La Liga MX Femenil o cómo florecer en tierras áridas

Ana Paola Lopez, jugadora de la Liga MX Femenil - Ximinia

Desde su fundación en el 2017 la Liga MX Femenil ha sido un éxito rotundo. Con un desarrollo por demás notable y un crecimiento que al día de hoy sigue siendo imparable, la liga femenina de México es ya una de las más atractivas del continente. Y todo éste éxito ha sido cosechado en tan solo cinco años. Imagínense lo que falta por ver. La Liga MX Femenil es como una bola de nieve que crece y crece y ya nadie puede detener.

Pero no todo lo que brilla es oro. A pesar del gran éxito mediático, la primera liga de futbol femenil profesional de México florece en medio de carencias y bajo las sombras de la desigualdad y la discriminación.

Quizás el tema más sonado y controvertido de toda la liga femenil es el de los salarios. La mayoría de las futbolistas perciben un sueldo de aproximadamente 4 500 pesos al mes, que más que un sueldo es un ultraje; una manera de decirle a las jugadoras que en realidad no importan tanto y que, de hecho, “les están haciendo un favor”. Con un sueldo tan miserable no solo no te alcanza para subsistir, sino que además la idea de ser una deportista profesional se diluye y hace que otras mujeres decidan mejor no intentar ser futbolistas profesionales.

Un salario mejor remunerado es la base para que las futbolistas comiencen a ser profesionales, y si tienes jugadoras profesionales entonces vas a tener una liga de mayor nivel futbolístico y competitivo. Para una liga que pretende ser profesional, su principal prioridad debería de ser el sueldo de las jugadoras. El “argumento” de los directivos es que la Liga MX Femenil todavía no es un negocio rentable… Cualquiera sabe que para que un negocio crezca y comience a dar frutos, se le tiene que invertir; si no inviertes, pues entonces la liga femenil nunca será un negocio rentable. Y el argumento sorprende todavía más viniendo de una liga que maneja el futbol más como negocio que como deporte. El mejor ejemplo es el producto estrella del futbol mexicano: la Selección Mexicana de Futbol. ¿Ahora resulta que la FMF y la Liga no saben hacer negocios redondos con el futbol? Así o más hipócritas.

El salario es la barrera más grande que las futbolistas tendrán que derribar, pues no solo se trata del salario en sí, sino lo que representa; es un tema que va más allá de ganar 4 500 pesos al mes.

Pero existen también otros “detalles” que hacen que la desigualdad en la liga femenil sea aún más difícil de vencer. El primer detalle a mencionar es el de los estadios. Aunque es un logro que la mayoría de los equipos femeniles jueguen en los mismos estadios donde juegan los hombres, aún hay equipos que siguen siendo relegados de los estadios y no les queda de otra que disputar sus partidos en canchas de entrenamiento. El caso que, a mi parecer, es el más indignante es el del Cruz Azul, que no juega en el Azteca como el equipo varonil, sino en una vil cancha de entrenamiento donde además casi no hay público. Lo del Cruz Azul me parece de lo más lamentable ya que ésta institución podría tener a su disposición el Estadio Azul, donde el equipo femenil podría jugar, si en verdad les importa a los directivos su equipo femenil, como tantas veces han mencionado, deberían llevar a SU EQUIPO el Cruz Azul femenil al estadio Azul y así mostrar un poco de compromiso y respeto con sus jugadoras de SU INSTITUCIÓN. Cuando Cruz Azul terminó su contrató con el Estadio Azul en 2018, pensó en comprarlo, pero ya no se llegó a nada. Hoy existe una buena razón para ahora sí adquirirlo, ¿no creen? Lo que sí no se entiende es por qué ellas no juegan en el Azteca; si ahí juegan dos equipos y muchas veces hasta tres (contando al América femenil), ¿por qué no pueden jugar cuatro? La directiva del Cruz Azul tiene muchas preguntas por responder.

El América es un caso peculiar, pues algunas veces juega en el Azteca y otras veces juega en un campo de entrenamiento. Al parecer Las Águilas solo hacen uso del Azteca cuando enfrentan a equipos relevantes. América, al igual que el resto de los equipos femeniles que juegan en sus estadios, debería jugar en el estadio Azteca siempre, y no solo “cuando se pueda”. Lo mismo sucede con el Atlas, aunque ahora ya juega con mayor frecuencia en el estadio Jalisco. Aunque el problema del Atlas ya no es tanto si juega o no en el Jalisco, sino los horarios de sus sus partidos. Las Rojinegras hasta el año pasado habían estado jugando los domingos ¡a las 10 de la mañana! ¿Quién demonios juega a las 10 de la mañana? ¿A quién se le ocurre programar un partido a las 10 de la mañana? No sé ustedes, pero a mí me parece sumamente y ofensivo y denigrante que las hayan puesto a jugar en ese horario, y eso solo refleja el desinterés y el machismo de la directiva por el futbol femenil. Ahora ya no juegan a las 10, les cambiaron el horario a las 12 del mediodía, qué geniales, ¿verdad?

