Piedra, papel o tijera

Cambios que tienen que ver con lo económico, mas no en lo deportivo. Así funciona el futbol mexicano.

El futbol mexicano no deja de sorprendernos, no deja de maravillarnos; siempre nos tiene algo preparado, algo nuevo; en el momento menos esperado, nos toma por sorpresa y nos deja con la boca abierta. Cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo... vemos, de la nada, un movimiento maestro de los dueños, directivos y las empresas que controlan el futbol nacional. La elocuencia con la que es manejada el balompié mexicano es única, sin igual, ninguna otra liga como la mexicana.

¿Y qué es lo nuevo del futbol mexicano? Pues el renacimiento, el resucitar de los Gallos Blancos del Querétaro, que en el Clausura 2013, se supone, descendió, pero ahora resulta que no; descendió pero no descendió. Digamos que tuvo la mala suerte de ser el peor equipo en los últimos torneos, y, por consecuencia, tuvo que ser la franquicia que descendiera, pero como en el futbol mexicano nada está dicho, el equipo volverá a la Primera División gracias a la compra de otro equipo: Jaguares de Chiapas.

Claro que no es el único equipo que revive gracias a las mañas que están permitidas en el balompié azteca, ya que otros también le siguieron la corriente y ahora ya hay equipos por aquí, por allá y por donde usted quiera, pero Gallos Blancos fue quien detonó la rebelión, y en ellos nos basamos para hablar sobre el tema.

Cual Ave Fénix, el Querétaro resurgirá de sus cenizas, ya que Jaguares de Chiapas fue comprado por Amado Yáñez, y será trasladado a la ciudad de Querétaro, para cubrir, sanar o no sé qué, el descenso de Gallos, es decir, Chiapas, quien ya tenía cierto apego con su equipo, se quedaba sin futbol; sin plaza, sin equipo, sin nada de nada (pero por poco tiempo, ya que el gobernador, que sus prioridades deberían ser otras, tuvo la última palabra). Entonces, al ser comprada la franquicia de Jaguares, el dueño, lo convertirá en una especie de "nuevo Querétaro", y así, en pocas palabras, el Querétaro descendido pues en realidad nunca descendió, o por lo menos la plaza.

Claro, la Liga MX dice que todo es legal, y que no hay problema alguno, pues ellos dicen que "equipo que descienda, se queda en Segunda División o desaparece, y equipo que ascienda se queda en Primera o desaparece", lo cual significa que la única forma de que un equipo (dueño) no pueda perder su lugar (franquicia) en Primera División es desapareciendo y adquiriendo otra franquicia para sustituir al equipo descendido y/o desaparecido. ¿Apoco no es maravilloso la mafia del futbol mexicano?

La fusión Querétaro-Jaguares.

La afición queretana, de alguna manera, no se quedará sin futbol, algo con lo que los dueños y directivos están tratando de poner como excusa. Claro, seguramente no se han dado cuenta que le quitaron futbol a un estado para dárselo a otro, como si una ciudad importara más que la otra.

Aquí hay varias cosas, primero, a los dueños no les interesa el deporte, el equipo, la afición, sino el negocio que logran hacer con ellos. Queda claro que lo único importante es defender y cuidar los intereses, mas no el futbol y los equipos.

Esto es un chiste, una tomada de pelo, es un insulto, a la ciudad y a los aficionados, al arrebatarle a sus equipos (Jaguares), cambiárselos y ponerles otro que sustituirá al anterior (Gallos Blancos). Pero este es un tema aparte, aquí lo importante es la manera y la forma en que las trampas se convierten en algo normal y en algo legal.

Además de ser una tontería, es una maña, es pasarse el descenso por el Arco del Triunfo, es burlar el descenso; es evitar el descenso. En realidad, recapitulando, el Querétaro no descendió, pues ahora con la llegada de Jaguares --que automáticamente pasa a ser Gallos Blancos de Querétaro, osea, el mismo equipo--, la escuadra podrá jugar en Primera División como lo hacía antes de descender, ¿cómo lo hizo? Pues gracias a la compra de otra franquicia, de otro equipo.

Entonces, ¿para que sirve el descenso? Si los dueños no quieren descender y sufrir en la Segunda División, vendo (o desaparezco) a mi equipo y me compro otra franquicia de otra ciudad, le cambio el nombre (o le dejo el mismo) y ya estoy de vuelta en Primera División. Y si decido cambiar de nombre, ¿Qué nombre le pongo? El mismo que tenía mi anterior equipo, entonces, mi equipo nunca descendió, simplemente se reinventó, se renovó totalmente. Y no pasa nada, porque todo es legal, porque así lo permiten las reglas del futbol mexicano.

¿Y los anteriores descendidos? Bien, gracias. Viendo cómo los demás descienden pero no descienden.

Esto ya es el descaro total del futbol mexicano. Es hacer del futbol nacional un circo, un simple y mero negocio redondo, aquí el deporte ya no es importante, aunque los dirigentes digan que lo único importante es el deporte, sus acciones dicen todo lo contrario.

Por supuesto, el Querétaro/Jaguares no es el único que hizo uso de las bondadosas reglas del futbol mexicano, ahí está el recien ascendido (que a estas alturas ya no sabemos qué significa descender en el futbol mexicano) La Piedad, que de Michoacán se va a Veracruz, y entonces deja de ser La Piedad (dejando sin equipo y sin futbol a la Piedad) y pasa a ser Tiburones Rojos del Veracruz, el mismo que estaba en Segunda División, pero como "desapareció", entonces La Piedad se convirtió en Veracruz. Y del resto ya ni vale la pena hablar, porque es la misma trampa, la misma forma de escabullirse y librar el descenso.

¿Cómo quieren que exista arraigo y apego de la afición, cómo quieren que el futbol mexicano tenga éxito a nivel nacional e internacional, cómo quieren que el futbol mexicano adquiera una identidad propia, un estilo único, si lo único que nos importa es el negocio?

Y luego nos quejamos de ganar como sea en Concacaf, y luego nos quejamos de los mismos resultados internacionales, y luego nos quejamos de lo mismo de simpre cada cuatro años.

Si el futbol mexicano quiere sobresalir, entonces los dirigentes, dueños y empresarios deberían de comenzar por evitar las malas prácticas y pensar más en el tema deportivo. Pero mientras sigamos en las mismas, el futbol mexicano seguirá estancado, viviendo de ilusiones y de simples buenas rachas que maquillan aún más al ya de por si súper maquillado futbol mexicano.

Foto | Ximinia