La voz... del entretenimiento

"Aquí lo más importante es la voz". El problema es que nunca hemos escuchado esa voz.

La fábrica de sueños (y de pesadillas), como siempre, no deja ni un sólo instante de crear mágicas producciones para los soñadores televidentes mexicanos, es así que una vez más dicha fábrica ha abierto para regalarnos más momentos inolvidables que nos harán soñar como niños.

Y es por eso que sin más ni más, se ha estrenado ya la tercera temporada de La Voz... México. Sí, ya vamos en la tercera temporada, aunque parezca que todavía estemos viendo la primera.

Para los afortunados que no ven la televisión mexicana (porque no quieren verla, no tienen tiempo, no tienen televisión o no tienen ojos, o por la razón que sea), y no saben qué es "La Voz... México", aquí una breve explicación: Primero, no se están perdiendo de nada, así que no se preocupen, que el sentido de sus vidas no está en riesgo. Este programa es un reality show que tiene como único objetivo buscar a la próxima gran estrella musical pasajera del momento, es decir, un cantante (hombre o mujer, o ambos [porque ahí vemos cada especie...]) con "talento" para lanzarlo a la fama... y a ver qué pasa.

O sea, una cosa es que ganes el programa --con dizque todo lo que aprendiste de los dizque maestros--, y otra que de veras la hagas en el mundo de la música; si tienes voz, bien por ti, pero eso no significa que tengas el éxito asegurado al participar en un programa como estos. Y si no, pregúntenle al ganador de la primera temporada, ¿cómo se llamaba? ¿dónde está? ¿qué está haciendo? ¿ya murió?

Como muchos ya sabrán, "La Voz...[your-country-here]" es un formato televisivo que se ha producido una y otra vez en varios países, y por supuesto, el elocuente México no podía ser la excepción, así que dicho programa que ha tenido gran éxito en donde se ha producido, está una vez más en México. Por cierto, en muchos lugares, el programa es más conocido como "The Voice", sin agregarle más sufijos y esas cosas raras (?). Sí, es un circo maquillado, pa' qué se hacen.

En México, me da la impresión (no sé si sea mi esquizofrenia) que el programa todavía no logra arraigarse entre el exigente público mexicano, y eso que el vulgo azteca es realmente impresionable, pues con cualquier tontería enloquece. Aún así, "La Voz..." como que funciona y como que no funciona. ¿Será que, dentro de lo que cabe, es mucho más prestigioso que el circo de "La Nacademia", y por eso la gente no se identifica? ¿Será que es demasiado sofisticado para el pueblo mexicano? ¿Será que el programa te hace usar demasiado la cabeza, y por eso la gente no lo ve porque nunca ha usado la cabeza, y por lo mismo no le entiende?

Y luego de dos temporadas donde hemos tenido de todo --desde la primera que pasó sin pena ni glora, hasta muertes inesperadas que se convirtieron en productos mercadotecnicos para obtener más adeptos--, ha llegado la tercera para hacernos ver que cuando en México se quiere hacer televisión con una calidad aceptable, se puede, nada más faltan las ganas. Así que veamos qué demonios ha pasado en el estreno de este programa que lo vi porque no había nada que ver en la tele, y que a nadie le interesa (a menos que un familiar de usted esté participando en el show).

Decimos que lo vimos porque no había nada en la tele, y no, no había nada; era un día de esos donde le cambias y le cambias y no encuentras nada (apesar de que tienes más de 30 canales a tu disposición). Sólo el canal neonazi Nat Geo tenía, como siempre, los programas que homenajean a Hitler y compañía, además, tanta apología del nazismo aveces aburre.

Las audiciones 1 de ?
Otra breve explicación acerca de la mecánica del programa, que funciona más o menos así: Un grupo de cantantes famosos (que en esta ocasión son 5), que se hacen llamar "Coaches" (que vendría siendo "Entrenadores"), tendrán que elegir --en algo llamado "La Audición", que son los primeros programas-- a un cierto número de participantes cada uno, para así formar un equipo.