Y si lo del América es una peculiaridad y lo del Cruz Azul una locura, lo del Querétaro femenil es ejemplar, pero a medias. Hasta el torneo pasado el Querétaro femenil había estado jugando sin ningún problema en el estadio Corregidora, hasta que a los directivos se les ocurrió que dicho equipo femenil debía de tener su propio estadio. Fue así que se creó el Estadio Olímpico Alameda, donde ahora jugará el Querétaro femenil. En realidad éste estadio (que es de segunda categoría) no es la casa del conjunto femenil, sino que fue hecho pensando en albergar distintos eventos deportivos. Por eso digo que es ejemplar pero a medias. Siendo sinceros (y conspiranoico), creo que la idea era sacar al equipo femenil del Corregidora pero sin causar escándalo. Creo que si el Querétaro, o cualquier otro equipo de la liga femenil, va a tener su propio estadio, debería ser un estadio de verdad, y no uno improvisado. Si el Querétaro llegara a jugar una final, les apuesto 4 500 pesos que esa final se jugaría en el Corregidora. El Querétaro femenil estaba bien en el Corregidora, no se por qué arreglar lo que no está descompuesto.

¿La situación de los estadios, los horarios y demás les parece escandaloso? Y eso que estamos hablando de cuestiones palpables, ni hablar de lo que ocurre fuera de las canchas, como los entrenamientos en las instalaciones, los traslados locales y nacionales, los hospedajes, etc. Y qué decir de los contratos, que aunado a los pésimos salarios, lo único que logran es que las jugadoras desistan de su sueño de seguir siendo futbolistas, no solo de las que están, sino también las que están por llegar.

Desde un inicio la Liga MX Femenil ha tenido jugadoras que han pensado seriamente en retirarse. Los motivos ya los conocemos. Alicia Cervantes, por ejemplo, sí, la multicampeona de goleo, medio se retiró en el 2017 después de jugar con Atlas, hasta que Rayadas la sacó del retiro en donde consiguió un campeonato. El caso de la increíble Ana Paola López no es muy distinto: una de las voces más aguerridas de la liga femenil ha vivido en carne propia las carencias y vejaciones que apañan a la liga femenil y que la han hecho replantearse su estadía dentro de la misma. Hace apenas unas semanas anunció su retiro definitivo del futbol profesional:

Estos son sólo dos ejemplo de muchas, demasiadas futbolistas que prácticamente viven al día, segregadas por una liga que aspira a ser más profesional pero que no le interesa invertir en ella.

La Liga MX Femenil es todo un logro para el futbol femenil de México. En tan solo cinco años de historia se ha posicionado como una de las más exitosas e importantes de la región, con todo y la indiferencia de los dueños y directivos del futbol mexicano, que creen que con haber creado la liga femenil es más que suficiente. El éxito mediático que ha alcanzado la liga femenil no es suficiente, sobre todo en cuanto a condiciones laborales. A estas alturas del partido deberíamos preguntarnos si tales condiciones laborales se deben a que la liga femenil es todavía una liga en desarrollo o porque se trata simplemente de futbol femenil. Tomando en cuenta el machismo que cubre Latinoamérica, donde México no es la excepción, no es difícil dar con la respuesta.

Es difícil de aceptar que la liga femenil aún no se le considere como negocio rentable, no solo en México, sino también en el resto de América Latina. También resulta difícil de aceptar que no lo quieran convertir en un negocio redituable. La icónica futbolista chilena Iona Rothfeld lo explicó perfectamente en una entrevista:

“Muchos dirigentes no entienden que el futbol es un espacio tanto para hombres como para mujeres y que merecemos las mismas condiciones. Tampoco entienden que es un buen negocio. Su machismo está tan arraigado que incluso algo que les gusta tanto, como el dinero y el negocio, no lo pueden ver.”



La Liga MX Femenil o cómo florecer en tierras áridas La Liga MX Femenil o cómo florecer en tierras áridas Reviewed by José L. Bravo on 8:45 p.m. Rating: 5

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