El escabroso fracaso del Tri femenil

Se consumó uno de los fracasos más escandalosos de la Selección Mexicana Femenil, al quedar fuera del Mundial 2023 y de los Juegos Olímpicos de París 2024. Los supuestos responsables han sido cesados, pero queda la gran pregunta: ¿Qué fue lo que pasó?

El fracaso es escandaloso y escabroso por el momento en que sucede. El futbol femenil mexicano ya tenía cierto recorrido en el futbol de la categoría y había escrito ya una historia en el escenario mundial para nada despreciable; y por si fuera poco, en el 2017 se fundó, con gran éxito, la primera liga profesional femenina de futbol. Ante éstos avances todos esperábamos, por lo menos, la clasificación a un Mundial, independientemente si lo hacías con un gran nivel futbolístico o venciendo a Estados Unidos en la final. Nada de eso sucedió, al contrario, hasta pareciera que hubo un retroceso.

El proceso del Tri femenil contó con un apoyo que no se tenía ni en la época de Leo Cuéllar. Aunque no fue suficiente. El proceso estuvo cortado, con cambios y decisiones equivocadas, un proceso que culminó con el desastre táctico de la estratega Mónica Vergara. En efecto, el colapso del Tri femenil se debe a las carencias en la decisión técnica.

Todo comenzó con la decisión de darle el puesto a Vergara. Los directivos se dejaron llevar por el hecho de que Mónica había logrado llevar a la Sub-17 a una final, pero no tomaron en cuenta que tal categoría es muy distinta a la categoría mayor. El nivel de los equipos Sub-17 no son muy disparejos, las potencias suelen ser otras y equipos como México logran competir sin mayores problemas, el ejemplo es el equipo de Mónica Vergara que llegó a esa final, la cual perdió ante España.

Ya con la Selección mayor, a Mónica Vergara, básicamente, se le perdió la brújula. Su paso fue por demás irregular y ya en fase de grupos del campeonato de la Concacaf, el equipo se le cayó por completo. México le ganó a quien le tenía que ganar —equipos como Surinam, a quienes se les hace goles de cinco para arriba, no son ni cerca referencias para medir el nivel de cualquier equipo femenil, a los cuales México venció caminando—, pero ya a la hora de la verdad, el cuadro azteca se perdió por completo y nunca supo cómo responder ante equipos que se les tenía que ganar (como Jamaica y Haití). La razón de dicho desastre es la poca capacidad de Mónica Vergara. Poca capacidad para buscar experiencia —algo que México tiene, y puntualmente podemos mencionar a tres: Mónica Ocampo, que vivía un gran momento con Pachuca, Daniela Solís, que aunque no tuvo su mejor torneo tenía la calidad y la experiencia necesaria que pudo haber sido de mucha ayuda, y qué decir de Charlyn Corral, una de las delanteras más destacadas de la liga—, poca capacidad para encontrar un once ideal —durante todo el proceso estuvo haciendo demasiados cambios— y poca capacidad para armar el equipo ideal para el fase final de la Concacaf.

Mónica Vergara se equivocó y cometió muchos errores que se vieron reflejado en el futbol del Tri femenil, un futbol paupérrimo y sin sentido. Ante Haití, por ejemplo, Alicia Cervantes estaba en la banca, algo que describe perfectamente lo perdida que estaba Mónica Vergara. Se equivocó en los planteamientos y en el llamado de jugadoras, en el diseño del equipo y en la ejecución de su estrategia. Un técnico capaz, hubiera sabido cómo contrarrestar las diferencias físicas (como contra Haití, en donde el aspecto físico fue clave) y futbolísticas que se dieron en el torneo, donde, por cierto, Estados Unidos lo jugó a medio gas, tanto así que no pudo golear a México en el último partido de grupo.

Jugando en casa, con un mayor apoyo, con años de experiencia y con una liga como referente, México no pudo lograr lo que tenía que haber logrado sí o sí. El error, ya lo dijimos, fue de Mónica Vergara y sus decisiones que no tuvieron el efecto deseado y los directivos que siguen pensando que en el futbol todo se resuelve nombrando técnicos sin pensar más allá de sus nombres. Lo único rescatable, es la calificación de la Sub-20 al Mundial de la categoría, que están dirigidas por Maribel Domínguez, pero el fracaso de la Selección mayor opaca todo y mancha seriamente el futbol femenil mexicano, así como la Liga MX Femenil y su notable avance.

Ya hubo despidos, pero todo parece indicar que lo que sigue es más de lo mismo.