Como los que inventaron el formato no se les ocurrió algo más original, pues hicieron esto que es una especie de segunda audición; es decir, primero las personas (gente sin qué hacer) se inscriben en el programa para hacer el casting --este es el primero que hacen--, luego de hacer dicho casting, esperan (como burros) a que los eligan, y entonces ir a otro casting --que es el segundo y que es lo que estamos viendo ahora en el programa--, y así hasta quedar en el programa, ya en los conciertos. ¿Es confuso? No importa, yo sí me entiendo.

Entonces, de esta manera, en varios programas (grabados), los coaches van eligiendo a los participantes del programa. Después, ya con los participantes que los famosos hayan elegido, el programa dará inicio con los míticos conciertos (supuestamente en vivo), donde el que no la haga, será eliminado, para que al final queden dos equipos, donde sólo uno será el ganador. Sí, lo sé, es la misma tontería de siempre, pero la gente lo ve.

Por supuesto, la mecánica y el formato del programa lo que hace es jugar con el amplio morbo del televidente, pues no es lo mismo tener a los participantes ya elegidos y listos para los conciertos, que seleccionarlos en una serie de programas donde les dices que tienen voz y que fueron elegidos, que ridiculizarlos y decirles que no tienen ni voz ni talento, que son una mentira y que no sirven para nada.

Esto es lo que llama la atención, y creo que también es parte fundamental del programa.

Coaches, coches, chochos o jueces/maestros
Hablemos de los cantantes que participan como "coaches" en esta edición. Los encargados de buscar a la nueva voz son: el jovial Marco Antonio Solís, el pseudocantante David Bisbal (que nada más le falta el vestido para ser todo un travesti), la marihuana y adicta a las cirugías Alejandra Guzmán, y dos tipos que no sé qué hacen en el programa, que son Wisin y Yandel --dos intérpretes mierdetoneros--.

Acerca de Alejandra Guzmán, me parece que está bien, pero derrepente exagera en sus vulgaridades, porque es una persona vulgar, esto está muy claro. Pero lo que a mí me saca de quicio es esta actitud falsa y sobreactuada de una cantante "rockera", pues Alejandra Guzmán no es rockera, es una cantante de música pop que utiliza los clichés del género rockero, nada más.

Pero como a alguién se le ocurrió decir que Guzmán era "la reina del rock", pues la muy ingenua se la creyó, y ahí la vemos repitiendo a cada rato "yo soy la reina del rock".

¿La reina del rock? De qué me estás hablando, vulgar. La gente es tan ignorante, y más el pueblo que ve este tipo de programas (que para ellos es algo desconocido) que se cree todo cuando le dicen que Guzmán es una intérprete de música rock, y cuando le dicen que es una estrella de rock.

Cantantes y estrellas de rock Cecilia Toussaint, la gran Rita Guerrero, Ellis Paprika (aunque derrepente hace cosas raras), y podríamos decir que hasta Julieta Venegas; o Natalia Lafourcade, quien tiene una de las mejores voces femeninas del rock mexicano, y si me apuran les digo que la enigmática Carla Morrison también es una rockera de verdad, pero no me salgan con que Alejandra Guzmán es rockera, por favor, un poco más de respeto a las rockeras de verdad.

Alejandra Guzmán es un cliché de la música rock, finge ser rockera, mas no lo es; que te drogues, que digas groserías, que seas vulgar, no quiere decir que seas rockera; Guzmán es una cantante pop que sobrevive gracias a sus escándalos provocados por sus conflictos personales. Y gracias también a programas como Ventaneando y otras porquerías, donde tiene a sus comadres paleras que le andan cuidando el changarro y cuidando el mote de "rockera" --entre otros periodistas y pseudoperiodistas que la andan besando las nalgas y diciendo que ella es "la reina del rock"--.

Y cuando dice "yo soy la reina del rock", ya ni ella se la cree, parece que lo está diciendo de puro chiste; no se la cree, pues hasta ella sabe que no es cierto.

Y qué me dicen de estos dos perdedores llamados Wisin y Yandel. Qué horror, qué espanto. Estos tipos están en el programa porque pertenecen a un "género" (si se le puede llamar así a tremenda porquería y aberración social) muy popular como lo es el reguetón (o mejor dicho, mierdatón). No participan en el show porque sean los grandes artistas, los grandes cantantes, sino más bien por la fama que han cosechado entre el vulgo.

