Los Clásicos se robaron los reflectores en la Liga MX Femenil. En la jornada 11 los partidos más atractivos fueron los que disputaron América-Chivas y Rayadas-Tigres, partidos que cumplieron con las expectativas —y hasta las superaron.
La liga femenil arde. Y los Clásicos disputados esta semana son prueba de ello. Las primeras en saltar a escena fueron Las Águilas y el Rebaño Sagrado, quienes en la cancha del Estadio Azteca se jugaron más que tres puntos, y en donde las locales se hicieron con el triunfo.
Con goles de Sabrina Enciso y Andrea Pereyra, las Azulcremas se llevaron el Clásico Nacional al vencer 2-0 al Guadalajara. Fue un encuentro ríspido y disputado; y aunque ambas escuadras trataron de imponer su futbol, sólo el América salió avante en su intento.
Tomando en cuenta los anteriores rivales y resultados de los dos equipos, se esperaba un juego mucho más parejo, pero América logró encajar dos goles que sentenciaron el encuentro, reseteando así toda estadística.
América venía de perder (de último minuto) ante Tigres, a pesar de que había hecho un excelente partido donde le estaba sacando el empate a las Amazonas. Pero un penal le arruinó la noche a las Águilas. Así, América llegaba al Clásico de Clásicos con ciertas dudas ante unas Chivas que habían empatado contra Rayadas en un destacado regreso en el marcador.
En efecto, Chivas rescató un empate a dos goles ante las letales Rayadas de Monterrey en la cancha del Akron. Mostrando un nivel competitivo y solventando algunas lagunas muy marcadas que le han hecho tambalearse durante estas jornadas. De esta manera, el chiverío llegaba como ligero favorito, pero sucumbió ante la contundencia de Las Millonetas.
América sacó un resultadazo, y Chivas se llevó su primera derrota del torneo, poniendo en entredicho su candidatura al título del Clausura 2023. ¿Podrá Chivas recomponer el camino y llegar de la manera más óptima a la Liguilla? ¿Es este América una realidad o tendremos que esperar un torneo más?
Pero el partido que acaparó todas las miradas y nos dejó a todos boquiabiertos, fue el Rayadas vs. Tigres. El partido de partidos. El mejor encuentro en lo que va del torneo.
El Clásico Regiomontano, lo reitero, ha sido, hasta este momento, el partido más espectacular del torneo en curso. Fue una maravilla; un torbellino de emociones. Vibrante y apasionante a más no poder. Sin duda, el Clásico del norte nos dejó más que satisfechos.
El partido fue de ida y vuelta, y cualquiera pudo haber ganado. Un duelo de poder a poder donde las defensivas y las ofensivas brillaron en todo lo alto.
El primer tiempo fue ampliamente dominado por las locales, quienes rápidamente abrieron el marcador con gol de la nigeriana Ihezuo. El gol hizo estallar el BBVA y encendió el Clásico.
Rayadas era emperatriz del juego y dominaba a placer. Tigres trataba de reaccionar con algunos destellos ofensivos pero eran insuficientes para derribar la compleja defensa rayada.
Estábamos viendo un partidazo. A pesar del dominio, Tigres nunca bajo los brazos y pudo contener el poder rayado; evitando así que cayeran más goles. Pero en la segunda mitad las cosas serían muy distintas.
A diferencia del primer tiempo, Rayadas perdió la posesión del balón y ahora era Tigres quien se lanzó al frente buscando el empate y el triunfo. Y con apenas dos minutos de partido, encontraría el gol del empate por conducto de Maricarmen Reyes. Ahora el Clásico regio cambiaba de tonalidad y las sensaciones eran otras y las pasiones se desbordaban.
Las cosas ya eran muy pero muy distintas. Tigres ahora tenía el poder y dominaba a diestra y siniestra; parecía que encajaría el segundo tanto en cualquier momento. Las Amazonas eran un peligro latente con sendas llegadas que hacían que la portería de Alejandría Godínez sacara chispas. Pero las rayadas resistían.
Hacia la última parte del juego, Rayadas trató de emparejar la situación con algunos contragolpes pero Tigres no quería soltar el balón. Estábamos viendo un partido de ida y vuelta. Estábamos viendo un partidazo. A estas alturas ya no había favorito alguno.
El encuentro, entonces, se volvió aún más vertiginoso. Ambos equipos, cada ciertos tiempo, generaban enormes jugadas de peligro que ponían los pelos de punta a los más de treinta mil aficionados que colmaron el BBVA. La tensión, además, se había apoderado de las acciones y estábamos ante un juego no apto para cardiacos.
Rumbo a la recta final, ambos equipos tuvieran la oportunidad de ganar el partido, pero por circunstancias inexplicables no pudieron marcar el gol que finiquitara el Clásico. A estas las alturas las protagonistas era las defensas y las porteras, que estaban apareciendo en las jugadas más importantes.
Tigres llegaba y llegaba y Rayadas respondía con la misma gallardía; era una locura de partido. Al final, ya nadie pudo marcar el gol del triunfo, y el resultado final sería un espectacular empate a un gol.
Sin duda alguna, fuimos testigos del mejor partido de la temporada. Una enorme calidad técnica y un gran despliegue táctico. Un juego que superó todas las expectativas.
Esto fue lo que sucedió en los dos Clásicos más llamativos de la liga femenil. ¿Qué nos esperará para la Liguilla? ¡La liga femenil está que arde!
Reviewed by José L. Bravo
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9:12 p.m.
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