El americanismo está en la Final del Clausura 2013

El despertar del americanismo.

Destapen el champagne, apaguen las luces, dejen las velas encendidas y afuera las heridas, que el América, el americanismo ha regresado a una Final del futbol mexicano; vence contundentemente 0-2 al Monterrey, con dominio total, sellando así el anhelado pase a la gran Final, en donde posiblemente sea una Final de "Clásico joven", a menos que Cruz Azul diga lo contrario.

Un penal --que no era penal-- despejó el camino para que las Las Águilas despegaran y tomaran vuelo rumbo a la Final del Clausura 2013. Ante un Monterrey apagado y con la cuesta completamente en vertical, América fue mucho mejor, generó gran cantidad de llegadas, y aunque volvió a fallar el 90% de ellas, al final anotó dos goles que le permiten volver a otra Final. Después de 6 años, el América está de regreso, y la Final será en el Azteca (¡Trágate eso, Azteca Deportes!).

El pase a la Final
El juego comenzó 15 minutos tarde, ya eran más de las 5 de la tarde y Monterrey todavía se encontraba calentando, y es que la escuadra rayada se retrasó por el tráfico de la ciudad, o eso dicen ellos, pues no me extrañaría que hubieran estado intentando sobornar a Azcárraga.

La ceremonia protocolaria valió un pepino, nadie se dio cuenta; la pobre niña que tenía que entregar el balón, caminaba toda abrumada y confundida. Sólo los árbitros la recibieron. Luego, ya con las divas del Monterrey en la cancha, el esperado partido daría inicio.

América comenzó con gran intensidad, salió con la intención de matar desde un prinicipio, pero su poca contundencia se lo impidieron (sí, como ya es toda un costumbre); apenas al minuto 12', Raúl Jiménez hace la falla de la Liguilla, al volar una pelota que nada más había que pegarle suave, pero Jiménez quiso romper las redes, y envió el balón al estacionamiento.

Luego del gran arranque de los jugadores, los súper hombres, los héores americanistas, Monterrey comenzaría a equilibrar un poco las cosas, pero no tanto porque había mejorado y había despertado para lanzarse al frente, sino porque América dejó de ser ofensivo y le regaló ciertos espacios a los rayados. Más tarde, América recuperaría las riendas del encuentro, y volvería a lo mismo, con un dominio claro y consistente.

Monterrey estaba totalmente apagado, gris y sin idea; uno hubiera esperado ver a un Monterrey más aguerrido y llendo a buscar desde un principio los goles que necesitaba, arriesgando y proponiendo, pero en lugar de eso vimos a un equipo norteño acartonado y con pánico escénico. Además, el hecho de haber calentado de manera apresurada, le estaba pasando factura, o tal vez no.

Luego de un gran partido de ida en Monterrey, el juego en el Azteca no estaba defraudando; América no se estaba escudando en la mínima ventaja que tenía en el global y en la posición en la Tabla, fue a buscar el resultado en casa para acceder a la Final con más méritos. Los rayados continuaban tratando de evitar las grandes insinuaciones americanistas, pero sin resultado. Suazo no apareció, ni De Nigris ni nadie; Monterrey estaba ido, estaba sobrecargado. Ya no respondía y nunca lo hizo.

Pero América no era certero, tenía llegadas y más llegadas pero no podía concretar ninguna, los fantasmas de la imprecisión estaban asechando al equipo. Pero, más allá del minuto 60', el América pondría fin a la espera y se iría al frente, cuando el mejor árbitro del mundo, Paul Delgadillo, marca un penal sobre Rubens Sambueza. Una falta muy dudosa, sino la marca no pasaba nada, afortunadamente el gol no influyó en el marcador (¿o sí?).

Raúl Jiménez es el encargado de cobrar la pena máxima, tira y anota, América ganaba y daba el último paso a la Final. Pero habría más. Ya con Monterrey casi entregado, al 82', Christian Benítez, la estrella de la Liguilla, en una jugada de contragolpe, queda sólo ante Orozco y anotaba el segundo tanto. El gol que ponía al América en la Final del Clausura 2013.

De ahí en adelante, América se dedicaría a manejar el partido y a controlar al rival. Monterrey anotaría el gol de la honrra al 90'+2, pero ya todo estaba dicho.

Y entonces América regresaba a una Final, ¡Trágatelo, José Ramón, trágatelo, maldito!

¡El Santos-Cruz Azul es un trámite,
sáltenselo; ya para qué se juega!

Una Final que quizá será una de las más atractivas desde que los torneos cortos aparecieron, pues, en el caso de darse, América estaría enfrentando al Cruz Azul, equipo capitalino que en el partido de ida venció claramente al Santos Laguna por 1-3, sentenciando la Semifinal. Por supuesto, nada está dicho, Santos podría darle vuelta al marcador y meterse a la Final, pero es complicado, aunque no imposible.

El "Clásico joven" en una Final. El atractivo de esta Final no sólo sería el hecho de que se enfrentaría dos de los "grandes" del futbol mexicano, sino por todo lo que rodea a ambos; la historia reciente de ambos. Cruz Azul que no gana un título desde 1997, América desde el 2005. Pero durante los lapsos entre el último título de ambos equipos y la Final del Clausura 2013, existen un montón de historias increíbles; historias de alegría, de tristeza y de fracasos.

Una Final que iría más allá de un Clásico, posiblemente no sólo estarían peléandose el Campeonato, sino que estarían tratando de ganar para no ser marcados durante un largo tiempo, porque para ambos perder la Final sería el colmo de los colmos. Un trauma futbolístico que tardaría mucho en sanar.

Pero la Final todavía no es un hecho, Santos aún tiene la última palabra.

Foto | Mexsport