Wisin y Yandel (a pa' nombrecito) más bien parecen simples animadores, como que la producción ya no encontró a nadie más que quisiera participar, y pues sólo ellos estaban disponibles.

Y ya que estamos aquí hablando de Wisin y Yandel, hacemos un paréntesis para hablar un poco sobre el reguetón --que quién sabe cómo se escribe esta porquería--, este "género" que es una mierda, el peor género o estilo musical que se pudo haber creado. No sólo es malo en cuanto a nivel musical y artístico, sino que es terriblemente grotesco en muchos otros aspectos. Y cómo no, si el reguetón está basado en la sociedad latinoamericana; es por eso que la misoginia, la homofobia y la violencia son parte fundamental del género.

El reguetón denigra a las mujeres, las encasilla aún más en la idea de que son simples objetos sexuales; sirvientas y objetos de los hombres. Y sin contar que en dicho pseudogénero se promueven ideales retorcidos que contrastan con la realidad de los latinos, como el dinero, que en el reguetón te dicen que no eres nadie si no tienes dinero. O la actitud de superioridad hacia los demás por el sólo hecho de tener dinero, de vivir en tal lugar o pertenecer a tal grupo social, o ya de plano una pandilla.

Y ni qué decir de la idea de las pandillas que el reguetón promueve; te dicen que las pandillas son la mejor expresión para que una persona se supere. O te dicen subliminalmente que te unas a una pandilla, si quieres ser como ellos (los reguetoneros).

Además, en el reguetón sobresale la poca originalidad, la triviliadad y los conceptos sutiles de "persona ruda". Claro, también se promueve la superficialidad, el no ser tú mismo y andar agrediendo al primero que se ponga en frente porque así pruebas que eres alguién importante o alguién superior. O intimidar a alguien por tu forma de vestir o hablar.

Un "género" que impone modas y actitudes machistas y sexistas en los hombres, y que convence a las mujeres diciéndoles que son hermosas pero siempre y cuando se le insinúen sexualmente a un hombre. El reguetón asegura que las mujeres son simples objetos de diversión, hechas completamente para los hombres, y que éstos tienen todo el derecho sobre ellas.

Alguna vez alguién (ajeno al reguetón) dijo que la música electrónica era el género más fácil de interpretar vocalmente, y que ni siquiera era necesario saber cantar o tener talento. A ver, la música electrónica es compleja, y sí que es difícil de ejecutar en todos los aspectos. Pero el reguetón sí lo puede interpretar cualquier retrasado mental, y ni siquiera necesitas ningún tipo de conocimiento musical, vocal, etc., para ser un reguetonero. Si tú tienes la voz más fea y horrible del mundo, no importa, en el reguetón hay un lugar para ti que no cantas ni de chiste.

Este tema del reguetón da para mucho más, y creo que es para otro artículo, así que aquí la dejamos.

Acerca de David Bisbal, pues más o menos lo mismo que los mierdetoneros, está ahí porque es extranjero, apesar de que él también surgió de un programa similar. Y creo que, junto con "El Buki", es el más sensato de todos. Eso sí, nuestra comadre Bisbal, con unas cuantas pasadas más de maquillaje, ya queda como toda una señorita, de hecho, la solicitud para salir del closet ya lo trae bajo el brazo.

Además, no estaría mal ver a dos mujeres como coaches. Bisbal, eres una nena.

Y "El Buki", pues trata de adaptarse a su entorno juvenil y dinámico. Se la pasa gritando por no dejar, y no dice nada.

Entonces, en cuanto a los jueces hay un montón de humor involuntario: Bisbal tratando de entender la cultura mexicana, "El Buki" tratando de ser y parecer cool, Alejandra Guzmán tratando de ser menos vulgar, además de que a cada rato se andan cayendo de la silla; Wisin y Yandel tratando de hacernos creer de que cantan, etc.

