Monterrey perdió como los grandes

Todos esperaban la derrota, pero nadie se esperaba que Rayados compitiera. Tan grande fue el partido de Monterrey, que cualquiera pudo haber avanzado a la Final.

¿Alguien recuerda un partido como el que Monterrey dio ante el Liverpool? Yo no. Y nadie más lo recuerda porque nunca antes Rayados había tenido una actuación tan notable, tan espectacular y tan competitiva. Ni Liverpool creía lo que estaba viendo.

Monterrey no fue un trámite, fue un rival digno que llegó a poner en jaque al actual campeón de Europa. La única gran diferencia fue que el Liverpool tuvo mayor capacidad individual, y eso eliminó a Monterrey.

Esta vez Monterrey no fue aquel equipo asustadizo que enfrentó al Chelsea en el 2012, donde el equipo se vio sumiso y miedoso. Esta vez vimos a Rayados competir de tú a tú.

Colectiva e individualmente, Rayados brilló y sorprendió a propios y extraños; la reacción inmediata tras el primer gol de los ingleses fue muestra del gran desempeño rayado. Una gran actuación que pudo haber culminado con un triunfo histórico si el rival no hubiera tenido mayor talento y calidad.

Y es que, hay que decirlo, Liverpool estaba tan seguro que sería un partido cómodo y sin complicaciones, que no inició con el equipo titular; fue hasta que Rayados comenzó a jugar como el Real Madrid cuando los Reds tuvieron que apretar y hacer cambios. Entraron los que saben y las cosas cambiaron.

También hay que señalar que los cambios de Antonio Mohamed en la segunda mitad no funcionaron. El equipo dinámico del primer tiempo vino a menos y Liverpool fue creciendo. Al 90+1, y al más puro estilo del futbol mexicano, Firminho marcó el agónico gol del triunfo, y los Rayados de Monterrey caían con la cara al sol.

Nuevamente el "ya merito" se hizo presente, pero esta vez no fue tan desagradable como en otras ocasiones. Esta vez la derrota fue digna. El rival enfente era superior, y se le compitió. La derrota era inminente, pero nadie esperaba una derrota donde la victoria también era una opción.

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