Scarlett Camberos huyó de un país misógino

Camberos tuvo que dejar el país por un tema de acoso. (Imago7)

La historia de Scarlett Camberos es la triste historia de muchas mujeres en este país. Víctima de acoso, la futbolista del América tuvo que abandonar el país porque no se sentía segura —¡y no lo estaba!—, sumándose así a una lista interminable de mujeres víctimas de la misoginia que abunda en este país.

Desde hace varios meses, casi desde su llegada al país, la jugadora méxico-americana comenzó a ser acosada en redes sociales por un hombre. Luego, ese acoso saltó la vida real, y el acoso se volvió personal. Este sujeto llegó a encontrársela en la calle y hasta se atrevió a buscar a Scarlett en su domicilio.

La deportista denunció el acoso, pero obtuvo lo mismo que obtienen muchas mujeres cuando denuncian cualquier tipo de violencia de género: apatía. Las autoridades no hicieron lo suficiente y dejaron que el tipo este siguiera acosándola como si nada. El acoso siguió y, en fechas recientes, hasta le hackeó la cuenta de Instagram. Mientras tanto, las autoridades ni en cuenta; sumidos en la indolencia, hacían como que investigaban pero nada hicieron.

Fue entonces que Camberos tuvo que tomar la difícil decisión de salir del América y abandonar el país inmediatamente porque de plano temía por su seguridad.

Pero la indiferencia de las autoridades correspondientes no fue lo único con lo que Scarlett tuvo que lidiar, sino también con la escueta atención de su equipo y la Liga MX. Seamos sinceros y realistas: el Club América no manejó el tema como debió haberlo hecho; nunca hubo una presión por parte de la directiva para con las autoridades y mucho menos hubo una difusión a gran escala para dar a conocer el caso y ejercer presión. Vamos, que no hubo una especie de campaña para ayudar a Scarlett y de paso exhibir el pésimo trabajo de las autoridades.

El Club América lo único que hacía era sacar comunicados tibios que más que informar y darle seguimiento al caso, lo hacían para quedar bien y cumplir con la cuota de género. Triste pero cierto. ¿América pudo haber hecho más? Sí, muchísimo más.

Además, no es la primera vez que América falla en el manejo de situaciones como estas. Basta con recordar el caso de Jana Gutiérrez, que se fue del América porque en redes sociales la amenazaron de muerte, y ¿qué creen que hizo el América?, pues sacó otro comunicado diciendo que "condenaba tales actos" y blah, blah, blah; pura verborrea. Es por eso que no es de extrañar que la misma actitud se haya repetido en el caso de Scarlett.

Y lo mismo podríamos decir de la Liga. Cuando se anunció que Scarlett Camberos dejaba al América y se iba del país, la Liga MX publicó un comunicado donde, básicamente, lo único que hizo fue limpiar su imagen, lavarse las manos, echarle la culpa a los demás y tratar de quedar bien parados asegurando que "La Liga MX Femenil y los 18 clubes reiteran su compromiso con las futbolistas e integrantes de los equipos, por lo que en conjunto seguimos trabajando en el protocolo que refuerce mecanismos y herramientas de prevención, en busca de espacios seguros dentro y fuera de la cancha, mismo que será presentado para su aprobación en la próxima Asamblea de Clubes". Es decir, ellos no tienen nada que ver porque ELLOS ya están haciendo su parte, así que a nosotros no nos miren feo. Claro, ya cuando la nota trascendió entonces ahora sí salen con sus comunicados nomás para que no digan y para que no nos critiquen, ¿verdad?

¿Cuándo la Liga se pronunció sobre el tema desde el primer momento en que éste surgió? En ningún momento, pero como ahora la bomba explotó, salen rápidamente a rasgarse las vestiduras para que, como ya dije, no sean ellos los blancos de la crítica.

Esta es la realidad de las mujeres en México. Un país indiferente y que no atiende los llamados de auxilio de sus mujeres y niñas. Pero, ¿qué otra cosa podríamos esperar de un país misógino?

¿Qué otra cosa podríamos esperar si desde las esferas del poder se fomenta la misoginia, el machismo y el sexismo? En el pasado y en el presente, siempre ha sido así. En el pasado nuestros gobernantes eran misóginos y aún hoy en día, con todo y el avance del feminismo, lo siguen siendo. Basta con voltear a ver al misógino que tenemos como Presidente, un tipo nefasto que lleva en todo lo alto la bandera de la misoginia; y no contento con eso, nos la ondea en la cara y hasta nos escupe y nos embarra su retrógrado pensamiento machista, diciéndonos que "los hombres son más sueltos que los hombres" y otras idioteces de ese estilo.

Estamos también ante un gobernante patán e insensible a quien le aburre el tema de los feminicidios, y que mejor hay que hablar de otras cosas porque "ya chole con esos temas". Y sólo por nombrar algunas atrocidades; no sigo porque nunca acabaría.

Pobre México. Pobre de las mujeres que sufren violencia de todo tipo. Nadie las escucha; nadie les hace caso. Y encima, tienen que esquivar a una sociedad estúpida e indolente.

No bastan los comunicados, sobran al igual que las excusas de las autoridades.

Lo que hace falta son acciones concretas. Tomar conciencia de las fallas que existen en el país y comenzar a solventarlas, pensando siempre en el bienestar de la población y no en el bien personal.

Pero mientras tengamos a mandatarios que se paran en un pie como perro a punto de orinar para luego decirnos la primera estupidez que se le viene a la mente, las cosas van a seguir igual. Y mientras tengamos también a una oposición esperando a que el perro en turno suelte el hueso para ahora ellos comenzar a morderlo, las cosas se van a poner peor.

La historia de Scarlett Camberos es la historia de muchísimas mujeres. Es la triste realidad. Y eso que estamos hablando de una figura pública... imagínense el destino de las que no tienen un club deportivo que las medio apoye o las que no tienen la posibilidad de tomar un avión y huir de este país misógino. Piensen en ellas y en el infierno en el que tienen que vivir.

Pobre México. Pobre de sus mujeres.