De panzazo al repechaje (¡Gracias, Estados Unidos, gracias!)

"Thaaaaaaanx, You're awesome!!! T_T u.u": Respuesta de @miseleccionmx al tweet de @ussocer.

Cuál historia de Stephen King, la Selección Mexicana ha perdido por marcador de 1-2 ante la potencia naciente Costa Rica, y gracias al modesto Estados Unidos y al impresionante nivel de la Concacaf, el Tricolor irá al repechaje a seguirse fragelando la poca dignidad y orgullo que le queda, en busca de un Boleto al Mundial, después de haber comprobado que por la vía más fácil (Hexagonal Final) era imposible conseguirlo.

De esta manera, la Selección va que vuelva a consumar el fracaso más grande de su historia, porque, aunque usted no lo crea, en el futbol mexicano todavía no se ha fracasado, y hasta que México no quede eliminado del Mundial, no será un fracaso oficial. Sí, Decio y Justino, les leí la mente, porque ésto es lo que están pensando, ¿verdad?

Cuando terminó el partido, le cambié al canal Fox, y pensé que ahí también estaban transmitiendo el partido, pero no, resulta que era el estreno de la nueva temporada de American Horror Story. Me confundí, y cómo no, con tremendo espanto de equipo, cualquiera pensaría que la Selección es una historia de terror. Y luego me sorprendí cuando ví los promocionales del México vs. Nueva Zelanda, también Fox, pero no, nuevamente me confundí, ya que eran los promos de The Walking Dead, que también estrena temporada.

Fracasototote tricolor
México ni un empate pudo sacar de Costa Rica, y mucho menos podemos hablar de un funcionamiento futbolístico, mental y emocionalmente adecuado, ya que en este partido, por increíble que parezca, ¡todavía se jugó peor! De hecho, este fue el peor partido de todo el Hexagonal. Así está el futbol mexicano, ardiendo en leña verde.

Sin ningún tipo de futbol, sin ninguna idea, sin carácter, sin convicción, sin ambición, sin juego colectivo, sin atrevimiento, sin ilusión, sin esfuerzo, sin descaro... Sin nada, así se encuentra la Selección Mexicana, que perdió ante una Costa Rica competitiva, pero a la vez un equipo tico bastante mediocre, y si salió triunfador, fue por la terrible y alucinante mediocridad del equipo mexicano.

De esta manera, la Selección Mexicana corroboró, la noche del martes 15 de octubre, que la resurección sí existe, pues luego de 25 minutos de estar completamente muerto, regresó del más allá para reclamar un boleto al Mundial. ¿Cómo lo hizo? Pues ellos no hicieron nada, fue ¡¡¡Estados Unidos!!!, la nueva potencia de la zona, quien le echó la mano al equipo mexicano desde el canal de Panamá. Una Selección Mexicana que está completamente fuera de sí. Sin futbol y sin actitud; completamente muerto... es decir, es un zombie que diambula por un boleto al Mundial.

¿Y cómo queríamos que este equipo funcionara si la mitad de sus futbolistas no andan en buen momento, y cuando su técnico nomás pone a jugar a sus recogidos?

El primer tiempo fue espantoso, ni los 15 minutos de llegadas (que fue una constante en esta Eliminatoria concacafquiana) aparecieron; parecía que México no se estaba jugando nada, pues nunca mostró intensidad, coraje, arrojo, ¡Se estaban jugando todo! ¿Cómo es posible que jugara con esa pasividad?

Basta con ver el Real Madrid vs. Borussia Dortmund de la Champions League pasada, ¿vieron cómo el equipo madridista se fue al frente desde el primer segundo de juego? ¡México todavía se puso a especular! Increíble, patético, abominable. Ya sé que el horno no está para bollos, y que México carece de cualquier tipo de nivel futbolístico, pero por lo menos hubiera mostrado una actitud mucha más ambiciosa y atrevida; arriesgar y buscar matarse en la cancha, pero ni cerca estuvo.

Yo todavía sigo sin comprender a los entrenadores; parece que su idea es hacer jugar bien a un equipo de futbol con sus ideales fundamentalistas y con jugadores mediocres y en mal estado. Porque es lo que Vucetich está haciendo, al igual que "Chepo", Javier Aguirre, Sven, etc.

Aquino, ¡Dos Santos!, Ochoa (que no me vengan con que Ochoa está haciendo bien su trabajo, ¡por favor!), De Nigris, ¡"Chaco"!, Ayala, Torres Nilo,... ¡¡¿Cómo es posible que la base de la Selección no sea el América y el León?!! Es un hecho, desde el primer partido, Vucetich entró en pánico, se asustó; le quedó grande el puesto.

Y no es que no sea un gran entrenador, el problema es que Vucetich (y está comprobado) es un técnico que funciona pero cuando tiene tiempo para trabajar, tiempo para preparar a sus equipos, como en Monterrey, que lo trabajó y lo perfeccionó, de ahí eso de "El Rey Midas", pero no porque haga milagros en instantes, sino porque hace equipos ganadores pero después de un proceso relativamente largo. No como en la Selección, que todos esperaban que empezara a jugar como el Monterrey en tan sólo dos partidos.

Durante este primer tiempo, lo único rescatable fueron dos jugadas, donde se vio cierta profundidad, pero que fueron desperdiciadas por Javier Hernández (que ya da impontencia ver jugando en la Selección), estas jugadas fueron auspiciadas por Carlos Peña, quien mostró buenas cosas, pero que luego se apagó, junto con el resto del equipo. De la misma manera, el único vividor que se salva es Oribe Peralta, que anotó el del empate, pero que luego ser perdió por completo.