El programa
Y pues el programa ha comenzado sin muchas novedades y sin nada extraordinario que nos hiciera decir "Ay, güey". Por ejemplo, en el programa 1, una pequeña actuación de los coaches (¿en serio así les dicen?), quienes interpretaron una versión bastante corriente de "Tu cárcel" ("Your jail") de Marco Antonio Solís, donde más bien parecía que estaban dando clases de aeróbics o algo por el estilo, porque aquello era más coreográfico que vocal. Y además la versión nunca encajó.

Así comenzaba el programa con este primer episodio bastante chafesco, bastante simplista y sin que causara conmoción entre el público.

La conducción del programa corre a cargo de Jacqueline Bracamontes, que no lo hace mal, pero como que no encaja en el programa, como que no va. Claro, si lo comparamos con la abominable conducción de Mark Tacher en la primera temporada, pues la Jackie sí que la está haciendo en grande.

Junto con ella, también está Lidia Ávila, quien dizque conduce tras bastidores, que pareciera que está demás, pero después nos dimos cuenta que es la que se encarga de la publicidad del programa.

Es el circo más famoso del mundo (mucho más
famoso que el Circo del Sol).

Acerca del desarrollo del show, hay cosas buenas y cosas malas, pero en general es un programa aceptable. Por ejemplo, algo que se agradece y que es notable, y que así deberían ser todos los programas de este tipo, es que aquí no importa si no tienes talento o si te equivocaste, no es como en La Academia, donde todo mundo le dice al alumno hasta de lo que se va a morir.

En La Voz, si cantaste mal, o si no cantas nada, está bien, no hay problema, te lo dicen de manera educada, pero en La Academia... te dicen que eres la personas más ruín y patética del mundo, que eres un infrahumano que no merece vivir. Efectivamente, La Voz es un programa de entretenimiento como tal, no es tan grotesco, espantoso, humillante, ridiculizante e insultante, además de denigrante, como La Academia. Digamos que La Voz es más sofisticado y relajado, más sobrio, en cambio La Academia es un circo que humilla y que maltrata a sus animales.

Ahora, hay otras cosas por ahí ocultas, como las castas sociales, que en el programa abundan pero en serio; hay que tomar en cuenta una cosa muy importante en la televisión mexicana, y que depende mucho del televidente: puede que haya dos cantantes en un programa de este tipo, uno con gran y enorme talento, otro con un aceptable talento tirándole a malo. La lógica diría que el del talento sería el ganador, pero no, en México funciona diferente.

Puede que un concursante tenga todo para ganar, pero si el otro tiene una vida de la fregada, tiene una cara de humilde y no tiene en qué caerse muerto, y sobretodo si es prietito, esto basta para darlo como ganador, no importa si tiene no tiene talento, pues el televidente es realmente populachero a más no poder; nunca toma en cuenta el talento, nunca, jamás. Siempre se irá por la jodida vida del concursante.

Es decir, el pueblo no toma en cuenta el talento de una persona, sino su condición social. Es por eso que Toñita de La Academia siempre se mantenía en todos los programas que aparecía, apesar de que había otros con mejor voz que ella --y más si el otro era blanco(a) y venía de una cómoda posición social--.

Y no sólo eso, sino que también la gente se va más por el morbo o los problemas de dicho participante. Y si no, nomás hay que ver lo que ocurrió la temporada pasada, cuando la intelectual Jenni Rivera perdió la vida en un avionazo, ¿y qué pasó con el público? Pues como Jenni murió, y su equipo se quedó sin coach y además llegó hasta la Final, entonces el pueblo decidió votar por el equipo de Rivera, nomás porque les dio lástima, y nomás porque la ganadora estaba en el equipo de Rivera, la fallecida. Yo cuando ví esto, me dio no sé qué, apesar de que sólo es un programa de televisión, nos mostró el nivel de ignorancia que existe en el país.

Ahora, esto nos lleva a otra cosa que todos los programas de México no pueden dejar de lado: el sentimentalismo. Y por supuesto que en La Voz iba a ver momentos telenovelescos.

Esto se da cada vez que vemos la semblanza de los participantes antes de salir a la audición, es decir, nos cuentan un poco de la vida de los concursantes (como si a alguién le importara), dizque para conocerlos más. Entonces, ahí vemos un poco de su condición social, de sus problemas personales y lo mal o bien que los ha tratado la vida. Todo dentro de una atmósfera de melancolía, tristeza y tratando de enganchar al telespectador.

