pecho, se agobia y arma todo un escándalo entorno a su rival Honduras, un equipo que vive de su ruidosa y revoltosa afición, de su clima, de su pasto de 10 metros de alto, de su prensa fanática, etc., y siempre dejando de lado el futbol, ¿Será por qué en realidad en cuanto a futbol no hay mucho de qué hablar?
La Selección Mexicana, que busca trascender en un Mundial, conseguir algo más y codearse con los protagonistas de dicho torneo, se dedica a mutilarse la historia, la categoría, el linaje; la jerarquía y el nombre, poniendo a Honduras como un equipo competitivo y como uno de los grandes del mundo. Alguien necesita decirle al equipo mexicano que Honduras es un equipo "fuerte" y "competitivo", pero en Concacaf, y sólo cuando juega de local, y eso cuando tiene suerte.
México no puede pensar en hacer cosas grandes en un Campeonato Mundial, así como pensar en crecer futbolísticamente, cuando en Concacaf apenas y puede con un equipo que nada más se vale de su entorno mediático y no de su futbol.
El cuadro mexicano debe dejar de ver a los equipos centroamericanos como rivales invencibles cuando los visita, cuando deje de hacer eso... entonces comencemos a ver más allá del horizonte.
Y mientras eso sucede, cotinuemos intentando vencer nuestros demonios en las "canchas del dolor mexicano", en territorios hostiles donde la gente le gusta trasladar el futbol a temas más sociopolíticos que deportivos. Sigamos visitando Centroamérica sin carácter, sin personalidad y sin estar seguros de nosotros mismos.
Las redes sociales atacan de nuevo
Y los escándalos extracancha no paran, ahora resulta que Justino Compeán, presidente de la FMF, también le dio por unirse a la moda de la "Mazaseñal", pues a su llegada a Honduras, supuestamente, el señor se le ocurrió saludar con una seña obscena a "aficionados" hondureños que le decían de cosas.
Y decimos "supuestamente" porque el video y las fotos no son muy claras, y más sin las muestran censuradas; nos referimos a que esto no es más que otra estupidez de las redes sociales que en lugar de criticar, perjudican y entorpecen el entorno de la ya de por sí nerviosa Selección Mexicana.
Primero, personas como Justino, están acostumbradas a saludar como políticos --mostrando la contraparte de la palma de la mano--, y segundo, porque quiero creerle que de verdad tiene un dedo fracturado como él mismo aseguró, y que todo esto no es más que una mala interpretación de la polémica imagen, porque ya sería demasiado que, al igual que Rodríguez, Compeán también saliera a negarlo todo para luego aceptar que sí hizo una seña obscena y luego terminar pidiendo disculpas. Ya sería demasiado; quiero pensar que el futbol mexicano no es capaz de llegar hasta éstos límites.
Insisto, en las redes sociales se publican cosas por el morbo de ver la reacción de la gente y por la firme intención de querer hacer ruido, aprovechándose de la situación del momento; si alguien quiere llamar la atención, pues que arme un escándolo sobre algo confuso (como el saludo de Compeán), lo suba a la red y que todos los demás le sigan el jueguito, como siempre sucede, y entonces ya llamaste la atención.
Como que ya se nos está haciendo algo muy normal esto que ha surgido últimamente en la sociedad: tomar en serio casi todo lo que se habla y se publica en la redes sociales.
Foto | Getty Images
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Cada mensaje que nos llega de ustedes, cada mensaje que se publica en Ximinia, lo leemos y (en el 99% de los casos) lo respondemos. Por favor, sigan escribiendo, solo pedimos buen criterio. Aquí hay lugar para casi todo: réplicas y contrarréplicas, críticas y datos duros, sugerencias de lecturas, humor, muestras de inconformidad y de indignación y, por supuesto, bromas. Solo pedimos civilidad y respeto. Más información.