Al 25', Bryan Ruiz anota el primero, y México comenzaba a caerse a pedazos. Al 28', Peralta pone el del empate, en un contragolpe --porque ahora la Selección ya juega a contragolpe, como centroamericano--. Pero al 64', Álvaro Saborío, sentenciaría las cosas y pondría el 2-1 definitivo.

Mientras esto pasaba, México ya no dependía de sí mismo, sino de Estados Unidos --otra paradoja tricolor--, quien en Panamá también estaba cayendo. En Costa Rica, México había perdido todo tipo de futbol; era un simple bulto que se movía por la cancha sin ningún rumbo, el gol del empate era una utopía. México estaba fuera del Mundial, el momento más irreal del futbol mexicano era toda una realidad.

Pero quien sabe cómo, cual milagro americanista, Panamá, quien le dio un ataque de ansiedad, fue empatado por USA, y México revivía de sus cenizas. Y segundos después, EUA gana el partido, y México iba al repechaje.

Una locura tercermundista. Si por esto los dueños, directivos y mafiosos no van a cambiar sus formas y maneras de manejar el futbol mexicano, si no van a dejar de lado las mañas, si con esto no es suficiente, entonces yo ya no entiendo nada. Ya no sé de qué se trata esto. ¿Qué más tiene que pasar? Ser goleados 40-0 por Nueva Zelanda? ¿Ser expulsados del Mundial por la misma FIFA?

Al final, los jugadores de la banca le decían a sus compañeros en la cancha que había que mantener la calma porque Estados Unidos estaba haciendo el trabajo por ellos. Esa imagen fue alucinante, hace meses (principios de año) era impensable ver a los jugadores de la Selección pidiendo la hora, siguiendo otro partido para ver si sigue o no con vida en el Mundial.

Sin exagerar, esto es una utopía hecha realidad. Qué manera de pisotear tanta historia, qué manera de arrastrar el prestigio, qué manera de exhibir la mentalidad del mexicano. Qué horror.

Ahora, ¿alguién esperaba ver a una Selección competitiva o diferente? ¡Claro que no! A menos que usted se haya creído el triunfo en el Azteca ante Panamá, porque ahora resulta que todos andan diciendo que los cambios le funcionaron a Vucetich, cuando le dio entrada a Raúl Jiménez, ¡Por favor! Si eso fue mera fortuna, de puro milagro le rebota mal la pelota, y como último recurso, saca la chilena, y de puro churrazo la pelota entra en la portería.

¿Le funcionaron los cambios? ¿Y si Raúl controla la pelota y hace una tontería? El partido queda 1-1 --o ya de plano, Panamá se arma de valor y va por el segundo, cosa que no era imposible--, y ahí sí, completamente eliminados.

Lo de México en Costa Rica, y en toda la Eliminatoria, no tiene nombre, ya ni fracaso podemos llamarle. Sin futbol, sin idea, sin actitud, sin absolutamente nada. Es increíble lo bajo que se ha caído. Jugando así, con esta actitud, mejor que el equipo se haga a un lado y no vaya al Mundial, porque hay muchas posibilidades de quedar en último lugar.

¿Es injusto que México vaya al Mundial? Por supuesto, Panamá hizo mucho más para merecer el repechaje, pero el futbol no es de merecimientos. Y si así fuera... ni pensarlo.

¿Y ahora qué sigue? Pues esperar todo un mes, donde, para no variar, las televisoras y demás medios, volverán a hacer todo un negocio (porque como ya están calculando que el negocio se les puede ir de las manos, es por eso que le están sacando todo el provecho), y esperar sentados por el crucial partido ante Nueva Zelanda. En donde nuestros adorados vecinos, Estados Unidos, ya no estarán para echarnos la mano.

Claro, durante este largo tiempo, seguiremos pensando que en un mes la Selección mejorará su nivel, que Vucetich tendrá más tiempo para preparar una Selección, que los jugadores volverán a jugar bien, y que pasará por encima de los All Whites sin problemas, pero cuando ya veamos el partido, volveremos a las mismas andadas. O sea, veremos al mismo equipo que se mata solito en la cancha, que juega bien por cinco minutos y que luego termina siendo rebasado por el rival, al punto en que puede ser hasta goleado.

¿Y quién es Nueva Zelanda? Es un equipo de Oceanía que es peor que cualquier equipo de Concacaf, y sin caer en la ingenuidad de los últimos partidos, el equipo mexicano --con todo y su patético futbol y espantosa actitud-- ganara casi sin problemas ambos partidos. No es soberbia, simplemente es el nivel de los neozelandeses, que es peor que la del México en crisis.

Lo peor de todo es que la crisis del equipo mexicano es tan profunda, que ni Vucetich ni nadie más pudo (y ni podrá) solventar, y he ahí la muestra; México va al repechaje gracias a terceros, no por méritos propios, y casi, casi de milagro. Si México sigue vivo y con posibilidades de ir al Mundial, es por el terrorífico nivel de la Concacaf.

La Concacaf, una zona que te convierte en zombie, como el Tri, que en este momento es un auténtico zombie, pues perdieron de la manera más aterradora ante un equipo que no era la gran cosa, pero gracias a otros, todavía siguen vivos, pero muertos por dentro.

Foto | Getty Images