Y de esta manera, con este tipo de escenas llenas de sentimentalismo barato, el programa les da argumentos al televidente, les da las bases para que no voten o no eligan al concursante por su talento, sino por lo jodida que es su vida; porque es pobre, porque vive en una vecindad, etc.

Y me parece que hasta los jueces se dejan llevar por esto, ya que da la impresión de que los coaches (¿en serio tenemos que llamarlos así?) eligen al prietito porque es prietito, y no sabemos si lo hacen por la voz, o porque en el programa se la pasan pregonando que ahí lo más importante es la voz. ¿Me expliqué bien? Creo que no.

O qué me dicen cuando en el primer programa salió el hijo de José María Napoleón, o la sobrina/nieta del "Abuelo" Cruz (futbolista), a mí se me hubiera caído la cara de vergüenza si estos dos se hubiesen quedado, porque ahorita estuviéramos hablando de arreglos, que todo está preparado y no sé qué más. Aunque después esto se vendría abajo cuando los hijos de Pancho Barraza quedaron en el programa, aunque por méritos propios, pero también nos saca de onda.

La voz...
Respecto a todo lo anterior, el programa dice que "aquí el talento es lo más importante", primero, se supone que así tiene que ser, este tipo de programas deben buscar talento, y segundo, esto fue una indirecta hacia La Academia, como queriendo decir "aquí sí tomamos en cuenta el talento de los participantes, no como en el circo masoquista, misógino y doblemoralista de La Academia".

Claro, también en el programa ocurren fiascos, en cuanto a producción y en cuanto al talento. Por ejemplo (otro ejemplo más, no sé cuántos llevamos), en el primer programa, donde los mensos de Wisin y Yandel apretaron el botón para elegir a un cantante que no cantaba, pero lo hicieron antes de escucharlo, y cuando el concursante comenzó a "cantar", la cara de arrepentimiento de los Wisin y Yandel fue memorable.

Eso les pasa por creídos y porque se les olvidó cómo funciona esto.

Y en las voces es donde surge el mayor problema; y es que, no sé si no hay talento verdadero o no existe una capacidad para elegir a talentos de verdad, pues los concursantes que hemos visto (los que han avanzando y los que no) son de medio pelo hacia bajo, es decir, tienen voz pero tampoco son las grandes voces. ¿Por qué decimos esto, a qué nos estamos refiriendo? Pues a que en realidad no hay voces increíbles, que te hagan decir "este sí que tiene voz y talento".

No es por comparar, ya sabemos que la cultura y la idiosincracia es otra, pero en The voice (la versión gringa) está el ejemplo más claro; basta con ver un episodio (que, por cierto, en breve se estrenará en Canal Sony para Latinoamérica, [imperdible]) para darnos cuenta de la calidad, el talento y la increíble capacidad vocal de los participantes, no sólo en cuanto a voz, sino en cuanto a sentimiento, de veras sienten las canciones, y tú también escuchas y sientes esa pasión musical.

Y aclaramos que no somos malinchistas, pero en La Voz... México los concursantes son buenos cantantes pero nada más, no expresan nada y ni tocan a nadie con sus voces (quizás estoy exagerando, pero se trata de talento); en serio, parecen cantantes de bar, cantantes de restaurante pseudoexclusivo. O sea, el talento vocal es muy pobre, no hay un nivel que te haga ponerte de pie y aplaudir. Lo que hace del programa uno muy barato, bien hecho, pero barato en cuanto a contenido.

Y ya casi para terminar, tenemos que decir que los coaches parecen interactuar sin problemas; pero aveces funciona y otras veces no. Aunque me parece que cumplen. Eso sí, Alejandra Guzmán en cada programa parece que está borracha o drogada, ya que es muy sobreactuada --es lo que decíamos arriba, se cree su papel de "rockera" y "rebelde"--. "El Buki" trata de encajar a fuerzas, y los otros tres... pues sin pena ni gloria --ni modo, es lo que había disponible--.

Es un programa que cumple, tampoco es la gran cosa, y si además vemos las versiones de otros países, pues sí que está muy bien.

