En medio de tensiones, polémicas y una enorme expectativa, se llevó a cabo el Sorteo del Mundial del 2026, uno de los sorteos más politizados de todos los tiempos. Y más que un sorteo de la FIFA, parecía la fiesta de cumpleaños de Donald Trump, donde hubo pleitesía adulaciones y hasta un regalo sin sentido le entregaron. Aunque no debería sorprendernos; Donald Trump estaba siendo Donald Trump y la FIFA estaba siendo la FIFA.
El evento en sí terminó siendo bastante insípido. Dos presentadores (Kevin Hart y Heidi Klum) muy desangelados trataron de maniobrar una serie de secciones irrelevantes y aburridas, mientras que Gianni Infantino trató de hacerse el gracioso con un discurso demagogo y con chistes baratos —probablemente cumplió su sueño de hacer stand up.
Pero sin duda el momento más desagradable del sorteo fue cuando se le otorgó el premio FIFA de la Paz a Donald Trump.
Hoy, la Mafia de la FIFA de Infantino le ha entregado el "Premio de la Paz" al criminal ultraderechista de Donald Trump, que apoya el genocidio perpetrado por Israel al pueblo de Palestina, y que quiere hacer redadas contra migrantes durante el Mundial de EEUU. Asco y vergüenza. pic.twitter.com/g0FSsWPEy2
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) December 5, 2025
Estamos completamente locos!!!! En #Mundial 🇶🇦se le impidió a Rusia 🇷🇺participar por invadir Ucrania🇺🇦. Ahora Estados Unidos 🇺🇸está a punto de invadir #Venezuela 🇻🇪y Trump recibe el premio FIFA de La Paz 2025:
— Carlos Montero (@CMonteroOficial) December 5, 2025
Triple Plop!!!😱 pic.twitter.com/Z8o8t4h1JJ
Donald Trump es un convicto, así lo confirmaron las autoridades estadounidenses y así lo ha demostrado el propio Trump con sus acciones.
Se le acusa, de entre tantas cosas, de haber sido cómplice y hasta partícipe de los crímenes sexuales de Epstein, algo que ha tratado de controlar para que no se le salga de las manos. Como Presidente, ha sido clave en el demencial "operativo militar" de Israel en Gaza, lugar que se ha convertido en el mismísimo infierno gracias al dictador sanguinario y genocida de Benjamín Netanyahu, quien ha provocado más de 70 mil muertes y ha dejado una hambruna espeluznante en Palestina —sin mencionar otras atrocidades y crímenes que ahí se han cometido—. Todo ello con el visto bueno de Trump, y, para no variar, de la misma comunidad internacional, principalmente de la Unión Europea, que desde un inicio ha estado volteando a otra parte. ¡Y hay más!
Trump también ha estado violando los derechos humanos de los migrantes en Estados Unidos; ha tratado como basura a todo país que se le cruce enfrente. Ha asesinado a supuestos criminales en aguas internacionales y ahora amenaza con intervenir militarmente en Venezuela, es decir, invadir un país —y hasta libera narcotraficantes y se reúne con terroristas en la Casa Blanca.
Pues a este maleante la FIFA le dio el premio de la Paz. ¿Hay algo más que se tenga que decir? Me parece que no. El momento más grotesco de toda la ceremonia.
Y después de tantas idioteces políticas, donde, por cierto, confirmamos que Gianni Infantino es un auténtico y absoluto lambiscón y corrupto, dio inicio, ahora sí, el sorteo de la FIFA. Ah, pero antes, aparecieron en escena los tres mandatarios anfitriones del torneo, tres impresentables, por cierto: Donald Trump, Claudia Sheinbaum y Mark Carney.
Estos tres vividores se encargaron de revelar a las tres selecciones cabezas de serie, que son México, Estados Unidos y Canadá. Más tarde aparecieron otras personalidades del deporte, que no tenían idea de lo que ahí hacía y daría así el inicio el verdadero sorteo.
El resultado final del sorteo, ya con todos los grupos completos, parecía un informe de la ONU de los países más jodidos del mundo. Y es que ahora con tantas selecciones participantes en el Mundial la cosa se ha abaratado notablemente. Ya no hay grupos de la muerte, pero sí muchos muertos, y tampoco hay partidos realmente sobresalientes en fase de grupos, por lo tanto, tendremos que esperar al menos hasta la segunda fase. Y no hay mucho más que decir al respecto.
Acerca de los tres ilusos anfitriones, digamos que no les fue tan mal. Estados Unidos se ubicó en el grupo más fácil de todos —de hecho, me despisté un poco, y creí que estaba viendo la tabla de la Liga de Expansión MX—, y todo queda en manos de los gringos echarlo a perder o avanzar. Lo mismo con Canadá, que podría complicarse la vida con Suiza, aunque no los veo avanzando a la segunda ronda. Y México, ¿qué podemos decir de este abismo futbolístico?, le tocó un grupo relativamente fácil. Es relativo porque si México avanza o fracasa, no depende tanto de sus rivales, sino del nivel futbolístico del Tricolor.
México no está jugando nada bien y tampoco está jugando a nada. El nivel actual de México es tan pobre, que podría empatar o hasta perder con sus tres rivales de grupo; así de oscura es la realidad actual de la escuadra azteca. Para la Selección Mexicana del 2014 o del 2006, las selecciones de Sudáfrica o Corea del Sur (o cualquier otra del repechaje) no serían rivales para México, y menos jugando de local, pero la realidad de esta Selección es otra muy distinta a las anteriores. Lo que le queda a México es aprovechar la localía y tratar de darlo todo, porque cuando no hay futbol, lo único que te queda es el coraje, la garra, algo que no hemos visto en el conjunto mexicano. Esperemos que este sea el Mundial para mostrar esa pasión.
Y de esta manera quedaron definidos los grupos del Mundial de Norteamérica 2026, el Mundial más experimental de la historia, en uno de los sorteos que será recordado como uno de los más tenebrosos de todos.
Reviewed by José L. Bravo
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6:49 p.m.
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