Barcelona vs PSG: ¿Remontada histórica o robo histórico?

Nunca en la historia de la Champions League un equipo había remontado un marcador de 4-0+. Con ayuda del PSG y el arbitraje, el Barcelona lo hizo.

El Barcelona logró lo imposible. No sólo anotó los goles que necesitaba, sino que fue más allá; logrando ganar el partido por un alucinante marcador de 6-1 (el dramático global terminó en un 6-5). Tras perder 4-0 en la ida de los 8vos. de Final de la Champions League, ante el PSG, tenía ahora la necesidad de ganar por la misma cantidad. Lo consiguió, con ayuda, pero logró una hazaña casi imposible que ha quedado ya escrita en la historia del futbol mundial.

No fue la mejor noche del Barcelona, pero aún así fue una noche histórica. Parecía imposible la remontada, pero lo estaba logrando; tres goles acercaron al Barcelona a los Cuartos de Final. Más tarde, PSG anota y frena los sueños de los culés. El gol de Cavani parecía terminar con las ilusiones del Barça, pero la única ilusión era la del PSG, quien al final despertó a su triste realidad.

Si bien es cierto que el gol del PSG (3-1) había congelado las posibilidades del Barcelona y había desanimado emocionalmente al equipo, los culés continuaban con la posesión de la pelota y seguían arremetiendo una y otra vez, fue ahí donde el arbitraje y la falta de calidad y coraje del PSG le devolvieron al Barcelona la posibilidad de remontar.

Messi no apareció, en su lugar estaba Neymar, quien fue el más sobresaliente en la parte ofensiva... ¡Al igual que el arbitraje!

Está claro que el Paris Saint-Germain dejó de hacer muchas cosas en este juego de vuelta; se tiró demasiado atrás en la primera parte y le faltó arriesgar un poco más; en otras palabras, el PSG era una mentira; en París se sacó la lotería, pero en Barcelona sacó a flote su mediocridad. Cuando anotaron el primero, tuvieron que aprovechar el momento y buscar el segundo que asegurara el pase --Di María tuvo el gol que mataba, pero la falló terriblemente, al igual que Cavani, quien dejó ir una clara; PSG dejó de ser insistente y terminó siendo encerrado en los últimos minutos--.

El PSG no hizo lo suficiente para detener el vendaval culé, fue demasiado frío y poco agresivo, confiando demasiado en el global y el tiempo que para ese momento estaba a su favor.

A diferencia del PSG, el arbitraje sí se puso las pilas. Dos penales fueron suficientes para quedar bien con el Barcelona, además de un penal clarísimo sobre el PSG donde el árbitro cerró los ojos; el primer penal fue sobre Neymar, que me parece inexistente. El jugador del PSG se tropieza y avanza unos cuantos pasos para terminar cayendo en la ruta de Neymar, y éste aprovecha para buscar chocar con él y así buscar la falta. El árbitro se lo compra y cae el tercero. Neymar pudo moverse a su izquierda y seguir con el balón y enfrentar al portero ó saltar al rival para no tropezarse con él. El central ni siquiera marca la falta, es el árbitro de línea que lo marca --casi nunca aparecen, pero cuando deciden hacerlo es para meter la pata--.

El segundo penal, sobre Luis Suárez, está más que claro, nunca hay penal --el penal que le da el pase al Barcelona--. Suárez le vio la cara al árbitro, un árbitro bastante impresionable. Suárez siente la presencia del jugador rival y se tira exageradamente. Nunca hay penal; nunca le estorba, nunca hay un empujón lo suficientemente fuerte como para desequilibrar al uruguayo. El arbitraje, en pocas palabras, fue una cochinada. Un robo. Un robo auténtico. Un robo histórico. Ni siquiera amonestó a Neymar durante todo el partido cuando se la pasó fingiendo faltas --sólo una vez, pero tuvieron que haber sido más--.

También es evidente la incapacidad del árbitro al marcar ese penal sobre Luis Suárez. Un árbitro mucho más concentrado, debería percatarse de que un jugador a esas alturas de un partido de tal magnitud, siempre intentará desesperadamente fingir faltas en el área, y más si durante todo el partido el Barcelona anduvo buscando penales.

Y qué decir del penal de Neymar sobre Marquinhos que los árbitros no quisieron marcar. Primero hay un jalón de camiseta y luego una patada (agresión) que debió ser penal. El árbitro no quiso utilizar su vista de águila como sí lo hizo en el penal contra Luis Suárez. Esto es lo que se conoce como un robo. Un robo descarado.

Es un hecho que fuimos testigos de una remontada histórica, pero dicha remontada fue posible, en gran medida, gracias al arbitraje. PSG cooperó en ésta voltereta sin precedentes, pero fue el arbitraje quien marcó la mayor diferencia.

Estamos endiosando demasiado al Barcelona que logró su pase a Cuartos, cuando es evidente que el arbitraje acuchilló al PSG. El árbitro también fue parte de esta remontada histórica.

Fotos | Getty Images