Eso sí, no hay un avance, no hay ninguna diferencia, alguna novedad, algo que contraste con las anteriores ediciones, es decir, es como estar viendo la primera temporada pero dividido en tres ediciones. Y ni hablar de un toque especial por parte de la producción mexicana, los televisos no se atrevieron a innovar, pues porque no tienen esa capacidad.

Claro, todo es muy bonito, todo bien hecho y toda la cosa, pero no hay que engañarnos, así como TV Azteca no puede y no quiere salir de La Academia, ahí está Televisa con esto que es querer seguir haciendo los mismos realities, querer seguir haciendo algo que da resultados, pero no porque de veras esa sea la intención, sino que como funciona, entonces seguiremos en las mismas, al cabo que nadie reclama por más originalidad y más producciones diferentes.

Sí, el programa de La Voz es bueno, pero ¿hasta cuándo vamos a seguir haciendo realities? Hay que romperse la cabeza y tratar de ser más originales, yo sé que para los que hacen televisión en México es complicado, pero si no lo intentan pues entonces seguiremos en las mismas. Más originalidad, más cosas nuevas; más televisión diferente, es todo lo que pedimos.

Además, aparentemente, no es como en La Academia, donde no sacan cantantes, sino trabajadores esclavos que nomás sirven como producto para vender a la televisora del Ajusco, digamos que en Televisa esto es mucho más abierto, pero no tanto por las libertades reales que se les dan a los nuevos "artistas", sino por el tremendo monopolio que abarca 90% del país, y pues entonces da la sensación de que ahí sí los dejan ser artistas, pero tampoco es tan cierto.

Si ganas La Voz, no esperes muchas cosas, pues no eres más que una herramienta comercial de las televisoras. Lo cual debería cambiar, pues si vas a crear artistas, haz que parezcan artistas, y eso lo logras dejándolos ser ellos mismos y soltándoles la cadena. Que ellos hagan su propia carrera musical, quitáles tu logo de la frente y sólo dedícate a hablar de cómo les va.

Hay momentos destacados, hay momentos chistosos, entretenidos y hasta me atrevo a decir que hasta causan gracia; aunque esto de ponerse a payasear por parte de los coaches aveces resulta exagerado, y como que caen en la rutina, pero generalmente es agradable. Por momentos parece que el programa se cae, pero lo logran recuperar, pero a ver cuánto les dura la carpa.

Si usted tiene un aparato receptor más o menos bien, o un sistema de televisión de paga, habrá notado la calidad de la definición de la imagen del canal, ¿por qué lo menciono? Pues por el programa de TV Azteca, La Academia Kids, que si lo comparamos con La Voz, parece que el programa de Azteca es transmitido con una cámara Handicam, esas cámaras de mano, porque de veras la calidad es asquerosamente pobre. Parece transmisión de pueblo. Es increíble que TV Azteca no se actualice en este sentido. Increíble.

Nomás como simple comparación, si usted ve y analiza los dos programas, La Voz y La Academia Kids, se dará cuenta que está viendo dos programas en dos épocas distintas: uno es del año 2013, y otro parece que fue grabado en los años 90--.

La televisión mexicana es tan grotesca, tan grosera, burda y estúpida, que se agradece que aparezcan programas como La Voz, si bien es cierto que el contenido, el formato, la producción, etc., no ha cambiado mucho, es decir, que es la misma gata pero revolcada, por lo menos no tratan de entreternos con albures, payasadas, insultos y denigraciones de todo tipo.

No se burlan de nadie, no se ridiculiza a nadie, no se envían y ni se fomentan mensajes e ideales retorcidos. Esto sí parece un programa familiar, y aunque derrepente escuchamos cosas no tan familiares, comparado con el resto de la programación de la televisión mexicana que se dice ser "televisión familiar", pues vaya que es un gran programa.

Insistimos, no es la gran cosa, está bien hecho, no es un programa inteligente y que nos haga usar nuestro cerebro, pero no es un circo (de doble moralidad), no es un programa que trate al televidente como estúpido y/o como retrasado mental; cumple con su función de entretener, y en la televisión mexicana, esto ya es mucho decir.

Fotos | Ximinia