Liverpool se impone ante Tottenham en la Final más aburrida en la historia de la Champions League

El penal más rápido en la historia de la Champions (2') y un desabrido gol en los últimos minutos (87'), le dio el campeonato al menos peor de la final: Liverpool.

Para ser una final de Champions, Liverpool y Tottenham decepcionaron a lo grande. El partido fue increíblemente deslucido, y en gran parte del mismo llegó a ser hasta aburrido, infumable. Nunca ninguno de los dos equipos terminaron de meterse en el encuentro y desplegar su mejor futbol, lo que hizo que la final se convirtiera en una de las más infames de los últimos años.

Lo que habíamos visto de ambos equipos en fases anteriores, había aumentado las expectativas para la Final de Madrid 2019, pero lejos estuvieron de su mejor versión. No sé qué les habrán dicho, pero parecía que estaban jugando el ICC en lugar de ¡la final de la Champions League! ¿O es que acaso les dijeron que era un partido de pretemporada?

Por si fuera poco, ambos equipos salieron al campo con un evidente pánico escénico, lo que hizo del encuentro todavía más tedioso.

¿UEFA Champions League?
La final más esperada se convirtió en una de las finales más desesperantes y aberrantes de los últimos tiempos. Básicamente, la final duró dos minutos, tiempo en que se marcó un penal y luego el gol, después de eso el partido se iría a la mierda. El juego cayó en un letargo espantoso y horripilante. Llegó un punto en que ya no sabíamos si estábamos viendo la final de la Champions o la final de la Copa Libertadores; así de asqueroso fue el partido.

Liverpool y Tottenham, dos equipos ingleses que habían dejado un enorme sabor de boca en semifinales, llegaban a la final con la responsabilidad de hacer de ella una de las más memorables, pero ni cerca estuvieron.

Se dice que el penal condicionó el partido, pero me parece absurdo; ¿desde cuándo los goles de vestidor condicionan los partidos, y sobre todo con equipos tan capaces? Y no tiene nada que ver el hecho de que el gol haya sido marcado por la vía penal. La razón por la cual vimos un partido tan desagradable fue porque Tottenham fue incapaz de cambiar, modificar su juego y despertar como lo hizo en cuartos y en semifinales, y vaya que tuvieron tiempo y oportunidades para hacerlo, pues Liverpool, después del gol, fue un equipo bastante tibio y estático, que no se le fue encima al rival aprovechando el trauma del penal; hasta podríamos decir que Liverpool quería que Tottenham despertara. Pero los Spurs lejos se quedaron de su mejor nivel, lejos de esa garra y entrega que los llevó a la final, y ya nunca se pudieron levantar. Liverpool, a medio gas, se dedicó a cuidarse las espaldas.

Y es que Liverpool tampoco dio lo mejor de sí. Ganó porque Tottenham no dio el ancho y porque no pudo competir como lo había hecho antes, pues ante otro rival los Reds se las habrían visto negras. Fue mejor que los Spurs pero porque fue menos impreciso --algo que caracterizó el encuentro, por cierto--, y no porque haya desplegado un gran futbol y porque haya dado su mejor partido de toda la Champions; no porque se haya lucido y arrasado con el rival, para nada, ganó porque fue el menos peor. Muy probablemente otro hubiera sido el resultado si Tottenham hubiera sido más competitivo. ¿Qué habrán pensado los del Ajax después del partido?

Para que se den una idea de lo detestable que resultó el partido, la chica sabrosona que invadió el campo tuvo un notable espacio en varios medios ¡porque no había nada más qué destacar!

Y, efectivamente, como no hay nada más qué destacar, hasta aquí este artículo... ¿O qué? ¿Acaso es destacable las atajadas de kinder de Alisson Becker, o el hecho de que Mauricio Pochettino estuvo sentado durante todo el primer tiempo sin decir nada y no se levantó hasta la mitad del segundo tiempo?. Lo único que queda es la conclusión:

De esta final nadie se va a acordar. Nadie la va a rememorar ya que fue una final grisácea, descolorida, sin alma; vacía y sin emociones. Fue una final que se jugó sin pasión y hasta podríamos decir que se disputó sin entrega ni sacrificio.

Quién lo iba a decir, el mejor torneo de clubes del mundo cayendo a niveles insospechados. Nosotros quejándonos de las finales de la Liga MX y ellos imitándonos.

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