El Teletón, un fraude con buenas intenciones

El video que acaban de ver, refleja la forma de pensar de un enorme sector de la población mexicana, creen y defienden la idea de que el Teletón es por una buena causa, aún sabiendo que dicho evento esconde cosas turbias, como la evasión de impuestos, y sacarle dinero a la gente con la excusa de "todo por buena causa".

El Teletón es un fraude, muchos lo saben, pero lo niegan y lo defienden.

Me parece que aquí el hilo negro es precisamente la forma en que se toma el fraude del Teletón, y el ejemplo más claro es éste video que acaban de ver; es un conformismo terrible lo de nuestra sociedad, pensar que hay "fraudes buenos" y que preferimos esta forma ilícita de hacer dinero, que preferimos que nos roben por "una buena causa" en lugar de que nos roben para beneficio de otros que para nada lo necesitan. No importa si es un fraude con buenas intenciones, es un fraude, punto.

Un fraude es un fraude. Los ideales de Robin Hood están bien para una historia ficticia, pero no para la vida real, no para la sociedad en la que hoy vivimos.

El Teletón se podría hacer LIMPIAMENTE, sin que se evadan impuestos y sin que Televisa se quede con millones de pesos (porque es algo que pocos mencionan), pero no lo hacen, ¿por qué? Porque al aparecer a nadie le molesta, a nadie le afecta, ya que, a fin de cuentas, todo es por una buena causa, porque la gente prefiere estos fraudes buenos que los fraudes malos.

El monopolio que es Televisa, utiliza, no ayuda, utiliza a los niños como imagen y como producto (por no decir carnada) para hacer este mega evento del Teletón, todo con el supuesto fin de ayudar a esos niños con cáncer, pero que en realidad no es más que otro negocio redondo, donde además se manejan intereses con otras empresas que muestran su marca en el Teletón.

Sí, la ayuda que las personas reciben, aparentemente, es real, pero la forma en que esta ayuda llega y se produce, es la parte oscura, es la parte que no está bien. Vivimos en un país corrupto, en un país donde los fraudes abundan, donde todos le roban a todos y nadie hace nada, y se supone que estamos luchando contra eso, porque eso lleva a muchas otras cosas, nada más hay que ver el panorama del país.

Y claro que existen otras instituciones, hay muchas más que se dedican a ayudar y rehabilitar a personas con cáncer (no sólo niños, por cierto), el Teletón y los famosos CRIT no son lo únicos mártires del país. Lo cual nos lleva a otro tema: el monopolio que es Televisa, esto que es tan criticado por muchos y que afecta a tantos.

¿Por qué ayudar a una causa que ayuda a evadir impuestos a grandes empresas, y que además enriquece económicamente al monopolio de Televisa, siendo que existen otras instituciones que sí trabajan honesta y limpiamente? ¿Por qué apoyar un evidente fraude, si se puede apoyar a otras instituciones, a otros centros de ayuda que son honestos y que sí necesitan nuestro apoyo, nuestras donaciones; nuestro dinero?

En el Teletón, las cosas no se hacen honestamente, entonces ¿por qué tiene tanto arraigo y por qué la gente se empeña en defenderlo, a sabiendas que detrás hay un gran negocio redondo? Podríamos decir que por intereses, pero estaríamos hablando de los muchos defensores participan ahí en el Teletón, pero hablando concretamente del público, del pueblo que hace donativos o piensa que el Teletón es limpio y transparente, es por ignorancia (otro mal que atañe a la sociedad mexicana).

El Teletón existe porque Televisa, el monopolio, abarca un extenso territorio social, económico, mercadológico, entre un montón de mañas más. Lo que impide que las instituciones honestas sobresalgan y reciban el apoyo que en verdad necesitan; además de los CRIT, ¿conocen otros centros de ayuda a personas con cáncer? ¿han hecho donativos a esos centros? No, porque todos los reflectores se los roba Televisa y el Teletón, con ayuda de las grandes empresas, que con la intención de pagar menos y ganar más, ahí están formando parte del equipo del Teletón.

¿Que si el Teletón desaparece ya no habrá quién ayude a los enfermos con cáncer, y éstos quedarán aún más desamparados? Esa es una idea estúpida, es una falacia. Porque, regresando a lo mismo, no es la única institución de su tipo; si el Teletón se va, quedarían solo aquellas organizaciones que no lucran con la enfermedad de nadie y que su intención no es matar dos pájaros de un tiro, recaudando dinero pero a la vez haciéndose de millones para ellos mismos --nos referimos a Televisa y su Teletón--, sino que dichas organizaciones utilizarían todo lo recaudado, asbolutamente todo, para ayudar de verdad.

Si el Teletón es el más grande, es el que más dinero reúne, es el que más llama la atención, el más conocido y famoso, ¿por qué no se puede hacer lo mismo con el resto de las organizaciones? O mejor aún, si el Teletón tiene tanta influencia y si en verdad ayuda como dice, ¿Por qué no se puede hacer todo eso pero honesta y transparentemente?; ¿Es necesario el fraude? Si es que en verdad nos importa ayudar a las personas con cáncer, deberíamos hacerlo posible, ¿no? En lugar de seguir mateniendo un fraude tan grande como el Teletón.

Además, si quieres contribuir con organizaciones, lo puedes hacer a diario, todos los días, no sólo una vez al año. Si lo que queremos es buscar excusas, pues las encontraremos.

Sí, es muy bonito pensar que es un fraude que no afecta a nadie, pero pensar así es algo tan irreal, que sólo nos hace darnos cuenta que los mexicanos ya nos estamos acostumbrando a que nos vean la cara, a que nos roben, a que nos mientan, a que nos digan que nuestro dinero se va hacia algo bueno, pero que en realidad todo, o parte de él, se desvía hacia otro lugar. Ese es el problema, esa es la malaria que nos impide dar el salto, que nos impide avanzar y ser un mejor país.

Al rato, cuando los narcos se estén matando entre ellos y ya no personas ciudadanos inocentes, ¿qué vamos a decir? ¿Que es más preferible que los criminales se maten entre ellos mismos, a que maten civiles inocentes? ¿Hasta ese punto de conformismo queremos llegar?

Tal vez piensen que mis argumentos contengan falacias, pero el contexto no es una mentira, es una realidad del México que todos vivimos a diario. Una cosa es ver el mundo positivamente, y otra es dejarse engañar.

Hay que tener muy claro lo que queremos para mañana: enseñarle a las nuevas generaciones que los fraudes están bien, siempre y cuando tengan como único fin una buena causa, o enseñarles que los fraudes nunca llevaban a nada bueno. ¿Qué es lo que en realidad queremos o preferimos? ¿Que no importa si hay personas honestas, si un "fraude bien intencionado" logra hacer más, entonces está bien escoger ésta última?

Si ya de por sí la educación en este país es deplorable, la poca cultura no avanza y la sociedad es cada vez más peligrosa (en muchos aspectos), no podemos permitir que "ideales" conformistas sobre las prácticas poco claras y poco transparentes --además de sospechosas-- de las empresas nos parezcan buenas cuando éstas, supuestamente, ayudan a personas con enfermedades mortales.

México se caracteriza por su hambre de conseguir dinero, y lo hace de cualquier manera, no importa si es dinero sucio; el país no puede hacer nada honesto, siempre tiene que sacarle provecho a algo. Una prueba es el Teletón.

Prefiero ser una persona que escribe y critica cosas sin sentido detrás de una computadora, y que además estorba, que vivir en un país en donde su sociedad ha aceptado los fraudes, la deshonestidad y la mentira, donde las empresas se aprovechan de las buenas causas para hacer dinero.