Soy tu doble II

Otro programa irrelevante lleno de mediocridad.

Hace poco, se estrenó en TV Azteca la segunda temporada del programa/reality Soy tu doble, que es un show de concursos donde famosos y desconocidos salen a imitar a cantantes --antes, los concursantes eran solamente gente del público que iba a perder su tiempo y a ridiculizarse en dicho programa, pero ahora hay famosos, o eso es lo que dicen, porque a mí ninguno se me hizo conocido--.

En la televisión mexicana se hacen programas nomás por hacer programas, y ésta versión 2014 de Soy tu doble es la prueba más clara; el programa se transmite ¡de lunes a viernes!, y ya desde aquí estamos muy mal. Con ésto lo único que haces es probar que el programa es puro relleno y que nomás se hizo para jalar gente hacia la "nueva imagen" que TV Azteca está mostrando (que en otra ocasión hablaremos de la "nueva imagen" de ésta televisora). Un programa diario de éste tipo no tiene sentido.

La producción no es tan mala, pero si la comparamos con el resto de programas de éste tipo que se hacen en el mundo, pues se queda muy corto. La escenografía cumple a secas, pero donde de veras dan ganas de darse un tiro, es en la conducción, las imitaciones y el reparto que es realmente para un episodio de American Horror Story.

El "conductor" es Alfonso de Anda, y es altamente mediocre. Es un improvisado, y cómo no, si no es conductor, sino un actor, y si tú pones a un actor que no tiene la capacidad de desempeñar dos trabajos (actuar y conducir un programa de televisión), pues el resultado es éste señor que no hace más que estar estático durante todo el programa como muñeco de cera. Si vas a poner a un actor a conducir, es porque éste tiene también talento para conducir un programa, pero no es así.

El tipo no tiene talento para manejar un programa como éstos, no sé si para actuar (porque nunca lo he visto actuando), pero para conducir no da una. Para ser el presentador de un show como éstos, necesitas empatizar con el público y los participantes y el jurado, y De Anda no lo hace; no interactúa con nadie, no provoca nada, es frío, gris y todo el tiempo parece estar anestesiado. Simplemente parece una persona del público que lo pusieron a conducir sin decirle qué era lo que tenía que hacer.

Las imitaciones rayan en lo ridículo y lo patético. Difícilmente encuentras algo bien hecho. Hay que recordar que hay actores, actrices y cantantes profesionales, así como gente que no es famosa --que reitero, es difícil saber quién es famoso y quién no lo es--. Y en realidad no se ve la diferencia, pues todos son malos, regulares o mediocres. Básicamente, la mayoría de los participantes hacen imitaciones muy pobres, muy sutiles y muchas veces caricaturescas, y muchas de las imitaciones son patéticas porque los imitadores no saben actuar o no tienen idea alguna de lo que es la imitación, como ¡Erasmo Catarino!, entre otros tipos que nada tienen que hacer en la televisión.

Una parte que llama particularmente mi atención, son los ex-alumnos de La Academia, que por enésima ocasión comprueban que son unos simples empleados de TV Azteca. Qué triste, qué patético es ver a éstas personas siendo usadas como trapeadores, escobas y como productos de relleno o de lo que usted quiera; TV Azteca hace con ellos lo que se le antoja. No son cantantes --hay que estar mal de la cabeza para creer que los académicos son cantantes de verdad--, son cosas, con objetos que la televisora utiliza para llenar, tapar la falta de actores o conductores. Además, en serio que la fama te enferma, porque éstos tipo de La Academia ni siquiera se dan cuenta de la manera en que son denigrados y explotados.

Los de La Academia son personas que no se valoran a sí mismas o en serio no pueden hacer otra cosa más en la vida que aceptan ser los esclavos de TV Azteca, porque eso es lo que son, esclavos. Se supone que un reality show de cantantes, crea eso, cantantes, y no pseudoactores y pseudoactrices que son marginados en eventos para regalar juguetes como si fueran payasitos, o dar presentaciones en eventos privados de la empresa, presentarse en conciertos que no son de ellos, o ir a cantar a los partidos del Monarcas Morelia. ¿Qué demonios es La Academia?

Por último, la parte del jurado es lo peor que yo he visto en un programa de televisión. Qué horror. En primer lugar, vemos en su máxima expresión la doble moral de la televisión mexicana y del país, ya que como jurado está Niurka Marcos, nada menos y nada más. Yo no sé qué mentes habitan TV Azteca, pero tienen valores e ideales muy, muy retorcidos.

Si vas a hacer un programa de televisión que se dice ser familiar (y aunque no lo sea), Niurka es el peor ejemplo que puede haber en la televisión; es corriente, vulgar, grosera (gritona) y sin talento. ¿Qué hace en la televisión un personaje tan grotesco como ella? Perdón, pero Niurka debería estar trabajando en un table dance o en algún otro club nocturno donde su boca y toda ella tengan cabida. En serio, personas como Niurka ya no pueden existir en la televisión y en ningún medio. Niurka es para un prostíbulo, no para la televisión (de hecho, dicen que de ahí salió).

Niurka crea polémica de la nada, se pone a gritar como loca sin ningún motivo y sin ningún sentido. De cierta manera, insulta a los participantes con sus "reclamos" que ni al caso, y en lugar de crear una polémica con sus "escenas candentes", crea momentos incómodos; uno puede ver la cara de todos los que ahí salen, esperando a que Niurka se calle la boca. Es patético.

Y del resto del jurado, poco podemos decir. Cynthia, ya lo dijimos, es una empleada de La Academia que no tiene talento para nada (y que no sabemos a qué se dedica en ésta empresa), Héctor Martínez es el único que sabe lo que dice y me parece que es el más sobrio de todos, y otro tipo que se hace llamar "Esewey"... pues éste wey no sé quién demonios es y quien sabe de dónde salió; hablar de "Esewey" es como hablar de la mugre que se junta entre los dedos de los pies, o sea, no tiene sentido y además es estúpido. Qué tan mal estamos en la televisión mexicana, que "Esewey" --un auténtico desconocido que no se dedica a nada-- sale como crítico y experto en un programa de "talento"? ¡Hágame usted el favor!

¿Y qué creen? Para no variar, los brillantes de Televisa, cuando vieron que enfrente tenían "competencia", ¿qué hicieron? Pues volvieron a programar la última temporada de Parodiando. Les digo, una porquería lleva a otra porquería.

Qué programa tan pobre y tan mediocre. Si hay algo que en la televisión mexicana es especialista, es en hacer "telebasura de calidad". Seguimos en las mismas, programa que ni al caso (como este mismo) y con contenidos burdos y mal logrados y mal producidos, además de repartos que nada tienen que hacer en la televisión y en ningún medio de comunicación.

Ya para terminar, algo que realmente da miedo, es que el programa es tan malo, que el mismo en sí parece una parodia.

Foto | TV Azteca