Óscares 2017: la noche del (t)error

El Óscar a Mejor Película fue para La la land, pero se lo dieron a Moonlight, ¿o fue al revés?

Un error sin precedentes marcó la noche de los premios Óscares 2017. Pero los marcó para mal y para bien. Y es que sin ese monumental error, ¿de qué estaríamos hablando en estos momentos? La La Land se llevó la noche como se esperaba y Moonlight logró sobresalir, mientras que las protestas cómicas y serias contra Donald Trump no se hicieron esperar, las cuales estuvieron muy bien logradas. Los números musicales pasaron sin pena ni gloria; Sting fue lo mejor, pero a secas. En realidad no había mucho qué destacar, pero gracias a esa trolleada accidental, la entrega número 89 de los Óscar pasó a la historia como una de las más memorables.

¿Qué fue lo que sucedió? Básicamente, según los chismes, a Warren Beatty y Faye Dunaway les entregaron el sobre de Mejor Actriz Principal, que Emma Stone había ganado minutos antes; los legendarios actores leyeron "La La Land y la nombraron como la cinta ganadora. Ahora, si así fue como sucedió, entonces Beatty y Dunaway también metieron la pata al no prestar atención a lo que decía el sobre --de hecho, Beatty sí titubeó pero no dijo nada, y más cuando Dunaway, sin más ni más, apresuradamente dice el nombre de "La La Land"--.

Y así fue como el caos se desató y ya nadie sabía qué estaba pasando. Como todo mundo seguramente pensó, aquello parecía una broma de Kimmel, ¡lo cual hubiera sido peor!, porque se hubiese tratado de una broma de muuuy mal gusto, ya que los de Moonlight se lo hubieran creído --a menos que todos se hubieran puesto de acuerdo, algo que se ve complicado--.

Los productores de La La Land dieron su discurso con el alma en la mano. Casi al final del mismo, personal de la producción llegó y empezó la revuelta. Jimmy Kimmel, con los ojos de fuera, sale a aclarar la situación y dice que el premio era para Moonlight, el productor de La La Land toma el sobre, lo enseña y demuestra que, efectivamente, el ganador era Moonlight; hubo un error y todos ofrecen disculpas. Los de La La Land dicen que "no hay problema" y que gustosos cederán el premio, lo cual seguramente fue horroroso para ellos devolver las estatuillas.

Entonces, en un mar de asombro y confusión, sube el elenco de Moonlight para recibir su premio, y atónitos agradecen pero ya nadie tomó en cuenta lo que dijeron porque el sendo error hizo que el premio más importante de la noche valiera madres. Dicho error le quitó la sorpresa al hecho de que Moonlight se impusiera sobre la súper mega favorita La La Land, de quien se decía se llevaría todo, incluyendo el premio a Mejor Película, la cual no fue así, pero ya no fue sorpresa porque el espíritu de Steve Harvey se hizo presente.

Después de tremendo resbalón, me quedé pensando (como Lalo Trelles)... y llegué a creer que probablemente el error fue algo premeditado, preparado; un truco para elevar esta entrega de los Oscars a otro nivel. Pero luego recapacité y me dije: "no, no creo que sean tan estúpidos". A pesar de que es un programa de televisión, un show donde el arte cinematográfico muchas veces queda de lado, no creo que sean capaces de tal cosa --sólo si Donald Trump fuese presidente de la Academia, tal vez sí serían capaces--. Además, hoy en día ya no se pueden ocultar estas cosas, si la Academia lo preparó, se descubriría al día siguiente, y eso, muy posiblemente, podría costarle hasta el prestigio, y ya nadie creería en los Óscares.

Para los de La La Land fue un momento bochornoso y doloroso, para los de Moonlight fue un momento de confusión, pena y luego felicidad. Para la producción y la Academia ha de haber sido vergonzoso y humillante, y seguramente habrá muchos jalones de orejas y despidos en el personal después de tremenda exhibición. El caso es que fue un momento único, donde el suspenso y la emoción estuvieron al máximo. Qué entrega de premios.

Y analizando lo que sucedió a lo largo de los premios, que como decía, a mi parecer no hubo cosas sobresalientes, pues todo marchaba como se esperaba, vale la pena comentar algunas temas.

Lo positivo fue el omnipresente tema de Donald Trump y sus políticas discriminatorias, las cuales Jimmy Kimmel las supo utilizar muy bien, así como los discursos de algunos actores y actrices contra el presidente del odio. Los chistes de Maryl Streep y otras referencias hacia Trump, fueron muy acertados; el momento en que Kimmel se pone a tuitear a Donald Trump fue brillante --hay una una parte donde Kimmel escribe que Meryl Streep le envía saludos, en esa parte yo le hubiera tomado una foto a Meryl (haciendo la "V" de la victoria) y la hubiera tuiteado, hubiera sido más hilarante todavía--.

La parte donde unos supuestos turistas llegaban al teatro sin saber que ahí se realizaba la ceremonia de los Oscars, me pareció falsa, desabrida y, claro está, no logró su cometido. Claramente había dos personajes muy marcados que estaban haciendo de protagonistas (la pareja de afroamericanos locochones), y la evidente mezcla de nacionalidades y étnias era demasiado obvia (blancos, negros, asiáticos...), y sin mencionar la reacción de dichos "turistas" al llegar al lugar repleto de estrellas de Hollywood; una persona de a pie no reacciona tan así.

Además de los chistes de Kimmel, hubo discursos llamativos como el de Gael García, quien fue muy directo al oponerse ante la construcción del muro (que yo sigo pensando que es imposible construir tal cosa). Lo apoyaron con aplausos y toda la cosa.

La ceremonia avanzaba rápido, lo que le dio mayor soltura al show, ya que en otras ocasiones los Óscares parecen Las Lunas del Auditorio. Los Óscares, pues, se estaban dando como se había pronosticado (sin sorpresas con los ganadores y demás), de hecho, el tema poítico y social era hasta predecible. Pero todo cambió cuando la producción, después de haber hecho un trabajo casi impecable, la cruzazuleó en el momento menos indicado, dándole al evento otro rumbo completamente distinto. Unos premios Oscars que ya tenían como calificación un 8.1, terminó llevándose un 10.

Irónicamente, el peor error en la historia de los premios Óscar, sirvió para que la entrega número 89 de la misma se convirtiera en una de las más memorables.

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